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Crítica política sobre noticias de actualidad en el mundo

Una visión geopolítica en favor del respeto entre naciones, la integración económica mundial y la armonía con el medioambiente

Autor

Seudónimo: Saint Just

Artículos


08/06/12

NOTICIA. Al concluir la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) los líderes de los países miembros rechazaron unánimemente la intervención militar como una forma de resolver los conflictos internacionales

 

Posiciones de paz y posiciones de guerra

Los países emergentes precisan de la paz para el desarrollo económico y para construir sociedades donde la mayoría de la población se beneficie de la prosperidad económica.

Los países occidentales desarrollados ya alcanzaron esa meta después de la Segunda Guerra Mundial y la han mantenido durante décadas, hasta que la crisis económica iniciada en el 2008 y el envejecimiento de la población, está cuestionando ese futuro.

Esta prosperidad occidental, se ha fundamentado en que el conjunto de la economía mundial se articulaba para el consumo casi exclusivo de Occidente, así la mayoría del consumo energético y del comercio mundial ha estado y está destinado a una población que no llega a los mil millones de personas de los siete mil millones con los que cuenta la humanidad.

Las dirigencias occidentales, a pesar de la aguda crisis económica que azota a Occidente, no están por abandonar el modelo de crecimiento consumista basado en que la mayoría de los recursos del resto de países del planeta deben servir para perpetuar el grado de desarrollo alcanzado en Occidente en las últimas décadas, particularmente en EEUU. Este objetivo implica que Occidente precisa seguir ejerciendo el dominio sobre los países que poseen materias primas y recursos energéticos.

En oposición a este modelo, los países que aspiran a su desarrollo económico precisan de la soberanía económica para decidir sin imposiciones foráneas sus políticas económicas, y a su vez, precisan de la paz y la colaboración para implementar esas políticas.

Dominio occidental, o soberanía económica de los países en desarrollo, dos conceptos antagónicos que se enfrentan y se enfrentarán en la conformación de la economía mundo y que implican, posiciones para la guerra de dominio por parte de Occidente, y posiciones para la paz y la defensa de la soberanía por parte de los países emergentes y en desarrollo.

Agotado el modelo colonial, la forma que tiene actualmente Occidente para dominar o neutralizar a los países que no se someten a su tutela neocolonial es destruyendo sus economías promoviendo, para ello, en la medida que pueden: la inestabilidad interna; la confrontación entre países, o destruyendo si es preciso por la fuerza militar sus infraestructuras. En definitiva, para Occidente, allí donde puede, es preferible un país destruido a un país prospero pero rebelde a su tutela, ya que ello les convierte en países débiles y por lo tanto fáciles de manejar.

Esta estrategia Occidental promovida por EEUU y la OTAN con el soporte de los latifundios mediáticos que le sirven, tiene sus particularidades en cada región del mundo.

- En Oriente Medio y países árabes es donde más activo ha estado y están EEUU y la OTAN en la desestabilización de la región. En la primera década del siglo XX, EEUU ha tenido una intervención militar directa en Afganistán e Irak sumiendo a estos dos países con la guerra en la ruina económica; la OTAN estimuló la confrontación tribal armada en Libia y aprovechó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para la protección de civiles en la guerra civil para destruir con bombardeos masivos la economía de ese país, habiendo quedado Libia en un caos político y económico que le ha convertido en un país de fácil manejo para Occidente. Ahora pretende reproducir el guión de Libia en Siria un país no subordinado a la OTAN. Si bien es improbable que se produzca una intervención militar en ese país auspiciada por el Consejo de Seguridad de la ONU, el apoyo para que la guerra civil en ese país se agrande y se alargue forma parte de la estrategia de la OTAN porque, en definitiva, una larga guerra civil contribuye a destruir económicamente a Siria, y por lo tanto convertirlo como a Libia en un país más fácil de neutralizar.

- En América Latina la estrategia de EEUU para someter a los países rebeldes ha sido en la última década apoyar las intentonas golpistas. Estas intentonas se realizaron en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Honduras. También ha intentando confrontar a países como fue el caso de Colombia contra Venezuela bajo el mandato en Colombia de Álvaro Uribe, política que fue desmontada por el actual presidente Santos, pasando a promover la colaboración con Venezuela.

- En el Oriente Asiático, la situación se presenta más difícil para los estrategas de EEUU en sus intentos por desestabilizar la región debido a la fortaleza de China y las buenas relaciones que mantiene este país con los países fronterizos. No obstante, EEUU no ceja en su empeño de promover la confrontación. En el último periplo de Leon Panetta por los países de la región asiática ha intentado reavivar las viejas rencillas de algunos países en contra de China, En Vietnam por el uso de algunas zonas del mar Meridional de China, y en la India intentando presentar a China como un gigante que puede dominar a la India.

- En el Este de Europa la OTAN esta acentuando su presión sobre Rusia, por una parte estimulando el temor de estos países hacia Rusia, fruto de la herencia del dominio que el imperio soviético ejerció sobre ellos. Recientemente, el portavoz de la cancillería rusa, Alexandr Lukashévich, reprochó a la OTAN los intentos de reanimar la llamada “amenaza del Este”, por mantener el despliegue del escudo antimisil estadounidense en Europa.

