09/10/2016
NOTICIA.
El 08/10/2016 el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) fracasó en su
intento de consensuar una resolución sobre el conflicto sirio.
La cultura cínica
El 08/10/2016 el Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) reunido de urgencia a petición de Francia
para tratar sobre el conflicto sirio, particularmente sobre la situación de la
guerra en Alepo no consiguió consensuar una resolución sobre la forma en la que
se debe prestar la ayuda humanitaria a la castigada población de Alepo.
El CSNU trató sobre dos
resoluciones, una presentada por Francia y España y otra presentada por Rusia.
La propuesta de resolución presentada por Francia y España, demandaba que se
suspendieran los ataques aéreos sobre Alepo, y la resolución preparada por Rusia
pedía a todas las partes cesar las hostilidades y abrir el acceso a la ayuda
humanitaria, siendo la resolución franco española vetada por Rusia y la
de Rusia por Francia. Los miembros del CSNU con derecho a veto se dividieron en
dos bloques, Francia, Gran Bretaña y EEUU se alinearon con la resolución
presentada por Francia/España, y Rusia y China con la presentada por Rusia.
El texto redactado por Rusia,
apoyaba la iniciativa propuesta por el representante de la ONU para asuntos
sirios, De Mistura, de retirar a los combatientes del Frente al Nusra de la
ciudad de Alepo (a la que el propio De
Mistura se había ofrecido a encabezar como "escudo humano” para asegurar la
salida sin riesgos de los jihadistas), la resolución instaba
también a implementar los acuerdos sobre Siria pactados entre EEUU y Rusia el 9
de septiembre sobre un alto el fuego. Sin embargo, previamente a la reunión del
CSNU el representante de EEUU ya había anunciado que estaba en contra de
desvelar el texto de los acuerdos suscritos con Rusia al CSNU, por lo que no se
pudo entrar a considerar tal cuestión.
El enviado de China elogió el
proyecto de Rusia por pedir el cese de las hostilidades, abrir el acceso
humanitario, reforzar la lucha contra el terrorismo y apoyar al enviado especial
de la ONU sobre Siria Staffan de Mistura. Sobre el proyecto de resolución de
Francia indicó que "no refleja el respeto pleno de la soberanía, la
independencia, la unificación y la integridad territorial de Siria".
El representante del gobierno de
Siria presente en la reunión acusó a Francia de usar la crisis siria para
vulnerar al Gobierno de Damasco, en un intento de restaurar su influencia
colonial, instrumentalizando para ello a los insurgentes armados a su favor.
Para el embajador sirio, el no a la iniciativa rusa mostró la falta de voluntad
política de quienes se oponen a una solución política para el conflicto en
Siria, mostrándose más preocupados por evitar la derrota del Frente Fath al-Sham
(antiguo Frente Al-Nusra), aunque su intervención no fue escuchada por los
representantes del Reino Unido, Francia, Ucrania y Estados Unidos que
abandonaron previamente la sesión del (CSNU), en un gesto de rechazo al gobierno
sirio, y de supuesta solidaridad con la victimas de Alepo. Sin embargo, los
atribulados representantes de estos países no tuvieron ninguna palabra de
condena contra la masacre de 140 personas en Saná capital de Yemen en un ataque
ese mismo día de la coalición encabezada por su fiel aliado, Arabia Saudita, en
un bombardeo contra una sala fúnebre.
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La doble moral, los dobles
raseros, la división de las bandas armadas en moderadas y radicales en función
de si son afines o no a los intereses de EEUU, Francia, Gran Bretaña, Arabia
Saudita e Israel; el apoyo a las guerras como la de Yemen que callan en función
de los mismos intereses, han ido formando en Occidente una cultura
política cínica proyectada a la
ciudadanía por los dirigentes políticos de los principales partidos y medios de
comunicación occidentales.
En el Oriente Medio y el norte
de África, los hechos objetivos en los años transcurridos de este siglo, es que
se han sucedido una serie de guerras que han traído la devastación y muerte a
toda la región: Afganistán; Irak, Siria, Yemen; Libia; en todas ellas, EEUU y,
según los casos, países aliados han estado involucrados como agentes agresores.
EEUU invadió Afganistán; luego Irak, y después intervino militarmente sin
respaldo legal del CSNU en Libia, Siria y Yemen, sus intervenciones militares
siempre han venido precedidas de campañas mediáticas justificando sus
intervenciones en nombre de combatir a tiranos, pero la realidad es que las
guerras patrocinadas por este país en la región han dejado cientos de miles de
muertos en Afganistán, Irak y Libia, y han desestabilizado la región creando un
éxodo de millones de refugiados.
No le ha importado a EEUU que en
el transcurso del tiempo se hayan desvelado los engaños para justificar las
agresiones, como las armas de destrucción masiva en Irak, ni que sus acciones
militares sean desde el punto de vista internacional ilegales como lo fueron la
de Irak y Libia, y lo es ahora su presencia militar en Siria y Yemen, para el
representante de EEUU de asuntos exteriores John Kerry nada de lo acontecido
tiene importancia y se cree investido con la
autoridad para acusar a Rusia y Siria de crímenes de guerra, sin embargo sobre
EEUU, única nación que ha estado presente en todas las guerras importantes
habidas desde el final de la Segunda Guerra Mundial, no pesan acusaciones
formales de crímenes de guerra, y en caso de que pudiera existir algún caso,
ningún tribunal internacional es competente para enjuiciarlo, ya que por el
concepto de inmunidad soberana estadounidense
solamente puede serlo por el propio EEUU.
