Rendir a Rusia
El 6/12/2014 el medio digital ZEIT
ONLINE publicó el manifiesto
firmado por 64 personalidades de la política, economía, cultura y medios
alemanes, titulado: ¿Nueva Guerra
en Europa? ¡No con nosotros! (Ver
lista firmantes al final del artículo) *.
Entre los firmantes figuran el excanciller Gerhard Schroeder o el director de
cine Wim Wenders. El grupo está encabezado por el exvicecanciller Horst
Teltschik, el exministro de Defensa Walter Stutzle y exvicepresidente del
Parlamento Federal Antje Vollmer. El manifiesto es una petición a las
autoridades Alemanas, de la UE, EEUU y Rusia a asumir la responsabilidad de
guardar la paz y la seguridad en la región, alegando que puede ser lograda si
todas las partes se respetan.
El 7/12/2014, como si de una respuesta se tratara, en una entrevista concedida
al periódico Welt
am Sonntag, la canciller alemana, Ángela Merkel, afirmó en referencia a las
sanciones económicas a Rusia "Estoy convencida de que la respuesta común de
Europa a Rusia es correcta", ya que en su opinión, ante
la falta de una actitud dialogante de Rusia, las
violaciones de la "integridad territorial" y la "soberanía" de Ucrania "no
deben quedar sin consecuencias", poniendo como ejemplo, el escaso éxito de
la mediación europea en el conflicto de Transnistria, en Moldavia, y el "conflicto
congelado" en las provincias georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, y
achacando también a Rusia de disponer de un plan para dificultar a Moldavia,
Georgia y Ucrania para implementar el acuerdo de asociación de estos tres países
con la Unión Europea.
La confrontación dialéctica e institucional ya había comenzado unos días antes.
El 4/12/2014, el presidente ruso Vladímir Putin pronunció su tradicional
discurso anual sobre el estado de la nación ante la Asamblea Federal y
diferentes personalidades rusas, en el mismo, abordó varios capítulos de la
política de Rusia, y trató sobre la liberalización económica en Rusia, apartado
este último, que fue el que más tiempo ocupó del discurso de Putin. Con relación
a las cuestiones internacionales las prioridades del discurso de Putin se
centraron en: Ucrania; Crimea; las sanciones occidentales; la política de
contención hacia Rusia, y la carrera armamentística.
Respecto a Ucrania resaltó: Moscú
no pretende someterse a la presión de Occidente respecto a la situación de
Ucrania. Es nuestro derecho preguntarnos para qué servirá esta tragedia en
Ucrania. ¿No podemos acaso formular preguntas, ni siquiera preguntas para
discutir durante el diálogo en el marco del terreno legal y de los procesos
legítimos? Sin embargo, ahora intentan convencernos por todos los medios de que
la suya es una política competente y equilibrada a la que nosotros debemos
obedecer ciegamente. Eso no sucederá.
Sobre Crimea, afirmó: Allí se encuentra la fuente
espiritual de la formación de la plural pero monolítica nación rusa, del Estado
ruso. (Fue precisamente en Crimea, en el antiguo Quersoneso, donde abrazó la fe
cristiana el príncipe Vladímir, quien más tarde bautizó a toda la Rus). Para
Rusia, Crimea, la antigua Korsún, el Quersoneso y Sebastopol, poseen una enorme
importancia como punto de partida de la civilización y lugar sagrado, del mismo
modo que el Monte del Templo en Jerusalén para los que creen en el islam y en el
judaísmo. Esto es lo que sentimos desde ahora y para siempre.
Sobre las sanciones occidentales a Rusia. Nosotros
nunca escogeremos la vía del aislamiento, de la xenofobia, de las sospechas, de
la búsqueda de enemigos. Todo esto son muestras de debilidad, y nosotros somos
fuertes y tenemos confianza. Nuestro objetivo es conseguir el mayor número
posible de socios en igualdad de derechos tanto en Occidente como en Oriente.
Sobre la política de contención de Rusia. La
política de contención de Rusia no se debe a los acontecimientos en Ucrania sino
que lleva muchos años desarrollándose. A pesar de nuestra apertura sin
precedentes, a pesar de que hemos considerado a nuestros enemigos de ayer como
nuestros amigos y casi aliados. El apoyo al separatismo en Rusia, tanto
informativo como político y financiero, así como mediante los servicios
especiales, ha sido absolutamente evidente. No me queda ninguna duda de que
muchos quisieran ver a Rusia desmantelada como Yugoslavia, con todas las
trágicas consecuencias que ello conllevaría… No se saldrán con la suya. Nosotros
no lo permitiremos.
