01/12/2020
NOTICIA. El 15/11/2020 los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste
Asiático ASEAN), y Australia, China, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda
suscribieron el Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP).
NOTICIA. El 18/11/2020, los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica) acordaron fortalecer la cooperación económica y comercial en los
próximos cinco años.
NOTICIA. Del 19 al 20 de noviembre de 2020, el Consejo Asesor Empresarial de
APEC (ABAC) celebró en Malasia los Diálogos virtuales de los directores
ejecutivos (Chief Executive Officer CEO), de APEC.
NOTICIA. El 21 y 22/11/2020, los mandatarios de las 20 naciones que componen el G-20,
mantuvieron una cumbre virtual, sobre la situación mundial.
Comentario
La coyuntura económica global para una nueva fase de
desarrollo
El pasado 15/11/2020, después de ocho años del inicio de conversaciones, las 15
naciones de la región de Asia-Pacífico: Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos,
Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia, Vietnam, Australia, China,
Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda, suscribieron el tratado de libre comercio
"Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional" (RCEP), estando
previsto su implementación a partir del 2021, lo que estimulará la cooperación
regional y facilitará la recuperación económica tras la pandemia. Las naciones
que han suscrito el acuerdo, juntas, representan alrededor del 30 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB) Global, y aproximadamente la misma proporción de la
población mundial, lo que le convertirá en el mayor tratado de libre comercio
del planeta. La RCEP irá eliminando de forma progresiva el 90 por ciento de los
aranceles a las importaciones entre los signatarios y establecerá normas comunes
de comercio digital, y comercio y propiedad intelectual; lo que impulsará la
inversión, seguirá integrando las cadenas de suministro e industriales,
protegerá mejor a los inversores y facilitará el movimiento de mercancías,
fondos y personas en la región. El pacto es también una demostración clara de la
voluntad colectiva de los 15 países de rechazar el proteccionismo, reforzar la
cooperación multilateral, fortalecer unos lazos comerciales que ya son muy
estrechos y acelerar la integración y desarrollo económico regional.
En el marco regional de Asia-Pacífico, el 19 y 20 de noviembre de 2020, el
Consejo Asesor Empresarial de APEC (ABAC) celebró en Malasia los Diálogos
virtuales de los directores ejecutivos (Chief Executive Officer, CEO) de APEC,
constituyendo la cumbre la principal reunión de líderes empresariales y
gubernamentales de Asia Pacífico, la reunión de este año se desarrolló en torno
al tema "APEC reinventado prioridades después de COVID-19". Los debates
se centraron en los desafíos más urgentes de la región y del mundo y en la
definición de una hoja de ruta sobre el trabajo conjunto para impulsar el
crecimiento económico después de la pandemia. (Ver artículo anexo).
En otro contexto, los principales mandatarios de los países BRICS (Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica), el 18/11/2020 celebraron por video-conferencia
la XII cumbre del BRICS, en la que acordaron fortalecer la cooperación económica
y comercial en los próximos cinco años, comprometiéndose a salvaguardar el
sistema de comercio multilateral como parte de los esfuerzos para aumentar la
cooperación antipandémica que incluyen objetivos de cooperación en conectividad,
innovación y tecnología de la cadena de suministro, propiedad intelectual,
economía digital, comercio de servicios, y la mejora del entorno empresarial
para el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.
Todos estos eventos tuvieron un remate el 21 y 22/11/2020, con la celebración de la
cumbre del G-20, en la que los mandatarios de las 20 naciones que lo componen
abogaron por una respuesta conjunta a la pandemia de la Covid-19, y la
revitalización de la economía mundial.
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La acentuación de la pandemia de la Covid-19 está creando una gran
incertidumbre a escala global tanto desde el punto de vista sanitario como
económico. La multitud de cumbres celebradas en el plazo de una semana es un
reflejo evidente de esa situación. Todos los eventos han estado presididos por
un discurso en el que los valores de la colaboración entre naciones y la
apertura económica han destacado como fundamentos de lo que tiene que ser la
nueva andadura global tras la recuperación de la pandemia.
Sin embargo, no todos participan con el mismo entusiasmo de lo que debería ser
el establecimiento de unas relaciones de confianza entre las naciones. Quienes
más alto han proclamado la instauración de una cultura de apertura, colaboración
y futuro global compartido han sido las potencias que firmemente creen en ella,
como han sido China y Rusia, mientras que las potencias occidentales lo hacen
con muy poca convicción.
EEUU, en medio de una transición de gobierno caótica, ha participado en la
cumbre de la APEC y del G-20, sin recurrir a su retórica de proclamarse como la
nación que tiene liderar el mundo,
como lo hizo Donald Trump en su alocución en la última Asamblea General de las
Naciones Unidas,
lo que denota que
en los actuales momentos de pandemia
los dirigentes
estadounidenses han captado la percepción política global de que el discurso unilateralista
no es bien recibido.