El presidente de EEUU Barack
Obama ha hecho de la retórica
cínica una parte importante de su
discurso. En el presente año, ha protagonizado tres eventos donde ha mostrado el
cinismo con el que se puede actuar. En su visita a Cuba, sin disculparse por el
asedio de medio siglo de EEUU a Cuba y con la cárcel de Guantánamo a sus
espaldas, no dudó en hablar de derechos humanos en el discurso de su visita. Lo
mismo hizo en su visita a Vietnam, no consideró necesario pedir perdón por la
guerra de agresión de EEUU contra ese país que causó dos millones de muertos, ni
por la guerra química del agente
naranja cuyas secuelas aun la
padecen miles de personas; como si nada hubiera ocurrido, Obama habló de
derechos humanos a las víctimas de la guerra. Sin embargo, en su visita a Arabia
Saudita en su reunión con los representantes de la monarquía absolutista saudita,
no hubo ninguna mención a los derechos humanos, cuando este país es regido en
propiedad por la monarquía de los Saud, no existen ciudadanos sino súbditos sin
derecho a voto, y la mujer está totalmente sometida al varón, pero Arabia
Saudita es el principal país árabe aliado en la región del golfo pérsico y, por
ello, Obama, calló. Tampoco ningún gran medio occidental se hizo eco de su
silencio.
La cultura
política cínica en su proyección
internacional se sustenta en la autoarrogada supremacía occidental, herencia del
pasado cultural colonial, que le otorga "el derecho" a injerir en otros países.
Los principales medios de comunicación occidentales informan de la política
internacional apoyados en fuentes de información de organizaciones creadas al
servició del discurso neocolonial, despreciando cualquier otra fuente que no
coincida, como sucede en Siria, con el relato occidental. Sorprende la facilidad
con la que, quienes teniendo un pasado político plagado de mentiras en la
justificación de sus injerencias en otros países como es el caso de Occidente en
el Oriente Medio, restauran su credibilidad mediática entre la ciudadanía
occidental, gracias a unos medios de comunicación que hacen de la información un
instrumento de formación de masas.
Tras el fracaso de la tregua
acordada en Siria por EEUU y Rusia que debiera haberse implementado en la semana
del 12/09/2016 al 19/09/2016, la batalla de Alepo se ha traslado en el ámbito
internacional a una guerra mediática contra Rusia y el gobierno Sirio. La
presentación por parte de Francia y España del proyecto de resolución al CSNU
para que Rusia y Siria dejaran de combatir desde el aire a las bandas armadas,
ha formado parte de esa batalla. Francia, EEUU y Gran Bretaña, sabían de
antemano que la resolución no tenía posibilidades de ser aprobada, ni tan
siquiera han intentado consensuar con la parte Rusa una resolución unitaria que
pudiera prosperar basada en el cese total de las hostilidades como proponía
Rusia, porque el fracaso de la misma formaba parte del guión mediático.
Sin embargo, estas estratagemas
no van a cambiar las cosas en el frente de batalla, y las maniobras de
desprestigio contra Rusia, solo contribuyen a aumentar la desconfianza. Rusia
lleva anotadas en los últimos meses una serie de acciones por parte de las
potencias occidentales que considera inamistosas cuando no hostiles. A las ya
existentes sanciones, se ha venido a sumar: la considerada por el gobierno ruso
de injusta y discriminatoria exclusión de atletas rusos de los últimos juegos
olímpicos; el informe sobre el caso del derribo del avión del vuelo MH17 de
Malaysia Airlines, calificado por la autoridades competentes rusas de político y
no técnico; las infundadas, por no presentar pruebas, acusaciones de acciones militares de
Rusia en Siria contra población civil. Una lista que no hace sino incrementar la
sospecha de los gobernantes de Rusia respecto a las intenciones occidentales,
las cuales empieza a considerar como antesala de un posible ataque a mayor
escala de la OTAN contra Rusia, en continuidad de las agresiones históricas
occidentales contra Rusia en el siglo XIX por Francia y el XX por Alemania, lo
cual le induce a aumentar su preparación para la guerra.
El hecho de que políticos
irresponsables exporten la guerra a otros países, mientras que la paz no se ve
alterada en los países propios, es tolerada, hasta ahora, por la mayoría de la
ciudadanía occidental. Sin embargo, hay que considerar que la ciudadanía
occidental no está preparada para una guerra de agresión contra Rusia por el
grado de devastación mutua que conllevaría. La paz es el bien más preciado y
solo se valora cuando se pierde. Rusia, quiere una convivencia pacífica con
occidente en base al respeto de los intereses respectivos; no quiere la guerra,
pero no ha existido en la historia contemporánea pueblo como el ruso con la
capacidad para sobreponerse a las guerras que le han impuesto desde fuera. Tal
vez ese es el mayor poder disuasorio de Rusia para que nadie ose una aventura
militar contra ese país, y es lo que contiene a las potencias occidentales de
iniciar una confrontación contra Rusia en Siria.