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Crítica política sobre noticias de actualidad en el mundo

Una visión geopolítica en favor del respeto entre naciones, la integración económica mundial y la armonía con el medioambiente

Autor

Seudónimo: Saint Just

Artículos


 24/03/2023

 

NOTICIA. El 22/03/2023 concluyó la visita de Estado a Rusia del Presidente Chino Xi Jinping.

La nueva era

( The new age ) ( Новый век ) ( 新时代 )

 

Del 20 al 22/03/2023 tuvo lugar en Moscú la visita de Estado a Rusia del Presidente Chino Xi Jinping.

El encuentro entre el Presidente Ruso Vladimir Putin y el Presidente Chino Xi Jinping, así como las reuniones de las delegaciones de ambas naciones compuestas por los máximos representantes en asuntos políticos, económicos y militares transcurrieron en un clima cordial y amistoso fruto de un largo camino de más de diez años de buenas relaciones entre ambos Estados, periodo en el que Xi Jinping y Vladimir Putin se han reunido varias veces en sus respectivos países y han mantenido regularmente encuentros personales por video-conferencia.

El conflicto ruso ucraniano-OTAN

La visita de Xi Jinping tuvo especial importancia por coincidir en un momento álgido de la confrontación militar de Rusia contra las autoridades ucranianas, y contra todos los países de la OTAN, en el plano económico, político, energético y logístico de suministro de armas al ejército ucraniano.

Las expectativas creadas sobre el denominado plan de China para una solución a las hostilidades, estuvo en la agenda de ambos presidentes. En realidad, este plan no es tal, pues no presenta ninguna hoja de ruta concreta, sino que se trata de una declaración de principios, o como lo definió cuando lo publicó el Diario del Pueblo de China, que no se trataba de un plan sino de la posición política de China respecto del conflicto.

Esta posición política se sustenta en el deseo de China de que se alcance la Paz a través de negociaciones en las que se tengan en cuenta las aspiraciones de seguridad de las partes.

Por otra parte, China ha realizado un llamamiento a EEUU a que de deje de formar parte del conflicto, para que las partes puedan decidir, pues sino, las conversaciones que pudieran resultar de Rusia y Ucrania, no tendrían ningún valor, al igual que no lo tuvieron los acuerdos de Minsk del 2014, y que en un sorprendente acto de sinceridad el 08/12/2022 la excanciller Ángela Merkel reveló que cuando se firmaron los acuerdos de Minsk, siendo garantes de los mismos: Alemania, Francia y Reino Unido, no existía ninguna voluntad de cumplirlos, sino que fue una estratagema de la OTAN para ganar tiempo y rearmar a Ucrania, palabras que posteriormente serían ratificadas a finales del 2022 por el expresidente francés Francois Ollande (2012-2017), en unas declaraciones a Kyiv Independent.

A quienes claman por un acuerdo entre Rusia y Ucrania, habría que preguntarles, a que tipo de acuerdos se refieren, cuando los gobernantes ucranianos han demostrado que no son confiables y que están supeditados a los dictados de las potencias de la OTAN, por lo que cualquier negociación, de haberla, tendría que ser, no con el gobierno de Kiev, sino con sus patrones particularmente con EEUU.

Es imposible llegar a ningún acuerdo mientras el gobierno tramposo de Kiev no cambie, y EEUU se mantenga neutral en este conflicto. China es consciente de esa realidad y de ahí la advertencia a EEUU, para qué deje de formar parte del conflicto.

Desde la sucesos del Maidán en 2014 que culminaron en el golpe de Estado del 24/02/2014, que depuso al gobierno legítimo democrático de Ucrania, siendo sustituido por un gobierno de facto del partidos filofascistas, EEUU no ha dejado de estar implicado en el conflicto, el propio Presidente Biden, en el año 2014, entonces como vicepresidente de EEUU bajo el gobierno de Obama, estuvo presente en la revuelta del Maidán.

En la visita de Estado del presidente Chino Xi Jinping a Moscú, la guerra ruso ucraniana-OTAN era un tema de interés pero no más allá de su deseo de alcanzar la paz e incluso ofrecerse en caso necesario como mediador, en ningún caso la posición de China podía albergar una propuesta concreta pues ello entraría en franca contradicción con uno de los principios fundamentales de China en las relaciones internacionales, de no inmiscuirse jamás sin los acuerdos necesarios, en los asunto de otros Estados.

