(Enero 2012)
NOTICIA.
China se opone firmemente al uso de la fuerza militar contra Irán o
Siria.
Paz y desarrollo o
confrontación entre naciones, dos estrategias que definirán las
relaciones internacionales en la presente década
EEUU sigue tratando a
los países como si éstos debieran desarrollar sus políticas subordinados
a sus intereses y, si no se avienen a sus dictados, recurre a la amenaza
y las campañas mediáticas de desprestigio internacional. En el mundo hay
muchos países que se someten a esta política de reconocer a EEUU como el
jefe mundial; caer en esa trampa una vez, es situarse en una posición
más débil ante la siguiente. EEUU hasta ahora ha tenido éxito en esta
política de acoso con países pequeños como Cuba al que lleva castigando
más de medio siglo con un bloqueo y asedio económico ilegitimo e ilegal;
a otros países, como Irán o Venezuela trata de someterlos creando un
cinturón de países hostiles, el éxito de esta estrategia se basa, pues,
en conseguir que otros países se avengan a actuar como intermediarios de
la política ofensiva de EEUU.
La
forma que tiene de debilitar a China es intentar enemistarlo con los países
vecinos. La fortaleza de China y el conjunto de países en desarrollo en el área
internacional se basa en evitar que prosperen las intrigas de EEUU fortaleciendo
sus relaciones en favor de la paz, el diálogo y el desarrollo.
En el
mundo se conforman dos estrategias claramente definidas en las relaciones
internacionales, la de EEUU y sus aliados basadas en sembrar la discordia entre
naciones, y la de los países que aspiran a su desarrollo basada en promover el
entendimiento, pues solo en un clima de paz y de colaboración es posible un
desarrollo económico y social sostenible en el tiempo. Esta segunda corriente,
si los países emergentes son capaces de no caer en las trampas de EEUU, tiene
más posibilidades de imponerse en el medio plazo y con ello, si EEUU pierde la
baza estratégica de la confrontación, tendrá que avenirse a ser una gran nación
que base sus relaciones internacionales en los principios de la coexistencia
pacífica y no en la búsqueda permanente de la hegemonía mundial. La Paz y el
desarrollo o la confrontación entre naciones serán las dos estrategias que
definirán las relaciones internacionales en la presente década.