07/04/2017
NOTICIA. En la noche del
jueves al viernes del 07/04/2107, EEUU lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk
desde los buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de
Shairat en la provincia siria de Homs.
La quiebra del orden internacional de
posguerra
El ataque de la noche del jueves al viernes del 07/04/2107,
de EEUU contra la base aérea de Shairat en la provincia siria de Homs con
misiles de crucero dejó un saldo de seis soldados sirios muertos. El ataque
supone una represalia al supuesto uso de armas químicas en Jan Sheihun del que
Washington culpa a Damasco, que dejó 86 muertos y más de 100 heridos.
El ataque con armas químicas está sin esclarecer. EEUU y
los países que forman la alianza internacional contra el Estado Islámico,
sin presentar ninguna prueba han culpado al gobierno sirio
de ese ataque, sin
embargo, el gobierno sirio niega toda implicación en los hechos. El portavoz de
la Presidencia rusa afirmó que "el Ejército de Siria no dispone de armas
químicas" y recordó que la Organización para la Prohibición de las Armas
Químicas (OPAQ) había confirmado la destrucción del arsenal sirio
correspondiente.
La atribución del ataque químico al gobierno sirio no solo
carece de pruebas sino de toda lógica, pues, ¿cómo es posible que el gobierno
sirio pueda ordenar tal ataque, cuando es notorio que los resultados del mismo
se van a volver en su contra?
La realidad de los hechos conocidos es
que existía un arsenal
de armas químicas y las mismas se han utilizado, bien como consecuencia de una acción
deliberada o porque un ataque al citado almacén las ha activado. Pero ante la
falta de evidencias de que bando en conflicto era el arsenal químico y como se
produjo la detonación de las armas químicas, lo más prudente hubiera sido una
investigación por la (OPAQ), pero no ha sido así, una vez más EEUU alegando que
poseía pruebas irrefutables que acusaban al gobierno sirio aunque todavía no ha
presentado ninguna, se considera con la autoridad para agredir un país sin
mandato del CSNU y, una vez más, al igual que aconteció en Irak, a través de un
enorme aparato de propaganda que eleva la especulación a la categoría de prueba,
hace tragar a la ciudadanía occidental las ruedas de molino de la sinrazón de
una supuesta maldad intrínseca del régimen sirio que le induce a buscar la
sangre de inocentes.
Si el ataque químico carece de toda justificación, el
ataque estadounidense supone traspasar todas las líneas rojas de la legalidad
internacional. EEUU con este ataque ha dado a entender que está por encima de la
ONU, que es el soberano internacional para juzgar y castigar a quien se oponga a
sus dictados.
La fecha elegida tampoco ha sido elegida al azar, el
07/04/2017, tiene lugar la primera reunión del presidente de China Xi Jinping
con el de EEEU Donald Trump. Sobre la mesa de la reunión hay un mensaje de fondo
de EEUU a China: EEUU no necesita del acuerdo de la ONU para realizar
agresiones militares, un mensaje que está en consonancia con las palabras
pronunciadas semanas atrás por el secretario de Estado Rex Tillerson al afirmar
que EEUU impediría a China utilizar las islas artificiales que construye en
el mar meridional de China, y supone también una advertencia a China sobre
una posible intervención estadounidense en Corea del Norte, sin contar con el
consenso de nadie.
Con este ataque EEUU rompe también con la colaboración que
tenía en Siria con Rusia para evitar incidentes no deseados en los operativos
aéreos. La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, afirmó el 07/04/2017
que la parte rusa “suspende el memorando con Estados Unidos suscrito en
octubre del 2015 para la prevención de incidentes y seguridad de los vuelos
durante las operaciones en Siria”, y afirmó que a Rusia le consta que el
bombardeo ya estaba planeado de antemano por la Casa Blanca contra Siria para "hacer
una demostración de fuerza".
Este ataque supone también un cambio en la política
exterior de EEUU anunciada por Donald Trump, que le llevaría incluso a afirmar
en noviembre del 2015 tras ser elegido presidente: “Estamos a favor de la
cooperación y no de los conflictos". "Vamos a poner en primer lugar los
intereses de EEUU, vamos a ser honestos con todo el mundo, con todos los pueblos
y naciones". Con toda probabilidad, el cambio en la política exterior ha
sido consecuencia de las rivalidades internas en la cúpula dirigente
estadounidense en la que han triunfado las tesis globalistas frente a las
nacionalistas que auparon a Donald Trump a la presidencia. Con ello Donald Trump
da un giro a su política, para situarse en la línea continuista en política
exterior de la administración de Barack Obama, y hundirse en el discurso cínico
que tanto criticó a su oponente a la presidencia Hillary Clinton.
En esta afrenta al orden de posguerra del que surgió la ONU
como equilibrio de potencias y encuentro de todas las naciones del mundo, la
actual ONU, muestra su rostro pusilánime mirando para otro lado cuando se
vulnera el derecho internacional atacando a un país soberano, a la vez que la
margina de su papel de garante del derecho internacional basado en la no
agresión sin autorización del CSNU, un pusilanimidad que ya viene de atrás pues
jamás ha condenado la ilegal actuación militar aérea en territorio sirio de la
coalición internacional liderada por EEUU.
EEUU ha dejado claro que la ONU ya no representa el
equilibrio de potencias del orden internacional surgido tras la Segunda Guerra
Mundial, si ese equilibrio quedó roto a finales del siglo XX tras las
desaparición de la URSS, ahora, al igual que lo hizo con la invasión de Irak, la
ONU a quedado relegada al papel secundario de asuntos menores, y con ello, ha
dejado de ser garante de la paz mundial.
Considerando que con este ataque, EEUU lanza el mensaje a
las naciones que no aceptan su tutela de que pueden ser agredidas sin mediar
aviso, como respuesta solo les queda a estas naciones la claudicación o el
rearme. Pero, ni China ni Rusia van avenirse a un tutelaje y otras naciones que
hacen de la soberanía su valor más preciado tampoco, por lo que este ataque va a
marcar un antes y un después en la política de rearme mundial.
Aunque es presumible que la respuesta de Rusia y China sea
mesurada a la espera de posibles nuevas acciones unilaterales por parte de EEUU,
en términos militares la relación entre grandes potencias sigue rigiéndose por
la ecuación: a mayor desconfianza mayor rearme.
La actual emergencia de China y Rusia
en el área internacional y que en un proceso de años debería llevar a la
formación de un mundo multipolar en el
que EEUU participaría como una potencia más, no parece que vaya a estar exento
de conflictos.
Ese mundo multipolar que debiera devolver a
la ONU su protagonismo central en la marcha de los asuntos mundiales, y que
podría dar lugar a un nuevo estadio de confianza en el que abordar
el desarme nuclear global ha quedado
el 07/04/2017, más lejos.