La nueva relación entre grandes potencias: China - Rusia

Los resultados de la visita de Estado de Xi Jinping a Rusia, se pueden clasificar en dos apartados.

El primero un apartado pragmático basado en el incremento de la colaboración a través del desarrollo de programas en los ámbitos: económico; tecnológico; vías de comunicación; energético, y en el desarrollo de programas militares conjuntos, habiéndose establecido un plan de acción conjunto en estos campos hasta el año 2030.

En el ámbito económico, China y Rusia esperan alcanzar el equivalente a 200.000 millones de dólares en el intercambio comercial en monedas propias; en el plano tecnológico, destaca la colaboración programada de las agencias espaciales de ambas naciones; en infraestructuras de comunicación ambos estados se han mostrado interesados en colaborar en el desarrollo de La Ruta Marítima del Norte que permitirá unir el transito comercial por mar entre el Pacífico y el Atlántico. En asuntos militares, tanto el ejército ruso como chino vienen colaborando en sucesivas maniobras conjuntas de las dos armadas en colaboración con otras naciones, y también está prevista la colaboración tecnológica para el desarrollo de nuevas armas.

Sin embargo, donde ambas naciones han dado un salto cualitativo ha sido en un segundo apartado de filosofía política para el establecimiento de un nuevo tipo de relaciones internacionales que tengan su centro en la Carta de las Naciones Unidas y la legalidad internacional, basadas en el respeto mutuo entre naciones, la no injerencia en los asuntos de otros Estados y el beneficio mutuo entre naciones, todo ello orientado hacia una nueva civilización global de fraternidad respetando la diversidad cultural de cada nación.

La nueva era

En casi todos los discursos de los dirigentes chinos y principalmente en Xi Jinping, es muy frecuente la referencia a conceptos como: La Nueva Era; La Tendencia de los Tiempos; El Futuro Compartido de las Naciones, y últimamente el concepto del camino hacia la Civilización Global Fraternal basada en la pluralidad cultural de la naciones.

En general, los medios occidentales, no prestan atención a estos conceptos, bien porque, en su ignorancia no saben que significan, o porque no tienen ningún interés en saberlo.

Sin embargo, para los dirigentes chinos la importancia de estos conceptos es fundamental,  para ellos no hay política sin teoría política, y la teoría política emana de la práctica en todos los aspectos: sociales, económicos, militares y científicos, y cómo partido comunista de los fundamentos del marxismo.

Quienes analizan el devenir de china sin comprender estos conceptos y sin conocer la denominada por los dirigentes del PCCh como chinización del marxismo, no pueden entender bien los planes que guían los avances y la orientación de China, que han estado y están presididos por dos objetivos fundamentales para china, el primero, ya alcanzado, de la erradicación de la pobreza extrema en el centenario de la fundación del PCCh (2021), y el segundo para el centenario de la fundación de la RPCh (2049), en el que se pretende alcanzar la formación de un país socialista moderno, democrático, respetuoso con el medio ambiente, hermoso y tecnológicamente avanzado. En este recorrido hay una Etapa intermedia prevista para el año 2035, donde se revisarán los logros alcanzados. A estos objetivos habría que añadir un tercero, que se fundamenta en la responsabilidad que se atribuyen los dirigentes chinos como gran potencia y como comunistas en el devenir de la humanidad, basado en el compromiso internacional de avanzar hacia una sociedad mundial de futuro global compartido sin naciones hegemónicas.

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En el marxismo la lucha de clases es la clave para comprender la marcha de la historia, y en la actualidad, en el plano internacional la subyugación que pretende EEUU de todas las naciones del mundo, en el interés de la oligarquía financiera occidental, no es sino un nuevo estadio de la lucha de clases.

Desde el siglo XVI, con los descubrimientos de ultramar por parte de las potencias europeas, se iniciaría la formación de la economía mundo como un espacio globalmente interrelacionado, dando lugar a un periodo en el que la lucha de clases adquiriría un papel predominante en la historia de la humanidad en sucesivas eras.

