22/01/2014
NOTICIA.
El 22/01/2014 dio comienzo en la ciudad suiza de Montreux, la
Conferencia Internacional de Paz sobre Siria, Ginebra II.
Siria y la caja de Pandora
En la mitología griega, se relata que Zeus
entregó a la primera mujer, Pandora, una vasija con la orden de que
jamás debiera abrirla. Día tras día, Pandora estaba cada vez más
curiosa, y un cierto día, decidió abrirla para ver qué había dentro.
Cuando la abrió comprobó que contenía todos los horrores que traen la
desgracia al género humano, consciente de su error cerró rápidamente el
recipiente. Sin embargo, era demasiado tarde, pues todos los males ya
habían sido liberados. Solo permaneció un contenido: Elpis, el espíritu
de la esperanza.
El mito griego ha llegado hasta nuestros días
bajo la interpretación de que abrir la "caja de Pandora" a priori
significa presuntamente promover en apariencia una acción pequeña o
inofensiva pero que a la postre termina acarreando consecuencias
importantes e incontrolables.
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La conferencia sobre Siria ha comenzado el
22/01/2014 a iniciativa del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU).
Coordinados por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, los
asistentes a la conferencia más relevantes por parte del CSNU son el
secretario de Estado norteamericano, John Kerry y el ministro de Asuntos
Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov; en representación del gobierno y la
delegación de Siria, el canciller sirio, Walid al Mualem, y por parte de
la oposición armada de la Coalición Nacional Siria, el representante,
Ahmad Yarba. De los países regionales que asisten a la conferencia los
más importantes son Arabia Saudita y Turquía que apoyan a los alzados en
armas contra el gobierno Sirio.
Irán el principal aliado del gobierno Sirio ha
sido excluido de la conferencia porque, aunque en principio la misma
estaba prevista que se celebrará sin condiciones previas, unos días
antes de la conferencia, EEUU, la Coalición Nacional Siria y el propio
Ban Ki-moon, cambiaron las reglas al anunciar que los participantes
debían aceptar la resolución de la primera conferencia sobre Siria de
junio del 2012, de promover un gobierno de transición, conferencia en la
que no participó ningún representante opositor, ni Arabia Saudita ni
tampoco Irán, excluyendo en la presente Ban Ki-moon a Irán tras haberlo
invitado inicialmente, porque Irán había manifestado que su
participación se daría solamente bajo la premisa de que no hubiera
condiciones previas y que las decisiones finales corresponderían
exclusivamente al pueblo sirio.
El comienzo de la conferencia no ha podido ser
más desalentador, la Coalición Nacional Siria y su principal
patrocinador EEUU entienden que la conferencia debe tomar decisiones por
encima de lo que pudiera decidir la ciudadanía Siria, dando por sentado
que el presidente Al Asad debe dimitir. Por su parte, la delegación
siria ha dejado claro que sólo al pueblo corresponde elegir a las
autoridades y demandó respeto a la soberanía nacional. En respuesta al
secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien en su
intervención en el foro insistió en la retórica de la exclusión del
presidente Bashar al Assad de un eventual gobierno de transición, el
ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid Muallem, respondió: "Señor
Kerry, nadie en el mundo tiene derecho a otorgar o retirar la
legitimidad de un presidente, una constitución o una ley, excepto los
propios sirios”.
La conferencia de Siria al establecer la
premisa política de que el objeto de la misma es establecer acuerdos por
encima de las decisiones del pueblo sirio, pretende constituirse como un
mecanismo legal que le ayudaría a EEUU y países aliados a convertirse en
valedores de esos acuerdos y tener, si fuera necesario, un pretexto para
una intervención militar para hacer cumplir las resoluciones de la
conferencia. No cabe pues establecer ninguna Hoja
de Ruta si previamente no
se dilucida si lo que se pudiera acordar sobre el futuro político de
Siria va a depender exclusivamente de la voluntad popular expresada en
las urnas por el pueblo sirio, pues, de lo contrario, se estaría dando
carta de naturaleza a que fueran otros quienes decidieran por él.
La Paz en Siria es un reclamo mundial, y en
base a ello supuestamente los promotores de la Conferencia han actuado,
pero las circunstancias en el campo de batalla hacen pensar que la
Conferencia pretende ser más un instrumento concebido por los estrategas
estadounidenses para conseguir en la misma, lo que ya es imposible
conseguir en el campo de batalla: el derrocamiento del gobierno sirio.
Un logro que tal vez EEUU y la debilitada Coalición Nacional Siria
pueden pensar que, conseguirlo, les permitiría retomar el liderazgo
sobre el resto de opositores armados particularmente sobre el Consejo
Nacional Sirio, la mayor fuerza dentro de la oposición Siria, que días
atrás declaró que abandonaba la Coalición Nacional Siria, porque está en
contra de su participación en la conferencia de paz Ginebra 2.
No obstante, otras fuerzas vinculadas con Al
Qaeda, y particularmente la organización terrorista Estado
Islámico de Irak y el Levante (en
árabe: الدولة
الاسلامية في العراق والشام ad-Dawla
al-Islāmiyya fi al-'Irāq wa-sh-Shām) abreviado comúnmente como ISIS o
ISIL, activa en Irak y en Siria, está tomando una fuerza autónoma que
supera en influencia y determinación de lucha al resto de grupos
armados. El grupo está compuesto y apoyado por una amplia variedad de
organizaciones, incluyendo Al Qaeda en Irak, Jeish al-Fatiheen, Jund al-Sahaba,
Katbiyan Ansar Al-Tawhid wal Sunnah, Jeish al-Taiifa al-Mansoura, etc.,
y otros clanes cuyos miembros son de fe suní. La organización trata de
establecer un califato islámico en las regiones suníes de Irak y Siria.
