(Diciembre 2011)
NOTICIA. La
emisión de gases invernadero se acelera y bate récord en 2010. La agencia
de Naciones Unidas para el clima alerta de que los efectos de la
contaminación durarán décadas
Captura y almacenamiento
del CO2, única salida
El CO2 es un gas de
gran longevidad en la atmósfera. En el actual paradigma tecnológico, los
combustibles fósiles representan el 80% de la energía primaria para su
transformación en trabajo productivo. No existe en el horizonte ninguna
posibilidad tecnológica de abandonar el uso de los combustibles fósiles,
por lo tanto, los combustibles fósiles serán utilizados hasta el
agotamiento de las reservas de todo el planeta. Las energías limpias y
la nuclear representan el 20% de la energía primaria; en la medida que
estas energías amplíen su participación en el consumo total de energía
mundial, disminuye la emisión anual de CO2, pero ello solo puede
retrasar, lo máximo, un par de décadas el hecho de la emisión de todas
la reservas de combustibles fósiles a la atmósfera en forma de CO2, es
decir que el final de las reservas, en lugar de situarse sobre el año
2080 se sitúen en el 2100, pero, considerando que el CO2 es un gas muy
longevo, el efecto invernadero, que hace que la Tierra se enfríe menos
al quedar atrapada la radiación infrarroja que emite la Tierra al
espacio en las horas nocturnas por el CO2, seguirá actuando y el
calentamiento seguirá acentuándose. La política de reducción de
emisiones sino se basa -en la captura y almacenamiento del CO2 bajo
tierra- servirá de muy poco, y todas las cumbres para detener el efecto
invernadero serán inútiles, pues su consecuencias solamente se
retrasarán un par de décadas.