La primera Era de la historia de la humanidad duró desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. Los intereses de las clases burguesas en progresivo ascenso entrarían en contradicción con la nobleza que detentaba el poder económico en los reinos europeos, sin que existiera posibilidad legal de enajenación de sus propiedades. Las revoluciones liberales de los siglos XVIII y XIX darían el poder político a la clase burguesa y pondría fin a esa era. En ese largo periodo, en el mundo occidental, la tendencia de los tiempos, fue la de la revolución y la fundación o refundación de las naciones.

La segunda Era comenzaría con la emergencia de los imperios burgueses coloniales en el que destacarían los imperios de Gran Bretaña y Francia, sometiendo bajo régimen colonial al continente africano y gran parte del asiático. La lucha de clases tenía dos variantes, por un lado, la contradicción de intereses que enfrentaba a burgueses y proletarios y, por otra, la contradicción que enfrentaba a las diferentes oligarquías imperiales burguesas europeas por el control del mundo, esta última contradicción sería predominante sobre la primera y, en la primera mitad del siglo XX daría lugar a dos cruentas guerras mundiales entre potencias imperiales. En 1917 en Rusia, dirigidos por Lenin una minoría de revolucionarios se hicieron con el poder, y al término de la Primera Guerra Mundial firmaron la paz con Alemania. Sin embargo, las oligarquías burguesas impondrían a Rusia una guerra interna que la desangró cruelmente. Al final de la contienda los bolcheviques ganaron la guerra, pero las intenciones de acabar con el régimen soviético permaneció latente y la destrucción de Rusia terminó siendo el objetivo principal de la Segunda Guerra Mundial, por parte del imperio nazi. En ese periodo la tendencia principal de los tiempos fue el de la guerra interimperialista, pero a su vez, soterradamente, otra tendencia fruto de la contradicción de intereses que enfrentaba a los pueblos colonizados con las metrópolis coloniales, daría lugar a una prolongada lucha de los pueblos colonizados por su emancipación que daría lugar al inicio de una nueva era, que se iniciaría con la lucha de China contra la invasión japonesa y la posterior proclamación de la RPCh en 1949 que acabaría con el dominio de las potencias imperiales.

En la segunda mitad del siglo XX, esta tendencia de los tiempos abriría una Tercera Era que duraría toda la segunda mitad del siglo XX, y terminaría dando forma al mosaico de naciones mundial actual. Esa fue la contradicción principal histórica durante todo ese periodo. A su vez, la Guerra Fría entre Occidente y la antigua URSS tendría profundas repercusiones en la pugna descolonizadora que se manifestó principalmente en las guerras de Indochina, Corea y Vietnam en Asia, y en África contra el régimen de Apartheid en Sudáfrica.

A finales del siglo XX, el colapso de la URSS, tendría un impacto geopolítico trascendental que daría lugar a una Cuarta Era caracterizada por el dominio mundial de una sola potencia imperial: EEUU. El declive y posterior derrumbe de la URSS, tuvo sus inicios tras el XX congreso del PCUS, en el que Nikita Jrushchov, fue elegido secretario general. Jrushchov orientó al PCUS a denigrar su pasado revolucionario y denostar a Joseph Stalin -principal dirigente soviético que contribuyó decisivamente a la derrota del nazismo en Europa-. En política internacional derivó hacia una política imperialista de tutela semicolonial desde Moscú de las naciones que habían solicitado su apoyo en la lucha contra el dominio colonial de los viejos imperios coloniales. Esto último llevaría a Moscú a pretender dictar a China la política a seguir lo que ocasionaría la ruptura de relaciones de Moscú y China muy apegada a su soberanía, definida en la frase pronunciada por Mao Zedong: No hemos expulsado al tigre por la puerta (refiriéndose a Japón) para dejar entrar el león por la ventana (refiriéndose a Moscú).

Tras la restauración de las principales infraestructuras destruidas por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, la economía soviética debiera haber evolucionado a una fase de desarrollo de las fuerzas productivas a través de la implementación de bienes de consumo entre la población con la creación de empresas privadas orientadas a ese fin. Lejos de ello, esta nueva fase económica fue controlada por funcionarios corruptos del PCUS que amasaron enormes fortunas a través de la venta de artículos en la sombra. A esta nueva clase social se le presentaron dos problemas, el primero legal, y el segundo financiero, por una parte, precisaban de un cambio legislativo para legalizar sus empresas en el territorio de la URSS, por otra parte, se necesitaba del acercamiento a Occidente para la inclusión de sus capitales en el sistema financiero internacional regido por las naciones del G7. Gorbachov y Yeltsin fueron los representantes políticos de esta clase social corrupta que llevaría a la desaparición de la URSS. El poder de las oligarquías  se acrecentó de tal manera en la última década del siglo XX en el territorio de la extinta URSS, que pasaron a liderar políticamente las naciones de Europa del Este, y la Federación de Rusia entró en una fase de decadencia social sin precedentes.

