22/09/2021
NOTICIA. La Asamblea General de la ONU celebra el Debate General del 76º
Período de Sesiones
El nuevo mundo que la humanidad necesita
El Debate General del 76º Período de Sesiones de la Asamblea General de las
Naciones Unidas ha estado caracterizado por la intervención de numerosos jefes
de Estado del Mundo, entre los que ha destacado por su importancia Mundial, El
Presidente de EEUU, Joe Biden, y el Presidente de China, Xi Jinping.
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Los aspectos más relevantes de la intervención de Joe Biden, hicieron énfasis
en dos puntos relevantes: la nueva diplomacia a nivel global, y el Cambio Climático
Sobre la Nueva Diplomacia resalto:
Estados Unidos se está abriendo a una "nueva era de diplomacia" tras
poner fin a un conflicto de dos décadas con la retirada de Afganistán.
"Hemos terminado 20 años de conflicto en Afganistán y al cerrar esta era de
guerra implacable, estamos abriendo una nueva era de diplomacia implacable".
Refiriéndose a los 20 años de permanencia de las tropas en territorio afgano,
Biden dijo que el poder militar de su país debe ser "el último recurso".
"El poder militar estadounidense debe ser nuestra herramienta de último
recurso, no la primera, y no debe utilizarse como una respuesta a todos los
problemas que vemos en todo el mundo. De hecho, hoy en día, muchas de nuestras
mayores preocupaciones no pueden resolverse ni abordarse con la fuerza de las
armas.
Sobre el Cambio Climático expreso:
"Los eventos climáticos extremos que hemos visto en todas partes del mundo, y
todos ustedes lo saben y lo sienten, representan lo que el secretario general ha
llamado acertadamente ‘un código rojo para la humanidad’. Los científicos y
expertos nos dicen que nos estamos acercando rápidamente a un punto sin retorno
en el sentido literal".
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Sobre el primer punto, Joe Biden en la tradición estadounidense de hipocresía en
su discurso mundial hizo de la necesidad virtud.
La derrota del imperialismo militar de EEUU en Afganistán y su imposibilidad
histórica de seguir por ese camino, la transformó, "en una conversión genuina de
EEUU en una potencia amante de la diplomacia implacable", que
paradójicamente sigue su acoso económico y diplomático
implacable a las naciones que no se someten a su Tutela: Rusia; China;
Venezuela; Cuba; Irán..., y mantiene su apoyo a la guerra de agresión de su fiel
aliado la despótica monarquía absolutista de Arabia Saudita,
en Yemen, el país
más pobre del mundo árabe, en el que los niños son las principales victimas de
la guerra por desnutrición, sin ningún derecho humano por parte del agresor que
los proteja.
¿Qué mejor tribuna que la ONU para intentar dar legitimidad a un mensaje tan hipócrita y ruin?, al que respondería el representante de
cuba en la ONU, acusando a EEUU, de carecer de legitimidad para hablar de la paz
global. Esa legitimidad se la tiene que ganar con hechos en un proceso histórico
de años.
EEUU de la noche a la mañana pretende que el mundo se crea que ha cambiado su
naturaleza de potencia militar agresora por la de una nación de paz, pero a
pesar del enorme
aparato mediático occidental que respalda el cinismo de Joe Biden, EEUU una vez
más
subestima la capacidad de discernimiento de las fuerzas
progresistas universales al pensar que puede hacer "digerir
intelectualmente tan voluminosa e incongruente "rueda de molino".
En la parte del discurso de Joe Biden referente al Cambio Climático, también se
manifiesta vaguedad e incongruencia en el mismo. Joe Biden manifiesta una gran
preocupación por este problema pero no ofrece ninguna meta concreta sobre el año
que EEUU se compromete alcanzar la neutralidad en las emisiones de carbono.
En su discurso, Joe Biden ha dejado claro que Occidente es rehén de su pasado
cultural imperialista de dictar al resto del mundo sus propias reglas, y no
tiene capacidad para elaborar el discurso universalista que precisa en la
actualidad la humanidad para abordar los problemas comunes, y esa incapacidad
anuncia el declive intelectual occidental.
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El nuevo discurso orientado hacia una
nueva civilización global de un futuro compartido basada en la colaboración
de las naciones emerge con fuerza desde Oriente y queda meridianamente claro en
el discurso ante la ONU del Presidente de China Xi Jinping.
(Traducción)
Intervención de Xi Jinping, Presidente de la República Popular China
en el Debate General del 76º
Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas
21 de septiembre de 2021
Afianzar la confianza y superar juntos las dificultades coyunturales para
construir un mundo mejor
Sr. Presidente:
El 2021 es un año sumamente extraordinario
para el pueblo chino. Este año marca el centenario de la
fundación del Partido Comunista de China (PCCh) y el
50o aniversario de la recuperación del escaño legítimo de la
República Popular China en la Organización de las
Naciones Unidas (ONU). China va a celebrar solemnemente
este acontecimiento histórico. Vamos a seguir realizando activos
esfuerzos por impulsar la cooperación China-ONU a
ascender a nuevos peldaños y aportar sin cesar
nuevas y mayores contribuciones a las nobles causas de la
ONU.
