20/07/2015
NOTICIA.
El 20/07/2015, los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU)
acordaron por unanimidad levantar las sanciones contra Irán
La
reactivación del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU)
Tal y
como se estableció en los acuerdos del grupo 5+1 (EEUU, Gran Bretaña,
China, Rusia, Francia + Alemania) con Irán, suscritos el 14/07/2014, el
Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) ha procedido a levantar las
sanciones a Irán. Con la aprobación el 20/07/2015 de la resolución 2231
se pone fin a las sanciones anti-iraníes
impuestas a través de la resolución 1929 aprobada por el CSNU el 9 de
junio de 2010. La Resolución 1929, se basó en la acusación de que Irán
no había demostrado que se hubiesen suspendido todas las actividades
relacionadas con el enriquecimiento y reprocesamiento de uranio, según
lo dispuesto en las resoluciones anteriores números: 1696 y 1737 (año
2006); 1747 (año 2007); 1803 y 1835 (año 2008), y 1887 (año 2009); por
dicho incumplimiento, la resolución contempló una serie de nuevas
sanciones a Irán, incluyendo armamento pesado, bloqueo de transacciones
financieras y la inspección de cargas sospechosas enviadas por mar o
aire al país persa. La resolución, a propuesta de Francia y Reino Unido,
fue aprobada por 12 votos a favor, una abstención por parte de Líbano y
los votos en contra de Turquía y Brasil. Para los representantes de
estos tres países, la resolución 1929 representó un fracaso de la
diplomacia. Sorprendentemente, la resolución contó con el apoyo de Rusia
y China dos potencias opuestas a la política de sanciones.
En esos
años tanto Rusia como China mantenían una política seguidista de las
propuestas de EEUU en el CSNU, cuestión que cambió a partir de la instrumentalización que los países de la OTAN realizaron de la
resolución 1973 del CSNU, aprobada el 17 de marzo de 2011, que autorizó
la creación de una zona de exclusión aérea en Libia, siendo utilizado
este mandato por las fuerzas de la OTAN para bombardear masivamente las
principales ciudades de Libia con el fin de propiciar el derrocamiento
del régimen libio de Gadafi, como así sucedió, dejando sumido el país en
una guerra civil que todavía continúa.
La
guerra de Libia sirvió a Rusia y China para recapitular sobre su
política errónea internacional de apaciguamiento con EEUU, que se
demostró con el tiempo que solo contribuía a que esta potencia y la OTAN
incrementaran progresivamente su agresividad. Los posteriores intentos
de EEUU de intentar legitimar en el CSNU una escalada de sanciones y de
acoso militar contra Irán fueron rechazados sistemáticamente por Rusia y
China. La evolución posterior de los acontecimientos internacionales ha
llevado a Rusia y China a tener una política más independiente respecto
de EEUU, pero con ello prácticamente el CSNU había quedado paralizado en
el tratamiento de los problemas internacionales más importantes, como el
conflicto en Siria y hasta ahora la cuestión nuclear iraní.
No
obstante, en el cambio que los países de la OTAN han realizado en su
política respecto de Irán, no solamente ha tenido que ver la constante
oposición de China y Rusia a una escalada contra a Irán, sino porque
EEUU se había convertido en un rehén de sus dos principales aliados en
la región: Israel y Arabia Saudita. Estos países han estado empujando a
EEUU a iniciar un conflicto contra Irán sabedores de que ninguno de los
dos por separado o juntos podían iniciar una confrontación contra Irán
con posibilidades de éxito sino implicaban en la misma a EEUU. La
posible trampa tendida por estos países en agosto del 2013 en Siria
atribuyendo al gobierno de Damasco un ataque con armas químicas contra
la población civil para que EEUU se implicase en una guerra regional,
fue el punto de inflexión que hizo recapitular a EEUU en su política en
Oriente Medio supeditada a la política de hechos consumados
protagonizada principalmente por Israel como sería posteriormente la
invasión de Gaza en julio del 2014.