Con esta política de intentar desestabilizar los países que no se someten a EEUU y la OTAN, van a tener que convivir los países emergentes durante bastantes años. La forma de neutralizar estas agresivas políticas desestabilizadoras deben consistir en el plano interno con el desarrollo económico y la legislación en favor de los derechos civiles, y en el plano externo a través de fomentar la colaboración entre los países emergentes y de prepararse militarmente para la autodefensa.

La mayoría de la humanidad quiere paz y desarrollo y, por ello, es presumible aunque no determinante que está tendencia histórica sea la que se imponga en el mundo y EEUU tenga que convertirse en un país importante en la marcha de los asuntos mundiales, pero despojado de sus pretensiones hegemónicas.

En la actualidad, se puede considerar que la política de EEUU de promover en los países que no se subordinan a su tutela la desestabilización interna o la confrontación entre países, tiene ya pocas posibilidades de éxito en varias partes del mundo.

- En Sudamérica por la fortaleza en su soberanía e integración regional que están adquiriendo los países de la región, así como, por el desarrollo de sólidas instituciones sudamericanas como la UNASUR y el MERCOSUR.

- En el Oriente asiático porque la estabilidad política y las sinergias de desarrollo y colaboración son las notas dominantes, en las que solamente el conflicto latente en la península de Corea es el único foco de posible inestabilidad.

- En el Este de Europa porque estos países, no tienen nada que ganar dejándose arrastrar por la OTAN a una Guerra Fría con Rusia. Aunque, si bien, es legitimo que Rusia recele y adopte medidas para defenderse del incremento de las infraestructuras militares de la OTAN cerca de sus fronteras, también debiera implementar medidas políticas y económicas de confianza que acaben con los recelos históricos de estos países hacia Rusia.

Es en el Oriente Medio y en el conjunto de los países árabes donde la política de la OTAN de promover la desestabilización interna de los países no tutelados y la confrontación entre países de la región, donde está teniendo más éxito aprovechando el sectarismo religioso sunnita.

Los países árabes de mayoría sunnita dominados por grupos políticos y religiosos sectarios, se muestran incapaces de promover unos valores de tolerancia religiosa. Paradójicamente, las revoluciones habidas en Túnez, Libia, Yemen y Egipto, están trayendo más intolerancia en sus leyes contra las minorías religiosas no sunnitas, particularmente contra los cristianos, colectivo que en Siria ha optado por apoyar al gobierno sirio, pues, temen perder si los sunnitas toman el poder su secular libertad de culto.

Cito a continuación un extracto del artículo de Аrmen Оganesian en Ria Novosti. (La persecución de los cristianos en el mundo musulmán se está acercando por su intensidad a una epidemia”, señala el famoso historiador estadounidense especializado en Oriente Medio y en el Islam, Raymond Ibrahim. Los casos de persecución de cristianos, según sus evaluaciones, se están detectando en estos momentos incluso en aquellas regiones donde nunca había habido precedentes, por ejemplo, en Mali. La nueva oleada de fobia hacia los cristianos se caracteriza por un “odio hacia la simbología religiosa, violaciones de mujeres cristianas, conversión forzada al Islam. La Iglesia Ortodoxa de Túnez, prosigue el investigador: allí los miembros de la comunidad cristiana viven en condiciones de incesante terror. Así, los salafitas cubrieron el crucifijo encima de la iglesia cristiana con bolsas de basura por no querer ver un símbolo cristiano en un país musulmán. Al obispo local le fue enviada una carta con la exigencia de convertirse al Islam o empezar a pagar un impuesto para los no cristianos).

En la confrontación interna que vive Siria, es improbable que su desenlace siga los pasos de Libia, pues en el caso de Libia no existían países interconectados que pudieran derivar en un conflicto regional. En Siria, si la lucha sectaria armada entre la facción sunnita en la oposición y el actual gobierno sirio derivase en una toma del poder por la facción sunnita apoyada por Arabia Saudita por la OTAN e Israel, este cambio de poder en Siria, no dejaría indiferentes a otros actores políticos de la región como a Hezbolá en Libano, a los chiitas de Irak y a Irán. Las posibilidades de que el conflicto se extendiese a Libano y que la confrontación en contra de Israel aumentase es bastante factible, y en esa escalada podrían llegar a verse implicados los dos países más importantes de la región, Arabia Saudita e Irán. Por otra parte, la confrontación existente entre Irán e Israel podría verse recrudecida si en la región del Oriente Medio se acrecienta la inestabilidad como consecuencia del conflicto sirio.

Los buenos oficios de Kofi Annan por evitar una escalada intentando dar un mayor alcance a su plan de paz en Siria con la creación de una mesa diálogo de las partes enfrentadas en Siria y de los países que tienen intereses en el desenlace de ese conflicto, como son Arabia Saudita y EEUU como principales apoyos de la oposición armada sunnita, y a Rusia e Irán como principales apoyos con los que cuenta el actual y desgastado gobierno sirio, podría ser un rayo de esperanza para ese convulso país, que permitiese promover una solución política pacífica con o sin Al Assad como presidente, para la cual, sería deseable un despliegue de cascos azules que permitiese separar efectivamente a las partes enfrentadas y dar un mayor poder a la ONU.

Pero todo parece apuntar que a diferencia de Sudamérica, el Oriente asiático y el Este de Europa, donde las posiciones para la paz son predominantes, en el Oriente Medio las posiciones para la guerra lideradas por EEUU, Arabia Saudita e Israel, y la participación por libre de Al Qaeda, son las que tienen más posibilidades de materializarse.

 

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