Al término de la Segunda Guerra Mundial, tanto las naciones de la URSS como de Europa y Japón se encontraban devastadas. De todas las potencias participantes en el conflicto solamente EEUU no sufrió la guerra en su territorio, lo que le situó en una posición privilegiada para determinar la configuración de la economía mundial. EEUU, y posteriormente las metrópolis de los antiguos imperios coloniales que tenían el 15% de la población mundial, concentraban el 80% de la demanda efectiva global. Las naciones que habían salido de la postración colonial pronto se dieron cuenta que su libertad no era tal, pues sin capacidad industrial estaban abocadas a destinar sus recursos a quienes podían pagar por ellos: los países desarrollados, supeditándose económicamente a sus dictados, que daría lugar a una relación neocolonial.

La crisis estanflacionaria de 1973, daría lugar a un nuevo modelo de la economía mundial: el neoliberalismo. La crisis tuvo sus orígenes en la necesidad de EEUU de emitir dinero libremente para la financiación de la guerra de Vietnam, cuestión que estaba limitada por los Acuerdos de Bretton Woods de 1944, por los que toda emisión monetaria de una nación debía estar sujeta a su valor en oro. En 1971, EEUU para poder emitir dinero sin ningún tipo de control abandonó el patrón oro.

La enorme emisión de dinero por parte de EEUU, llevaría en el mundo occidental a unas tasas de inflación sin precedentes. Los países de la OPEP vieron devaluados sus ingresos por la venta de petróleo a los países desarrollados y subieron los precios de acuerdo con la inflación, lo que a su vez provocó un estancamiento económico por el encarecimiento de los costes de producción industrial. Fue en ese momento cuando se acuño el término estanflación: estancamiento con inflación. Las medidas para hacer frente a la crisis fueron de distinta índole: se ajustó el valor del dólar y el precio del petróleo (petro-dólares); en 1975, tras el triunfo del Vietcong que reunificó Vietnam, se puso fin a la guerra de Vietnam; los bancos comenzaron a ofrecer altas tasas de interés a la imposición de capitales privados en su bancos, lo que contribuyó a la retirada de gran parte del dinero circulante; los salarios comenzaron a subir por debajo de la inflación, y se pasó al desmantelamiento del modelo Keynesiano vigente desde los años de posguerra, por el que las empresas más importantes de infraestructuras, servicios y financieras  estaban bajo el control del Estado,  pasando a ser  privatizadas. Los gobiernos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan serían los pioneros en la privatización de las empresas estatales y la globalización financiera, lo que permitió una nueva acumulación de capital por parte de las oligarquías financieras del G7.

El modelo neocolonial se sustenta en la perpetuación del 80% de la demanda efectiva global en los países desarrollados, dejando para el resto de las naciones “en desarrollo” la función económica de ser suministradores de materias y mano de obra barata para satisfacer esta demanda. Modelo que permaneció inalterable hasta la crisis financiera del 2008. En ese periodo (1979-2008), los recursos petroleros se suministraban principalmente de las monarquías árabes del golfo pérsico, y la mano de obra barata de China. EEUU afianzó su alianza con las monarquías árabes para asegurar el suministro de petróleo; en 1978, EEUU formalizó sus relaciones con China que pasó a convertirse en el mayor productor manufacturero mundial con destino a los países desarrollados donde se concentraba la demanda efectiva global de sus productos.

La crisis financiera del 2008 tuvo sus orígenes en la pretensión de las oligarquías financieras del G7, de proceder a una nueva fase de renovación ampliada de capital debido a que  la mejora continua de la productividad técnica (producción de más productos con menor inversión) generaba una caída de la tasa absoluta de los beneficios, por lo que se precisaba recuperar la tasa de ganancia aumentando el capital prestado por elevación del consumo de la población de los países desarrollados. Para ello, los bancos comenzaron a conceder préstamos para una segunda vivienda sin tener en cuenta la solvencia de los prestatarios, en el convencimiento de que el valor de la vivienda siempre aseguraba el capital prestado. Sin embargo, los impagos llevarían a la insolvencia de numerosos bancos y a una sobresaturación del mercado de viviendas que desplomaron el precio de las mismas.