Sobre la carrera armamentística. EEUU,
continúa trabajando constantemente en la creación de un sistema global del
escudo antimisiles en varios territorios, incluida Europa. Esto representa una
amenaza para la seguridad no sólo de Rusia, sino de todo el mundo, ya que crea
una ilusión de protección, que puede inducir a dar un primer golpe contra Rusia,
lo cual es imposible sin una respuesta contundente por nuestra parte. Tenemos
los medios para ello. Es esta ilusión de invulnerabilidad la que pone en
peligro el equilibrio estratégico de la seguridad mundial. Rusia no tiene
intención de dejarse arrastrar a una costosa carrera armamentística, aunque sí
que garantizaremos de manera fiable la capacidad defensiva de nuestro país bajo
cualquier circunstancia.
Coincidiendo con el discurso de Putin, el 4/12/2014, el Congreso de EEUU aprobó
por 411 votos a favor frente a 10 en contra, la resolución 758, en la que se
condenaba la política de Rusia hacia Ucrania, Georgia y Moldavia, exigiendo al
Gobierno norteamericano seguir ampliando las sanciones contra Moscú. El
5/12/2014, el presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del
Parlamento ruso, Alexéi Puskov, declararía: "La resolución 758 viene a ser
una formalización oficial de la nueva Guerra Fría, iniciada por la
Administración Obama contra Rusia".
La cuestión de fondo de esta polémica se resume en quien debe ser considerado el
agresor y quien el agredido. Si nos atenemos a lo manifestado por los dirigentes
de la OTAN y su reiterada propaganda de guerra, está anacrónica coalición
militar, se hace necesaria porque Rusia
"quiere invadir Europa", pero los hechos
objetivos son:
-Que la OTAN desde el final de la Guerra Fría ha ido acercándose a las fronteras
de Rusia incorporando nuevos países socios al haber puesto a estos países como
condición para su incorporación a la UE la incorporación a la OTAN, y también
porque la OTAN ha sabido explotar la percepción negativa que parte de la
ciudadanía de estos países tiene de Rusia, fraguada bajo el periodo que
estuvieron sometidos a la URSS.
-Que quien inició los acontecimientos para desestabilizar Ucrania fueron los
dirigentes de la OTAN, apoyando en las revueltas del Maidan a quienes darían el
golpe institucional del 23/02/2014, incluso participando algunos dirigentes
occidentales en las propias revueltas.
-Que quien ha estado interesado en que esta situación se produjese ha sido
principalmente EEUU, para cortar las relaciones de Europa con Rusia, vender su
quimérica propuesta de que EEUU puede suministrar gas licuado de esquisto a la
UE, y buscando en la confrontación la fidelización de los dirigentes europeos a
su rectoría, como así está siendo exitosamente principalmente en los casos de la
canciller alemana Ángela Merkel, y el presidente francés Francois Hollande,
quienes actúan al dictado de EEUU, habiendo caído estos dirigentes en una
situación de dependencia tan evidente, que llevaría a Putin a afirmar: tal
vez, en las relaciones con algunos países de la UE, no merecía hablar con sus
gobiernos sino directamente con EEUU.
Según las declaraciones de Ángela Merkel, Rusia ha atentado contra la soberanía
de Ucrania, pero la realidad es que quien ha cuestionado la existencia de
Ucrania como país fueron los que apoyaron a los golpistas del Maidan, y quien ha
divido Ucrania no ha sido Rusia, sino los ciudadanos que no se han sentido
representados con las autoridades golpistas de Kiev. Fueron las poblaciones de
Crimea y del Donbass quienes se apartaron de Kiev, y en toda decisión
democrática es la decisión de la ciudadanía la que cuenta primero ¿Acaso en la
reunificación de Alemania no fue la decisión de la ciudadanía la que
principalmente posibilitó la misma? ¿Acaso en el nacimiento de Chequia y
Eslovaquia no fue también la decisión de la ciudadanía la que alumbró los dos
países tras la disolución de la antigua Checoslovaquia? ¿Respecto a la situación
de Osetia del Sur y Abjasia, no fue también la mayoría de la población quien
decidió abandonar Georgia?
Las diatribas de Merkel respecto de Ucrania, no tienen en cuenta a la población
que ahora más sufre: la población del Donbass, sometida a bombardeos y a una
tácita limpieza étnica rusoba que está empujando a cientos de miles de personas,
no hacia la que parece ser para Merkel la soberana Ucrania, sino hacia Rusia,
porque es donde los desplazados por la guerra se consideran que están seguros.
El principio de territorios sin
ciudadanos es la política que
parecen pretender las autoridades de Kiev, porque, tal vez, si consiguieran que
se produjese el éxodo de los pobladores del Donbass entonces Kiev podría
proclamar la soberanía ucraniana sobre esos territorios sin habitantes, y si la
proclamasen por la fuerza con parte de sus pobladores sería bajo el signo de la
opresión ¿Es esa la soberanía de la que habla Merkel?