Sr. Presidente,
Hace un año, los líderes de diferentes países
asistimos a las reuniones de alto nivel en el marco
del 75o aniversario de la fundación de la ONU y
emitimos una declaración, comprometiéndonos a
realizar cooperación para combatir la pandemia,
responder juntos a los desafíos, persistir en
el multilateralismo y reforzar el papel de la ONU, en favor
del futuro común de las presentes y futuras generaciones.
A lo largo de este año, la pandemia de COVID-19 se
enmarca en una situación mundial
cambiante inédita en una centuria. Los
pueblos de todos los países
tienen aspiraciones más vehementes a la paz y
el desarrollo, reclamos más fuertes por la equidad y la
justicia y compromisos más firmes con la cooperación y la ganancia compartida.
Actualmente, la continua propagación de la
pandemia por el mundo ha dejado a
la sociedad humana profundamente cambiada. El mundo
se ha adentrado en un período repleto de nuevas
turbulencias y transformaciones. Corresponde a todos
y cada uno de los estadistas responsables responder a
los interrogantes de
nuestro tiempo y tomar la decisión histórica con confianza,
valentía y compromiso.
Primero, debemos vencer la pandemia y ganar esta batalla decisiva crucial
para el futuro de la humanidad. La historia de las civilizaciones del mundo
es también una de lucha contra las pandemias. Los seres humanos siempre logramos
mayor desarrollo y progreso en medio de la constante superación de los desafíos.
Pese a su ferocidad, venceremos
esta pandemia tarde o temprano.
Nos es menester poner la vida y el pueblo por encima de todo y cuidar como es
debido la vida, los valores y la dignidad de cada uno. Es imperativo hacer valer
el espíritu científico, adoptar una actitud científica y acatar las leyes
científicas. Necesitamos seguir los protocolos de prevención y control
rutinarios y precisos y tomar medidas de emergencia, así como combinar la
respuesta a la pandemia con el desarrollo socioeconómico. Y nos incumbe mejorar
la respuesta global coordinada a COVID-19 a fin de minimizar el riesgo de
propagación transfronteriza del virus.
Las vacunas son nuestra arma poderosa contra la pandemia.
He reiterado en varias ocasiones que es preciso hacer de las vacunas
bienes públicos globales para garantizar su accesibilidad y asequibilidad para
los países en desarrollo. La prioridad actual es distribuir las vacunas de forma
equitativa y racional a nivel mundial. En este año,
China se esforzará por proporcionar
2 mil millones de dosis de vacunas al mundo
y sobre la base de la donación de 100
millones de dólares a COVAX, donará 100 millones de
dosis de vacunas a otros países
en desarrollo. China seguirá apoyando y participando en el rastreo global
de los orígenes de COVID-19 a base de criterios
científicos y se opone firmemente a las manipulaciones políticas en todas sus
manifestaciones.
Segundo, debemos revitalizar la economía y promover un desarrollo global más
robusto, verde y sano. El desarrollo es la clave para la felicidad del
pueblo. Frente a los duros golpes de la pandemia, nos es necesario trabajar
juntos para conducir el desarrollo global hacia una nueva fase equilibrada,
coordinada e inclusiva. Para tal fin, quisiera proponer una Iniciativa para el
Desarrollo Global:
Persistir en priorizar el desarrollo. Hemos de colocar el desarrollo en
un lugar destacado del marco global de las políticas macroeconómicas, reforzar
la coordinación de políticas entre las principales economías y mantener la
continuidad, la estabilidad y la sostenibilidad de las políticas, en aras de
fomentar asociaciones de desarrollo global más equitativas y equilibradas,
promover una mayor sinergia entre los procesos de cooperación multilateral para
el desarrollo y acelerar la implementación de la Agenda 2030
de la ONU para el Desarrollo Sostenible.
Persistir en un enfoque centrado en el pueblo. Hemos de garantizar y
mejorar las condiciones de vida del pueblo, así como proteger y promover los
derechos humanos mediante el desarrollo, para que el desarrollo sea para el
pueblo y por el pueblo, cuyos frutos se compartan entre el pueblo, y que los
ciudadanos se sientan más felices, beneficiados y seguros, consiguiendo así el
desarrollo integral de la gente.
Persistir en el beneficio generalizado y la inclusión. Hemos de prestar
atención a las necesidades específicas de los países en vías de desarrollo,
apoyarlos, particularmente a los vulnerables con importantes dificultades
mediante formas como la suspensión del servicio de la deuda y la asistencia para
el desarrollo, y enfocar los esfuerzos en abordar el desarrollo desequilibrado e
insuficiente entre y dentro de los diversos países.
Persistir en el desarrollo propulsado por la innovación. Hemos de
aprovechar las oportunidades históricas generadas por la nueva ronda de la
revolución científico-tecnológica y las transformaciones industriales, acelerar
la transformación de los logros científico-tecnológicos a fuerzas productivas
reales, fomentar un entorno de desarrollo científico-tecnológico abierto,
equitativo, justo y no discriminatorio, explorar nuevas fuerzas motrices del
crecimiento económico post COVID-19, y trabajar juntos para materializar un
desarrollo a saltos.
