11/11/2013
NOTICIA.
La representante para la Política Exterior de la Unión Europea,
Catherine Ashton, anuncio el 10/11/2013 que la nueva ronda de
negociaciones sobre el programa nuclear iraní se celebrará el 20 de
noviembre en Ginebra.
Inicios de un nuevo equilibrio político en
Oriente Medio
El 9/11/2013 el Grupo 5+1 (China, EEUU,
Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) encargado de la negociación
nuclear con Teherán coordinado por la representante para la Política
Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, realizaron avances en
las negociaciones sobre el programa nuclear iraní y el levantamiento de
algunas sanciones a la nación persa, pero las objeciones del canciller
francés, Laurent Fabius, impidieron que se materializara un primer
acuerdo. La postura de Fabius fue criticada por otros países del Grupo
5+1; posteriormente el 11/11/2013, Fabius negó las acusaciones de
torpedear el acuerdo, afirmando que París no va por libre. Por su parte
Irán reclamó al Grupo 5+1 que resolviese sus diferencias internas antes
de una nueva reunión, la cual, se celebrará el 20/11/2013 en Ginebra.
Las posibilidades de un acuerdo están más
cerca que nunca, Irán se comprometería a enriquecer de forma
transparente uranio para uso exclusivamente civil, aunque está por
dilucidar si el enriquecimiento puede llegar hasta el 20% (muy por
debajo del nivel de enriquecimiento para uso militar que viene a ser en
torno al 90%, con ello, las sanciones de la ONU que pesan sobre Irán
serían levantadas.
El portavoz de habla persa del Departamento de
Estado estadounidense, Alan Eyre, en una entrevista con el periódico
“Irán” realizada el domingo 10/11/2013, calificó de positivas las
recientes conversaciones nucleares entre Irán y el Grupo 5+1 basadas en
el respeto mutuo afirmando, “Irán y EEUU están seguros de que la
diplomacia es la única vía para eliminar las preocupaciones de
Washington sobre Irán y otorgar, a su vez, los derechos nucleares de
Teherán conforme al Tratado de No Proliferación (TNP)”. “Los
diálogos continuarán en un futuro cercano a nivel de responsables
políticos”. El lunes 11/11/2013, Irán y la Agencia Internacional de
Energía Atómica (AIEA) llegaron a un acuerdo sobre la hoja de ruta para
dilucidar el alcance del programa nuclear iraní.
Este nuevo escenario que se vislumbra en el
Oriente Medio, por diferentes razones, no es del agrado de Israel ni de
Arabia Saudita, no obstante EEUU ha iniciado una nueva estrategia en el
Oriente Medio ante la que sus socios tendrán que claudicar. En este
posible giro de EEUU en la región han contando varios factores, entre
los que habría que destacar:
1.- EEUU se había convertido en un rehén de
las políticas de hechos consumados de Arabia Saudita e Israel, las
cuales, sino quería distanciarse de los dirigentes de estos países,
tenía que respaldarlas. El ataque con armas químicas en Siria el pasado
Agosto llevó a EEUU a un situación de intervención militar contra Siria.
La responsabilidad del ataque no ha sido esclarecida, pero en los días
de mayor tensión a principios de septiembre Rusia comenzó a recopilar
pruebas para ponerlas al servicio de la ONU que apuntaban a los grupos
armados que luchan contra Al Asad. El posterior acuerdo para el desarme
químico de Siria, paralizaría esta investigación. Sí este sorprendente
ataque químico, que en nada beneficiaba Al Asad, fue una trampa tendida
por los servicios secretos de Arabia Saudita e Israel para que EEUU
mordiera el anzuelo, o sí verdaderamente EEUU actuó convencido de que
fue el Gobierno de Al Asad quien efectuó el ataque químico, o sí también
participó en un posible complot para justificar la intervención, solo lo
saben Arabia Saudita, Israel y el propio EEUU, pero con independencia de
lo que llevó a unos y a otros a forzar la situación para una
intervención militar en Siria, lo cierto es que a posteriori, EEUU y
Arabia Saudita han enfriando sus relaciones, e Israel y EEUU también. En
la visita de Kerry a Arabia Saudita, la monarquía Saudita manifestó su
disgusto por la cancelación del ataque a Siria, en contrapartida Kerry
no quiso entrevistarse con el todopoderoso jefe de los servicios
secretos sauditas Bandar bin Sultan, por otra parte, el distanciamiento
con Israel en el asunto nuclear iraní es evidente.
2.- EEUU no puede ignorar la presión de la
cada vez más fuerte alianza de las tres grandes potencias que dominan el
escenario asiático, China, India y Rusia. Los ministros de Relaciones
Exteriores de los tres países, el canciller de India, Salman Khurshid,
el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y el canciller
ruso, Sergei Lavrov, en su doceava reunión trilateral en Nueva Delhi el
10/11/2013 acordaron coordinarse en los principales asuntos
internacionales en la que trataron sobre la situación en Siria,
Afganistán, Irán y la península coreana, así como del combate al
terrorismo, el tráfico de drogas y la seguridad en la región de Asia
Pacífico, expresando la necesidad de encontrar una solución política a
la crisis de Siria, una solución negociada al tema nuclear iraní y que
se pueda lograr una transición pacífica en Afganistán. El estrechamiento
de lazos de esta alianza es significativa en cuanto que China, Rusia y
la India ocupan dos continentes, vinculan tres océanos y tienen el 40
por ciento de la población mundial así como más del 22 por ciento de la
superficie terrestre mundial. Los tres países son tanto potencias
mundiales como economías emergentes. Si trabajan juntos en impulsar su
cooperación, el mundo experimentará una acelerada transformación de la
que EEUU no puede estar ausente.