EEUU
había llegado a un punto en Oriente Medio en el que si mantenía la línea
de confrontación con Irán marcada por Israel inevitablemente terminaría
más tarde o más temprano en un conflicto armado, lo que suponía
empantanarse, de nuevo, tal vez por años en el Oriente Medio. Por otra
parte, sus aliados de la OTAN, principalmente Alemania y Francia,
estaban muy interesados en acabar con el régimen de sanciones impuestas
a Irán para poder comerciar con esa nación, como así ha sido, pues tras
el acuerdo del 14/07/2015, el primero en viajar a Irán en asuntos de
negocios ha sido el ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel.
Con el
acuerdo alcanzado con Irán, EEUU deja a sus dos belicosos aliados:
Israel y Arabia Saudita, sin iniciativa propia, y con ello ambos quedan
amarrados dentro de la tutela estadounidense. La puesta en escena por el
grupo 5+1 como éxito el haber alcanzado con Irán un acuerdo de estrictos
controles para impedir que esta nación se dote de armas nucleares, es
con toda probabilidad solo una forma de presentar ante el mundo la
distensión de las relaciones de Occidente con Irán, pues Irán nunca
ha
pretendido fabricar este tipo de armamento, ya que es firmante del
Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP),
habiendo dictado incluso un edicto jurídico (Fatwa) contrario a la
posesión de armas atómicas. Aunque la propaganda política de los medios occidentales ha sido tan
reiterativa en atribuir una intrínseca maldad al régimen iraní, que la
mentalidad occidental solo puede enjuiciarlo con el prejuicio de que sus
dirigentes mienten, mientras que EEUU dice la verdad.
La
resolución acordada, con independencia de que EEUU se retracte o no de
la misma, marca un punto de no retorno porque el régimen de sanciones a
Irán con el aval del CSNU ya no es posible reeditarlo, pues
ni China ni Rusia van a transigir ya con las veleidades e incongruencias
de EEUU, ni
Alemania, Gran Bretaña y Francia van a dejar de hacer negocios con Irán. La
resolución pone fin al contencioso iraní y a una serie de desencuentros
internacionales en la permanente del CSNU. Ahora el asunto más
importante en su solución debiera ser el conflicto en Siria y procurar
alianzas internacionales para derrotar al Estado Islámico (EI), pero
paradójicamente aunque para todos los miembros permanentes del CSNU, el
surgimiento del (EI) y las atrocidades que comete es uno de los
problemas más graves a los que se enfrenta la ONU, parece que no existe
ninguna posibilidad de llegar a acuerdos para enfrentarlo y derrotarlo.
Hasta
ahora la política de Israel secundada por EEUU ha venido siendo en la
región del Oriente medio, la de mantener una inestabilidad de guerras
para impedir que las naciones fuera de la órbita estadounidense e
israelita pudieran ganar en fortaleza económica y política y con ello
cuestionar su hegemonía. Dentro de esta estrategia, el EI mientras no
tenga mucho poder sirve a esa política de inestabilidad;
de
facto, actualmente, es el EI quien más eficazmente combate al gobierno
sirio, y la coalición
liderada por EEUU para combatirlo no parece estar interesada en su
derrota total.
Lo que procedería si
hubiera un interés inequívoco en acabar con el EI sería formar una
alianza de los miembros del CSNU con los gobiernos regionales resuelta a
combatirlo, pero ello no parece posible porque el interés por derrocar
al gobierno de Damasco para Turquía, Israel, Arabia Saudita, Qatar y los
países de la OTAN sigue siendo más importante que el enfrentamiento al
EI. Esta dualidad y ambigüedad en la que se sitúan los países que se
oponen Al Asad es la que impide que se pueda llegar a un acuerdo
internacional y ello posibilita que el EI pueda desarrollar su
estrategia militar sin temor a tener que enfrentarse a una coalición
internacional con determinación para derrotarlo.
Tras la reciente
resolución del CSNU que va a permitir establecer una política de
distensión con Irán, es perentorio que este organismo se implique más
activamente en promover una solución al conflicto sirio y adoptar
medidas efectivas para enfrentar al EI en el corazón de su feudo en
Siria e Irak, pues será la única manera de impedir que sus tentáculos se
extiendan por África del Norte y Asia hasta alcanzar Xinjian.
En esta empresa,
corresponde a Rusia y China, por ser las naciones del CSNU que más
interés tienen en solucionar el conflicto sirio y en luchar contra el EI
para que no alcance sus fronteras, tomar tal iniciativa.