Las propuestas más razonables están en el lado ruso al proponer que se
establezcan negociaciones entre las autoridades de Kiev y los representantes de
las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, para establecer una hoja
de ruta que permita la redacción
de una constitución federal,
en la que queden garantizadas las competencias, políticas, económicas y
culturales de esos territorios. Ese
puede ser el camino hacia la paz y la reconciliación.
Pero, la visión pazguata de Merkel y su subordinación a los dictados de EEUU, le
impide ver otro escenario que no sea el de la confrontación, una actitud que sin
duda está comenzando a polarizar a la sociedad alemana y, también, a la sociedad
francesa que perciben como sus actuales dirigentes han perdido el orgullo
soberanista. En palabras de Putin, para
algunos países europeos la soberanía nacional es ya un valor que carece de
sentido y se sienten más cómodos tutelados desde fuera, pero para Rusia la
soberanía es su razón de ser, sin ella Rusia dejaría de existir.
El comentario de Putin puede parecer que son solo palabras, si las mismas no
estuvieran avaladas por los hechos históricos. Rusia posee un sentido patriótico
que se forjó en 1242 en la batalla del Lago Peipus, durante la cual Alexander
Nevski derrotó a los caballeros teutones; en la batalla del río Berézina
donde Rusia en 1812 derrotó a Napoleón, o en la resistencia ante el asedio nazi
en Stalingrado y Leningrado en la Segunda Guerra Mundial. Rusia, sin duda, puede
mirar su historia como la forja de una gran nación que supo resistir todos los
embates extranjeros para destruirla.
Rusia no es la URSS, está por encima de ella, porque es un país con más de mil
años de historia. La URSS fue una etapa en gran medida sombría en la historia de
Rusia, sobre todo, por haber padecido los horrores de los gulag, y haber
mantenido sus tropas en los países del este europeo ocupados tras su victoria en
el Segunda Mundial, y no dejar que las naciones liberadas de la esclavitud nazi
se autodeterminaran libremente. Una historia que sigue pesando negativamente
todavía en la relación de Rusia con sus vecinos occidentales, y la cual es
aprovechada por la OTAN, para dominarlos, habiendo pasado de ser países
satélites de la antigua URSS a serlo de la OTAN.
Tal vez, EEUU sigue pensando que el éxito de haber salido victorioso de la
Guerra Fría contra la URSS fue debido a su persistencia en mantener la
confrontación, y es esa interpretación la que le puede inducir a pensar que de
nuevo la presión rendirá a Rusia, y esa interpretación es un gran error
histórico, porque si bien la presión externa fue un factor de extinción de la
URSS, no fue el más importante, sino que fueron las propias contradicciones
internas las que acabaron con el régimen soviético, principalmente por su
incapacidad para modernizar la economía, lo que propició
el surgimiento en la
sombra de una clase social de oligarcas corruptos que se hicieron con el control
financiero. Un caballo de Troya que Occidente supo aprovechar para sumir a Rusia
en los años noventa en el caos económico y territorial de la mano de esos
oligarcas apátridas aupados al poder.
Pero, las cosas han cambiado, Rusia ha vuelto a recuperar su unidad patriótica y
la dignidad de su soberanía, y las agresiones, ahora, al igual que en el pasado,
solamente refuerzan su voluntad de unir fuerzas para resistir y forjar una
nación moderna respetuosa con el resto de naciones del mundo. La Rusia actual,
ha pasado a ser la de Alexander Nevski, una apreciación que los estrategas de
EEUU, no son capaces de entender, porque su nación no tiene la historia de haber
sido sometida en su propio territorio a pruebas de acoso para su destrucción,
como las que ha sufrido Rusia a lo largo de su historia y de las que siempre ha
salido victoriosa.
Alemania en la historia contemporánea se ha caracterizado por ser una nación
emprendedora, trabajadora e innovadora, lo que le ha permitido rehacerse como
potencia industrial en circunstancias difíciles como fue su resurgimiento tras
la Segunda Guerra Mundial, pero a su vez, su capacidad política para interpretar
los desafíos mundiales en los momentos históricos cruciales deja mucho que
desear. Se involucró en dos Guerras Mundiales, y en la Segunda Guerra Mundial la
megalomanía de sus dirigentes de no poder admitir que Rusia la derrotará, les
llevó a prolongar el sufrimiento de los pueblos de Europa incluido el alemán
hasta el extremo.
Merkel, cada vez que se refiere a Ucrania o Rusia, se muestra iracunda, incapaz
de controlar lo
que parece un sentimiento antiruso, tampoco puede admitir ser
derrotada por la sabiduría estratégica de Putin, y cada revés en su política de
acoso a Rusia, parece que aumenta su furia, y su discurso se hace agresivo. Al
parecer Merkel, no tiene capacidad para afrontar las diferencias con Rusia,
pertenece a ese tipo de políticos alemanes que no pueden admitir que tienen la
partida perdida y arrastran a su pueblo
y a los pueblos bajo su influencia