La UE, se manifiesta partidaria de avanzar hacia el multilateralismo, pero la
forma de entender el mismo no responde a los fundamentos en los que se basa,
como son: la no intromisión en los asuntos internos de otras naciones; el
respeto mutuo, y el beneficio recíproco. El multilateralismo de la UE, como lo
manifestaría el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se basa en el reparto de
influencias geopolíticas entre potencias que le permitan seguir injiriendo en
otras naciones. La intromisión de la UE en los asuntos de Venezuela, Bilorrusia,
Siria, Irak, Afganistán etc., no tiene nada que ver con su proclamas en favor
del multilateralismo.
La pandemia de la Covid-19 está creando una coyuntura en la que la
revitalización económica global va a dar un mayor peso al espacio Asia-Pacífico,
por la coincidencia de tres factores, 1º. ser una de las regiones del mundo
donde menor incidencia está teniendo la pandemia de la Covid-19; 2º. la
aprobación por las 15 naciones de la región de Asia-Pacífico del mayor tratado
comercial global (RCEP), y 3º. por ser la región destinada a constituirse en el
mayor mercado de consumo mundial, principalmente por el enorme avance de China
en la instauración de una sociedad modestamente acomodada para sus 1400
millones de habitantes, y con una población de más de 400 millones con un nivel
medio de ingresos en ascenso que irá concentrado gran parte de la demanda
efectiva global.
Fecha mapa: 22/11/2020. Elaboración propia.
El último informe del 02/12/2020 de
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE), prevé que para el próximo año la
economía mundial crecerá un 4,2%, al que China contribuirá con
más de un tercio del total,
siendo el único país que este año experimentará un
crecimiento del PIB cifrado en un 1,8% y de un 8% en el 2021 que permitirá
situar el PIB global en niveles pre-pandémicos.
Estimación según la OCDE del crecimiento del PIB (%)
La reordenación de los espacios económicos comerciales
necesariamente tendrá que afectar al uso de las diferentes divisas en el pago de
la transacciones comerciales en las que el dólar representa en la actualidad el
80% de las mismas. Resulta paradójico que en el mayor espacio de libre comercio
mundial formado por las 15 naciones que integran el nuevo tratado (RCEP) en el
que no está EEUU, el dólar pueda seguir siendo la moneda principal de pago.
*
Necesariamente, la nueva andadura económica tendrá que alumbrar un nuevo sistema
de pago comercial global, que no esté sustentada en la hegemonía de una sola
moneda sino en la representación ponderada de las más importantes que conforman
el comercio internacional, pero tal cuestión solamente será posible sobre la base de un consenso internacional derivado del empuje
comercial de nuevas potencias económicas que puedan dar una estabilidad a la
economía mundial.
Parece evidente que tras el impacto que está teniendo la pandemia de la Covid-19
en la economía mundial la filosofía que debe prevalecer en la recuperación
debiera estar basada en la colaboración y la apertura de las naciones hacia un
proyecto multilateral de integración económica mundial, que relegue la hegemonía
y el unilateralismo estadounidense vigente desde los acuerdos de posguerra de
Bretton Woods; sin embargo, EEUU no está preparado para un cambio de esa
naturaleza. El sistema estadounidense está anclado a un pasado del que se
resiste a abdicar. La prueba más evidente es el aferramiento del electorado a
una gerontocracia política que representa el inmovilismo del pasado sin que
existan por ahora fuerzas sociales internas con capacidad renovadora que puedan
hacer cambiar esa situación.
Las sociedades de las diferentes naciones, según el momento histórico que les
toque vivir, pueden ser pasivas a los cambios, reactivas a los mismos o
proactivas. En el momento actual las fuerzas proactivas en favor de un
destino compartido de las naciones están lideradas por China como reflejo
del dinamismo de su sociedad en favor de la apertura y la innovación, mientras
que las fuerzas reactivas se concentran en EEUU en favor del unilateralismo como
reflejo de su ideología de la dominación global. En esta coyuntura, la mayoría
de las naciones se sitúan en un estado pasivo, pero es muy probable que la
sucesión de acontecimientos que necesariamente se irán produciendo en esta nueva
fase de desarrollo económico global, vayan reactivando a las
respectivas sociedades en favor de un mundo de colaboración y progreso.
Artículo anexo
Intervención en el Diálogo con CEO
de APEC
(Xi Jinping, Presidente de
la República Popular China)
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*Cuadro anexo
Fuente FMI. Wikipedia. Elaboración propia.