3.- Las potencias mundiales y EEUU en
particular no pueden ignorar que tanto en la solución política del
conflicto sirio como afgano, Irán es un actor importante, en el caso de
Siria por sus estrechas relaciones con el gobierno de Siria, y en el
caso de Afganistán porque tras la retirada militar de EEUU de ese país
en el 2014, Irán como potencia regional y país fronterizo con Afganistán
puede jugar un papel importante en la estabilización política de la
Región.
4.- EEUU ha emprendido la explotación en su
territorio del gas y petróleo de esquistos, de la que tiene abundantes
reservas, por lo que depende en menor medida del petróleo Saudita, y por
lo tanto la alianza con la monarquía de ese país, no es tan importante
como en el pasado.
En la campaña electoral del 2008, Obama
crítico con fuerza el descrédito internacional en el que estaba cayendo
EEUU por la política exterior guerrerista de su predecesor en la
presidencia George W. Bush, con posterioridad la política exterior de
Obama no cambió mucho. La realidad es que la misma viene determinada por
los estrategas del Pentágono muy comprometidos con los intereses creados
de grupos de presión del complejo industrial-militar estadounidense y de
Israel. No obstante, la evolución de los acontecimientos en Oriente
Medio le ha situado a EEUU en una situación de empantanamiento político
militar derivado de la política de Arabia Saudita y de Israel en la
región que le impiden reorientar su liderazgo mundial lo que
obligadamente le induce a dar un golpe de timón en el Medio Oriente.
Israel marca la política exterior de EEUU a
través de persistir en debilitar a los países de la región y, la misma,
supone una permanente inestabilidad de la que EEUU no puede sustraerse,
pero el papel regional más conflictivo lo aporta Arabia Saudita. Este
país se ha empeñado en una cruzada para acabar con todos los vestigios
laicos que propiciaron la independencia del mundo árabe sunnita,
persiguiendo una restauración del Antiguo Régimen en los países de
mayoría sunnita (que recuerda a la vieja restauración iniciada en 1815
tras la derrota de Napoleón por las monarquías absolutistas europeas).
Arabia Saudita sabe que la continuidad de la dinastía de Al-Saud se basa
en un mundo árabe sumido en los valores del Antiguo Régimen, pues si los
países que le rodean evolucionan hacia el sufragio universal, la
apertura democrática y el respeto entre creencias, la soledad política
en la que podría sumirse haría imposible que esta dinastía se
perpetuase, para ello alienta la guerras sectarias de religión (que
recuerdan también los enfrentamiento religiosos en Europa en la guerra
de los treinta años en la primera mitad del siglo XVII).
Las potencias mundiales y EEUU precisan un
Medio Oriente en paz, para ello: la instauración de unas relaciones
normales con Irán; el pacto entre Israel y los palestinos para la
institucionalización de un Estado palestino, y la lucha contra todo tipo
de enfrentamiento religioso que ponga fin a las intrigas sauditas, son
los pasos necesarios para que en la región se abra un periodo de paz
duradera, lo que permitiría a EEUU recuperar un liderazgo mundial basado
en la diplomacia, porque ya es evidente que el liderazgo basado en la
fuerza de las armas está en declive mientras que el liderazgo basado en
la diplomacia toma fuerza, ello se ha visto en el positivo desenlace de
la destrucción de las armas químicas en Siria gracias a la iniciativa
diplomática rusa que ha elevado el liderazgo internacional de Putin.
El principal actor que puede poner orden en el
Oriente Medio es EEUU, metiendo en cintura a sus dos aliados más
belicosos, Arabia Saudita e Israel y normalizando sus relaciones con
Irán, ello llevará su tiempo, y las resistencias a los cambios por parte
de Arabia Saudita e Israel se harán notar, pero si el Grupo 5+1 llega a
un acuerdo con Irán, el camino hacia el final de las luchas sectarias y
por lo tanto del terrorismo en la región, y la posibilidad de que
israelitas y palestinos lleguen a un acuerdo aumentarán, y si se llegará
alcanzar ese acuerdo, ningún país de la región podría cuestionarlo, con
lo que la seguridad de Israel estaría garantizada por unas relaciones de
buena vecindad.
Con ello EEUU se situaría en el mundo tal y
como el propio Obama lo proclamara en su campaña electoral en el 2008,
un país valorado por su diplomacia inteligente, admirado por su
progreso científico-técnico y por los valores de sus
fundadores. Si EEUU llega a ese estadio en la arena internacional
comprobará que no tiene enemigos, que sus enemigos no son sino el
resultado de sus políticas injerencistas y belicistas.
Nota
posterior al comentario (24/11/2013)
El Grupo
5+1 llegaron a un primer acuerdo con Irán sobre el programa de
enriquecimiento de uranio de ese país que se prolongará durante seis
meses hasta llegar a un acuerdo integral bajo control de la OIEA que
asegure el derecho y límite de Irán a enriquecer uranio hasta el 5%.