Persistir en la convivencia armoniosa entre los seres humanos y la
naturaleza. Hemos de perfeccionar la gobernanza ambiental global, enfrentar
activamente el cambio climático y construir la comunidad de vida entre los seres
humanos y la naturaleza. Es imperativo acelerar la transición hacia un
desarrollo verde y bajo en carbono y materializar la recuperación y el
desarrollo verdes. China se esforzará por alcanzar la cima de emisiones de CO2
antes de 2030 y la neutralidad de carbono antes de 2060. A pesar de que ello
requiere arduos esfuerzos, hacemos todo lo posible para cumplir estas metas.
China aumentará el apoyo a otros países en vías de desarrollo a desarrollar la
energía verde y baja en carbono y no construirá nuevos proyectos carboeléctricos
en el extranjero.
Persistir en tomar acciones orientadas a los resultados. Hemos de
aumentar las inversiones en el desarrollo y promover prioritariamente la
cooperación en los ámbitos como el alivio de la pobreza, la seguridad
alimentaria, la lucha antiepidémica y las vacunas, el financiamiento
para el desarrollo, el cambio climático y el desarrollo verde, la
industrialización, la economía digital y la interconectividad. Nos es menester
acelerar la implementación de la Agenda 2030 de la ONU para
el Desarrollo Sostenible y construir una comunidad global de desarrollo con un
futuro compartido. China ha anunciado ofrecer 3 mil millones de dólares
adicionales dentro de los próximos 3 años como asistencia internacional para
apoyar a los países en vías de desarrollo en su lucha antiepidémica y
recuperación socioeconómica.
Tercero, debemos reforzar la solidaridad y promover el respeto mutuo y la
cooperación de ganancia compartida al desarrollar las relaciones
internacionales. Un mundo de paz y desarrollo debe abarcar diferentes
civilizaciones y múltiples caminos hacia la modernización. La democracia no es
un derecho especial reservado a un país individual, sino un derecho de todos los
pueblos del mundo. La reciente evolución de la situación internacional ha
demostrado una vez más que la intervención militar por fuerzas externas y la
supuesta transformación democrática son sumamente dañinas. Hemos de realzar los
valores comunes de toda la humanidad como la paz, el desarrollo, la equidad, la
justicia, la democracia y la libertad, y renunciar a los pequeños círculos
excluyentes y el juego de suma cero.
Es difícilmente evitable que haya discrepancias y contradicciones entre los
países, las cuales deben ser abordadas mediante diálogos y cooperaciones a base
de igualdad y respeto mutuo. El éxito de un país no implica necesariamente el
fracaso del otro porque en el mundo caben plenamente el crecimiento y el
progreso conjuntos de todos los países. Debemos persistir en el diálogo en vez
de la confrontación, en la inclusión en lugar de la exclusión, con miras a
construir un nuevo tipo de relaciones internacionales del respeto mutuo, la
equidad, la justicia, la cooperación y la ganancia compartida, ampliar la
convergencia de nuestros intereses y lograr la mayor sinergia posible.
Los chinos siempre continuamos y valoramos el concepto de la paz, la concordia y
la armonía. China nunca ha invadido o atropellado a otros ni buscado la
hegemonía en el pasado, tampoco lo hará en el futuro. Siempre como un
constructor de la paz mundial, contribuyente del desarrollo global, defensor del
orden internacional y proveedor de bienes públicos, China seguirá proporcionando
al mundo nuevas oportunidades con su nuevo desarrollo.
Cuarto, debemos mejorar la gobernanza global y practicar el verdadero
multilateralismo. En el mundo solo hay un sistema, que es el sistema
internacional centrado en la ONU, un orden, que es el orden internacional basado
en el derecho internacional, y un conjunto de normas, que son las normas básicas
de las relaciones internacionales a base de los propósitos y principios de la
Carta de la ONU.
La ONU debe enarbolar la bandera del verdadero multilateralismo y servir como
plataforma central para que los países salvaguarden conjuntamente la seguridad
universal, compartan los logros del desarrollo y tracen entre todos el rumbo
para el futuro del mundo. Necesitamos esforzarnos por estabilizar el orden
internacional, aumentar la representatividad y el derecho a la voz de los países
en vías de desarrollo en los asuntos internacionales y tomar la delantera en
promover la democratización de las relaciones internacionales y el imperio de la
ley en ellas. Nos es menester impulsar de manera equilibrada el trabajo en los
tres terrenos de seguridad, desarrollo y derechos humanos, establecer agendas
comunes, concentrarnos en los problemas destacados y tomar acciones concretas, a
fin de que todas las partes cumplan efectivamente sus compromisos con el
multilateralismo.
Señor Presidente,
El mundo se encuentra otra vez ante
una encrucijada histórica. Estoy convencido de que
la tendencia de la paz, el desarrollo y el progreso de la humanidad
no se detendrá. Que reforcemos la confianza, enfrentemos entre todos las
amenazas y los desafíos globales y trabajemos juntos para construir la comunidad
de futuro compartido de la humanidad y un mundo mejor para todos.