Hasta hace unas semanas todos los insurgentes
armados operaban coordinadamente en Siria, pero la autonomía del ISIS ha
ido creciendo estableciendo en las zonas bajo su control una rígida ley
islámica y persiguiendo con saña a miembros de otras confesiones
particularmente a los cristianos. Las potencias occidentales que han
venido alimentado la oposición armada con el apoyo de Arabia Saudita,
Qatar, Turquía e Israel, han venido considerando que los miembros de los
grupos vinculados a Al Qaeda contribuían con su sangre a su propósitos,
pues, el control más importante de la oposición armada a Al Asad lo
mantenía la Coalición Nacional Siria. Por su parte, los combatientes de
Al Qaeda, veían, a su vez, en esta alianza una oportunidad para ir
reforzando sus posiciones como así ha sido, y su fortaleza ha llevado a
que en las últimas semanas Al Qaeda haya protagonizado enfrentamientos
con otros grupos armados que han dejado cientos de muertos.
Las palabras pronunciada en febrero del 2012
por el sucesor de Osama Bin Laden al frente de Al Qaeda, el egipcio
Ayman al Zawahiri: "los rebeldes en Siria que buscan deponer al
presidente Bashar Assad no pueden depender de la ayuda de Occidente,
Estados Unidos, Turquía y los ejecutivos corruptos de los países árabes
de la Liga Árabe", se están haciendo realidad.
En rojo, territorio que el ISIS afirma
tener bajo su control en Siria e Irak a principios de enero de 2014.
Fuente Wikipedia
Quienes luchan por el establecimiento de un Califato
sunnita uniendo
territorios de Irak y Siria, no tienen nada que ver con quienes
defienden la soberanía e integridad territorial de ambos países. Es ésta
una cuestión que sí debiera dejar clara la Conferencia de Paz de
Ginebra, pues ello permitiría unir fuerzas contra el enemigo común que
pretende fracturar territorialmente el país. Tal vez, todavía EEUU,
Israel y sus aliados regionales y europeos no lo vean esto claro y
quieran seguir con el doble juego de ignorar la creciente influencia de
Al Qaeda y persistan en su fútil objetivo de derrocar a Al Assad o
buscar pretextos para ello, pero la realidad es que lo que se precisa en
Siria es de la unión de todos los patriotas que quieren mantener la
soberanía y la integridad territorial de Siria para poner fin al
proyecto del Califato
sunnita, y una vez alcanzado ese objetivo establecer una Hoja
de Ruta de transición
política tomando como base la legalidad institucional vigente en Siria
que debiera pasar por la deposición de la armas de los insurgentes y la
celebración de elecciones a una asamblea constituyente sin exclusiones.
Pero por el momento nada de eso se vislumbra, y lo máximo que se puede
esperar de la conferencia de
Paz en Ginebra es que
traiga algo de consuelo y ayuda a la población civil en mayores
dificultades.
Una vez que las potencias occidentales guiadas
por las intrigas de Israel y de Arabia Saudita de debilitar a Siria,
abrieron la caja de
Pandora al contemporizar
con los yihadistas, todos los males se han cernido sobre Siria e Irak y,
ahora solo queda la esperanza, de que tal vez se pueda llegar a la paz,
aunque la misma, no vendrá de esta conferencia sino de la derrota de Al
Qaeda en el frente de batalla y de la unión de los patriotas sirios que
antepongan los intereses de su país a los de potencias extranjeras.
Mientras esto no suceda, la responsabilidad de combatir al terrorismo de
Al Qaeda seguirá recayendo sobre el Ejército gubernamental sirio y, con
toda probabilidad, en las elecciones presidenciales en Siria que tienen
que celebrarse el próximo junio Al Assad será reelegido.
EEUU, quiere salir del pantano en que se
encuentra en el Oriente Medio, se fue de Irak y este año lo hará de
Afganistán, pero la situación en Siria de la mano de su aliado Israel y
de Arabia Saudita lo tiene atrapado. La mejor manera de mantener una
presencia en la región alejado de la guerra sería tomar una posición
clara contra el terrorismo y alcanzar un equilibrio de relaciones en la
región normalizando las mismas con Irán, a la vez que las tiene con
Arabia Saudita e Israel. Esa sería la mejor manera de convertirse en una
fuerza de paz en la región. Recientemente ese planteamiento lo realizó
el exembajador de EEUU en Irak y Afganistán, Ryan Crocker, quien
consideró de suma importancia las conversaciones directas entre Irán y
EEUU para la comprensión recíproca de las posturas de ambos países y el
inicio de un proceso en las estancadas relaciones bilaterales.
El mundo se le está haciendo muy grande a EEUU,
su estrategia de rebalanceo hacia
la región de Asia Pacífico, se ve dificultada por su empantanamiento en
Oriente Medio. El comandante de las fuerzas estadounidenses en el
Pacífico, el almirante Samuel Locklear, advirtió que EEUU está perdiendo
influencia en la región Asia-Pacífico manifestando: "hay lugares en
el mundo que en este siglo perderemos", pero enfatizó que EEUU debe
mantener su influencia en el océano Pacífico.
No obstante, la pugna mundial está entre
quienes apuestan por la colaboración y quienes pretenden seguir en la
confrontación, los primeros ganan espacio en el mundo como los países
BRIC y otros países en desarrollo, mientras que los segundos retroceden.
La guerra como opción de dominación política esta perdiendo la batalla a
nivel mundial, mientras que la Paz se abre camino como opción para el
desarrollo de los más desfavorecidos del Planeta.