La crisis financiera del 2008 alumbraría una nueva Era debido principalmente a tres factores:

1. El fracaso de la clase financiera del G7 de realizar una renovación ampliada de capital por elevación del consumo del 15% de la población mundial. Entrando el mercado de estos países en un estancamiento económico prolongado, que ha obligado, a una concentración de entidades financieras para mantener su solvencia, de tal manera que las empresas importantes crecen por absorción del mercado de las pequeñas.

El G7 en todo el periodo neoliberal (1979-2008) artículo  el sistema financiero internacional, pasando a estar controlado principalmente por EEUU, constituyéndose el dólar en un 80% en la moneda utilizada para las transacciones comerciales internacionales. Esta situación privilegiada otorgaba a EEUU la posibilidad de realizar la denominada flexibilización cuantitativa, que en términos comunes significa emisión de dinero ficticio. Si se tiene en cuenta que tal política monetaria, como se vio en la crisis de 1973, es desencadenante de inflación, aparentemente sorprende de que no fuera así, ello es debido, a que el incremento de la masa monetaria no se realiza sobre el valor del PIB estadounidense, sino sobre el valor de todas las transacciones comerciales realizadas en dólares que suponen la mayor parte de la economía mundial, quedando enjugada la flexibilización cuantitativa en el valor del comercio mundial, de tal manera que es el resto del mundo el que subvenciona indirectamente las flexibilizaciones cuantitativas estadounidenses.

Sin embargo, la progresiva tendencia de algunas naciones de sustituir el dólar como moneda para las transacciones comerciales, disminuye internacionalmente la masa monetaria del dólar, y las flexibilizaciones monetarias estadounidenses, pasan a generar inflación. En este estado de cosas los bancos centrales de los países del G7 precisan subir las tasas de interés de sus préstamos ajustándolos por encima de la inflación para no perder dinero. Esa es la razón por la cual tanto la FED en EEUU como el BCE en la UE están subiendo los tipos de interés, y no la falaz argumentación de que la subida se realiza para controlar la inflación. La subida de tipos de interés para controlar la inflación es efectiva cuando  los precios suben por un exceso de demanda, pero en la actual situación esa no es la causa de la inflación, sino la fuerte emisión de dinero ficticio de los Bancos Centrales en los años de la pandemia del Covid-19, y el progresivo abandono del dólar en las transacciones comerciales.

2. Tras la crisis financiera del 2008, China vio desplomarse su producción manufacturera con destino a los países desarrollados; para asegurar su estabilidad económica, del 2008 al 2012 China implementó un plan de estabilización de billones de dólares a la espera de que la economía occidental se recuperase. Ello sucedió coincidiendo con el segundo mandato (2008-2013) del presidente chino  Hu Jintao. Si embargo, en el XVIII congreso del PCCh celebrado en 2012 con la elección de Xi Jinping como secretario general de partido y posteriormente elegido presidente de China en el año 2013, China tomó un rumbo diferente. El modelo manufacturero supeditado casi exclusivamente a satisfacer la demanda efectiva de Occidente ha sido progresivamente reemplazado por un modelo basado en: la innovación científico-técnica propia; el incremento comercial con los países en desarrollo, y especialmente con la promoción de la demanda interna como principal motor de crecimiento. El PCCh desde el 2012 ha celebrado el XIX congreso (2017) y el XX Congreso 2022, y Xi Jinping ha sido elegido presidente de China por la Asamblea Nacional en el 2018 y 2023. Este periodo, ha estado caracterizado por la atonía productiva del G7, mientras que China ha sido la nación que ha venido contribuyendo ella sola en un 30% al crecimiento del PIB mundial.

En las países en desarrollo, tras la descolonización, las numerosas oligarquías que, en sus respectivos países, tomaron el poder,  debido a su incapacidad para realizar un desarrollo industrial propio, sucumbieron ante quienes eran los principales demandantes de sus recursos: EEUU y los países del G7, conformando una alianza oligárquica que ha sido la base sobre la que descansa el modelo neocolonial.

