28/10/2018
NOTICIA.
El candidato derechista Jair Bolsonaro gana las elecciones presidenciales de
Brasil.
Brasil. El retorno a un oscuro pasado
Con el 55%
de los votos el candidato de la derecha Jair Bolsonaro, del Partido Social
Liberal, ganó las elecciones presidenciales en Brasil tras imponerse sobre el
candidato de izquierda Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores con el
44%. Bolsonaro obtuvo más de 55 millones de votos y Fernando Haddad 44 millones.
El Partido
de los Trabajadores (PT) gobernó Brasil con Lula da Silva y Dilma Rousseff
desde el año 2003 hasta el 2016, en el que Dilma Rousseff fue destituida
procesalmente de la presidencia sucediéndole interinamente Michel Temer.
En sus años
de gobierno el PT orientó su acción política hacia
la distribución de la
riqueza entre los clases más desfavorecidas y a resituar a Brasil en el
escenario internacional como una potencia emergente pasando a engrosar el Club
de los BRICS.
La crisis
económica del 2008 acabaría con las perspectivas de crecimiento de Brasil, y el
PT entraría en una fase de declive político. El problema estructural de la
corrupción política, que llegaría a salpicar a miembros del PT, posibilitaría
que los sectores derechistas enquistados en la judicatura diesen un golpe de
Estado blando, con la destitución de Dilma Rousseff y el encarcelamiento del
carismático Lula da Silva. Tras esta operación política de los poderes fácticos
seculares de Brasil, el crédito del PT quedaría gravemente resentido.
La
mayoría de la población de Brasil sigue anhelando un cambio que sitúe a Brasil
en el camino de la prosperidad y la justicia social, y lo ha hecho
subjetivamente en un giro político derechista, pero que objetivamente encaminará
a Brasil a un mayor atraso y relegación internacional como nación soberana.
Los
sectores derechistas en América Latina tienen ya una larga historia de cuales
son sus prioridades, y centenariamente han sido perpetuar el poder de
oligarquías que anteponen sus particulares intereses a los de la nación,
subordinándose a la política neocolonial de EEUU.
Tras la
victoria de Bolsonaro, Brasil, una nación que por su potencial en
recursos y por sus dimensiones territoriales y demográficas debiera aspirar a
ser una potencia económica y tener un papel destacado en
la esfera
internacional, está abocada, al igual que Colombia y Argentina con gobiernos
también derechistas, a ser un país títere de EEUU.
Brasil se
adentra ahora por unos años en una etapa oscura, pero la misma será transitoria.
Brasil es un país en desarrollo y la tendencia histórica
viene marcada por las aspiraciones de la población de salir de la pobreza y el
atraso, y por recuperar la dignidad como nación en el ámbito internacional,
unos objetivos que la derecha latinoamericana ya ha demostrado históricamente su
incapacidad para lograrlos.