Sin embargo, con la emergencia económica de China los intereses de estas naciones con abundantes recursos de materias primas han ido cambiando, como se ha demostrado recientemente en la reconciliación y establecimiento de relaciones de Irán y Arabia Saudita con la mediación de China. Como una inexorable ley económica los poseedores de las materias primas tienen que adaptarse a los cambios globales de los centros económicos donde se produce el crecimiento del PIB mundial, pues son la fuente de la demanda de sus materias primas y, en la actualidad, el espacio asiático es el más dinámico económicamente, (ver anexo) y las monarquías árabes perciben que el petroyuan ya es o puede ser una alternativa al petrodólar.

En la nueva Era, China entiende que la contradicción principal a nivel global ,  está entre el atraso de las naciones en desarrollo y la aspiración de sus pueblos  de alcanzar la prosperidad, y la apuesta principal de China es por la construcción de infraestructuras vitales en los países en desarrollo.

Las contradicciones entre las clases populares y las oligarquías en los países en desarrollo, en la medida que estas últimas sean una rémora al deseo de prosperidad de la mayoría de la población llevarán a cambios políticos con la instauración de gobiernos populares, como ya está sucediendo por métodos democráticos en varios países de Latinoamérica.

Las aspiraciones de prosperidad y soberanía de las naciones es la actual tendencia de los tiempos,  frente a la perpetuación del atraso económico y la subyugación al poder neocolonial occidental.

3. Tras el hundimiento de la URSS, pronto se vio que los ganadores de su desaparición fueron las oligarquías apátridas que anteponían sus intereses financieros a cualquier sentimiento patriótico. Sin embargo, a principios del siglo XXI, en la Federación de Rusia, convertida en heredera legal de la URSS, se produjo un cambio extraordinario, el sentimiento patriótico comenzó a crecer y, cual ave Fénix, Rusia resurgió de las cenizas que bajo el mandato de Yeltsin había quedado.

A principios del siglo XXI Rusia Unida liderada por Vladimir Putin accedería al gobierno, e iría despojando de su poder a las oligarquías apátridas en favor de las clases populares.  En la actualidad, los partidos patrióticos, mayoritarios en Rusia, por encima de sus diferencias, tienen un ideario común que recoge las esencias de lo mejor de la tradición revolucionaria rusa y de sus seculares tradiciones históricas pasando  a constituirse en la actualidad en el alma colectiva de la Rusia eterna. En los últimos 20 años Rusia, una vez más, demostró al mundo, como lo hizo frente a Napoleón en el siglo XIX y frente Hitler en el XX, que con la voluntad unida de su pueblo podía resurgir con el orgullo de una nación soberana.

Entre el año 2000 y el 2012 bajo la presidencia de Vladimir Putin y posteriormente de Dimitri Medvédev, Rusia tuvo que adaptarse a la realidad internacional económica dominada por el G7, incluso llegó a integrar temporalmente un G8, pero la crisis del 2008 y el acoso de la OTAN, le obligarían a cambiar su orientación internacional hacia una mayor independencia en sus decisiones internacionales. En el Año 2012 Vladimir Putin volvería de nuevo a la presidencia de Rusia y la crisis política del Maidan en Ucrania en el 2014, comenzaría a marcar un antes y un después en las relaciones entre Rusia y Occidente. Tras el golpe de Estado en Ucrania el 24/02/2014 que fue el desencadenante de la primera guerra en Donbas, al negarse los habitantes de esa región a aceptar al gobierno golpista, Rusia abogó por los acuerdos de Minsk y la guerra se detuvo transitoriamente, que, como ya se ha comentado anteriormente, por la parte occidental fue una estratagema para engañar a Rusia y dar tiempo a la OTAN para reorganiza y armar al ejército ucraniano.

En EEUU, en el año 2020 el partido demócrata ganaría las elecciones con Joe Biden como presidente. Con el ascenso al poder de este siniestro personaje, peón de la clase financiera globalista estadounidense, pronto se demostraría que la confrontación con Rusia era cuestión de tiempo. La OTAN preparó a Ucrania para atacar a Rusia, y previamente las fuerzas nazis de Kiev comenzarían desde diciembre del 2021 a atacar a la población civil en Donbas. Las repúblicas de Donetsk y Lugansk de la región de Donbas para su supervivencia solicitaron el apoyo militar de Rusia, y el 24/02/2022 comenzó una operación militar especial en Ucrania, con el objetivo de proteger a la población pro-rusa en Donbas. Desde entonces Occidente se ha empeñado sin éxito en debilitar la economía rusa, y viene apoyando con armas, mercenarios y asesores al ejército ucraniano.

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El odio hacia Rusia, entre los que tiene un papel destacado el magnate George Soros,  no deja ver a los estrategas occidentales que su tiempo está pasando, que el centro económico mundial se está desplazando a Asia, y que la política económica de China y Rusia orientada a ayudar a los países en desarrollo a superar su atraso económico y recuperar su soberanía es más atractivo que el sometimiento y el subdesarrollo propuesto por el G7 que progresivamente pierde peso en la economía mundial. (ver anexo)

La fractura actual abierta en las relaciones internacionales no tiene perspectivas de cerrarse, las diferentes organizaciones en las que participan China y Rusia conjuntamente con otras potencias emergentes como son los BRICS, la OCS, etc., conforman una línea geopolítica en si misma, favorable a la construcción de un mundo multipolar sin hegemonías. Por otro lado, las naciones del G7 y la OTAN, se aferran desesperadamente a un modelo neocolonial ya agotado de sometimiento de las naciones a sus dictados. El camino a recorrer por unos y otros será largo, y las perspectivas de que la ideología occidental de la dominación global vaya menguando se hará realidad en la medida que la ideología del respeto y la colaboración entre naciones vaya ganando peso.

En esta tesitura, las organizaciones que agrupan a las naciones de ambas corrientes como el G20, han quedado paralizadas ante la falta de consenso. La ONU, debido a la intromisión occidental en sus instituciones se está convirtiendo en una caricatura de la organización para la que fue concebida de encuentro entre naciones orientadas hacia la paz.

EEUU, desde el fallido intento de domesticar a la ONU para justificar la invasión de Irak por la firme postura de su secretario Kofi Annan (1997-2007) de no admitir las mentiras de EEUU sobre las armas de destrucción masiva de Irak, ha venido realizando una meticulosa labor para que los principales organismos de la ONU, como la OPAC, la OMS, la ACNUDH, la CPI etc., estén claramente alineados con los postulados estadounidenses, pero este lineamiento, en el que también habría que incluir al actual secretario general de la ONU, Antonio Guterres, es lo que ha debilitado a la ONU como institución.

La carta fundacional de la ONU es el documento histórico que mejor define las que debieran ser las relaciones entre las naciones, pero en la actualidad su texto es permanentemente ignorado en las relaciones internacionales por la autoarrogada excepcionalidad estadounidense para regir los destinos del mundo, y su vigencia  solamente se restaurará cuando se creen las condiciones para la refundación de la ONU sobre la transformación de la actual.

La ideología de la dominación global occidental ha aniquilado la supuesta libertad de expresión occidental, quedando reducida a controversias sobre asuntos irrelevantes locales, mientras que los asuntos trascendentales sobre la política internacional están sometidos al pensamiento único Goebbelista de los grandes medios de comunicación dictado y controlado por la OTAN, que ha encarcelado la libertad de pensamiento a discrepar.

"Históricamente, cuando se mira al ascenso de nazismo en Alemania y su apoyo por parte de la población, principalmente en los años que duró la Segunda Guerra Mundial, surge la pregunta de por qué la gente de Alemania no veía la amenaza que el sistema nazi les presentaba a ellos y al mundo. ¿Por qué no hicieron algo para detenerlo? Ahora, con el conflicto de Ucrania se entiende mejor. El pueblo alemán fue inundado de mentiras y, en lugar de hacer retroceder y exigir la verdad, sucumbió a esas mentiras. La misma dinámica está en juego ahora en Occidente que ha entrado en una deriva filofascista, aunque siempre quedará la esperanza de que en algún momento, las mentiras se derrumbarán (cita).


ANEXOS

CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA ECONÓMICA MUNDIAL

(1992-2020)

(1º - 2º - 3º)

Evolución del PIB -PPA, Población y consumo de energía (BTU) Mundial; BRICS y G7

Fuente datos: U.S. Energy Information Administration (EIA) 2021. Elaboración propia


Reservas y producción mundiales de Petróleo y Gas Natural (año 2020)

Fuente BP 2021

 

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