02/01/2013
NOTICIA. El Presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, emitió el
1/1/2013 un mensaje de Año Nuevo en el que llama a la unificación de las
dos Coreas.
NOTICIA. Tras su elección el 19/12/2018, la presidenta de Corea del
Sur, Park Geun Hye, ha manifestado que trabajará por la paz, la
reconciliación y la cooperación en el Noreste Asiático
Noreste Asiático. Las
tendencias hacia la paz duradera pueden ser más fuertes que las intrigas
por deteriorarla
Uno de los asuntos políticos
principales que ha presidido la campaña electoral a la presidencia de la
República de Corea ha sido la reunificación de la nación coreana. Es
éste un aspecto que los gobernantes de las dos coreas siempre han tenido
en mente como una meta histórica que más tarde o más temprano tendrá que
alcanzarse. Sin embargo, los hechos parece que caminan en sentido
contrario. El reciente lanzamiento de un cohete de largo alcance por
parte de Corea del Norte para poner en órbita un satélite meteorológico
fue condenado por el Consejo de Seguridad de la ONU y preocupó
enormemente a EEUU, Rusia, China, Japón y Corea del Sur por la capacidad
que podría tener Corea del Norte para instalar en cohetes de largo
alcance cabezas nucleares.
En la región de Asia
Oriental, la vuelta de EEUU a Asia como centro estratégico de sus
prioridades internacionales está convulsionado la política exterior de
los principales aliados de EEUU en la región: Japón y Corea del Sur.
Estas dos naciones tras el final de la Guerra Fría se concentraron en su
actividad económica interna y en su integración regional, pero en los
últimos años EEUU ha dejado notar su influencia para crear tensión en la
región con la instrumentalización de sus aliados en la zona,
particularmente Japón, Corea del Sur y Filipinas. Las disputas de las
islas Diaoyu o Senkaku entre Japón y China; otras islas también en
disputa entre China y Filipinas, y las reiteradas maniobras militares
navales de EEUU en colaboración con sus aliados forman parte de la
estrategia de EEUU, ante el auge de China, para evitar la integración
regional de su aliados y fidelizarlos a su tutela como su gran
patrocinador por medio de crear confrontación contra los supuestos
peligros provenientes de China y de Corea del Norte.
Tanto Corea del Sur como
Japón en la nueva conformación del Centro económico mundial de la región
de Asia Pacífico tienen dos opciones estratégicas claras; optar por la
integración económica y política regional que era la tendencia natural
que se venía imponiendo como consecuencia del desarrollo económico de la
zona, o por el contrario, optar por la confrontación con el fin de
conseguir una preponderancia política regional, en una absurda disputa
de intereses territoriales y en una carrera armamentista que la propia
tensión como consecuencia de la exageración de supuestos enemigos
conlleva.
Evidentemente a EEUU le
interesa la segunda opción, pues la tensión creada artificialmente en la
zona le permite maniobrar contra China y Rusia a través de la
interposición de sus aliados, por el contrario, la política de la
integración regional de Japón y de Corea del Sur supone que estos países
adquieren un mayor poder autónomo de decisión, lo que a su vez implica
un distanciamiento de la influencia de EEUU y, en consecuencia, que EEUU
pierda capacidad de maniobra política en la zona.
Se demuestra con hechos que
la tensión no favorece ni a Japón ni a Corea del Sur. En el caso de
Japón tras la nacionalización de las islas Diaoyu o Senkaku por parte de
Japón el pasado 11 de septiembre, la demanda de productos japoneses en
China cayó bruscamente, y la tensión política interna en Japón obligó al
primer ministro Yoshihiko Noda, del gobernante Partido Democrático a
convocar elecciones anticipadas las cuales perdió ante su oponente
Shinzo Abe, del Partido Liberal Democrático. El primer ministro electo
afirmó estar dispuesto a suavizar las relaciones con China y resolver el
contencioso de las islas Senkaku de manera pacífica, ello implícitamente
supone un distanciamiento de EEUU que se ha manifestado también en el
interés de Yoshihiko Noda de reformar el artículo 9 de la Constitución
impuesta en 1946 por EE UU como potencia ocupante tras la derrota
japonesa en la segunda Guerra Mundial por el que Japón no dispone de un
Ejército regular, sino de las denominadas fuerzas de autodefensa bajo la
tutela de EEUU.
En el caso de la península
coreana la escalada de la tensión forzada por el acoso estadounidense a
Corea del Norte implica por parte de los gobernantes de este país la
justificación para la continuidad del Estado y economía de Guerra basado
en el principio de la defensa lo primero por el que tiene por
número de efectivos el cuarto ejército mayor del mundo con 1.106.000
soldados aproximadamente, un servicio militar de 10 años obligatorio
para la mayoría de los varones y una fuerza de reserva de unos 8.200.000
de hombres, todo ello en un país que cuenta con 24,5 millones de
habitantes. Por otra parte, la tensión no solamente se ha extendido
entre Corea del Norte y Corea del Sur sino que este último país ha
entrado en disputa en los últimos meses por las islas Dokdo o Takeshima
que han deteriorado las relaciones con Japón, haciéndose extensivas las
mismas a los agravios que la población de Corea tuvo que sufrir en los
35 años que duro la ocupación japonesa (1910 a 1945).
No obstante, los cambios de
gobernantes tanto en Japón como en Corea del Sur pueden traer una
política más independiente de estos países respecto de EEUU. Su voluntad
manifestada es la de rebajar la tensión en la zona y de tratar de
solucionar los conflictos de forma pacífica y consensuada, constituyendo
en ese sentido el gran reto por delante, lograr un ambiente
satisfactorio para iniciar conversaciones para una posible reunificación
de las dos Coreas. En unas declaraciones al respecto, la nueva primera
ministra de Corea del Sur ha manifestado: "Cumpliré mi promesa
electoral de abrir una nueva era en la península coreana a través de una
seguridad nacional fortalecida y de unas relaciones diplomáticas basadas
en la confianza bilateral".
Por su parte China a través
de la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del país Hua
Chunying, ha manifestado que tras la elección de la presidenta coreana
Park Geun-hye espera trabajar con la República de Corea para seguir
promoviendo las relaciones bilaterales y la estabilidad de la Península
Coreana, pues está en línea con el interés común de todas las partes;
por su parte el Presidente Hu Jintao ha declarado que China ha animado y
anima de forma continua a la República Democrática Popular de Corea y a
la República de Corea a que mejoren sus relaciones a través del diálogo
y a que promuevan la reconciliación y la cooperación a fin de alcanzar
la reunificación independiente y pacífica de la península.
El presidente de Rusia,
Vladímir Putin, declaró en rueda de prensa el 20/12/2012 que su país
atendió el mensaje del nuevo Gobierno de Japón de Shinzo Abe que expresó
su deseo de avanzar hacia la firma del tratado de paz, una asignatura
pendiente entre ambos países desde el fin de la II Guerra Mundial. En lo
relativo a las diferencias sobre las islas Kuriles: Iturup, Kunashir,
Shikotan y Habomai que reivindica Japón alegando el Tratado bilateral
sobre comercio y fronteras de 1855, Putin expresó su confianza de
“mantener un diálogo constructivo con nuestros socios japoneses”.
El Presidente de Corea del
Norte, Kim Jong-un, emitió el 1/1/2013 un mensaje de Año Nuevo en el que
llama a la unificación de las dos Coreas. En su mensaje, transmitido por
medios estatales, Kim Jong-un pidió redoblar los esfuerzos por relajar
las tensiones entre las dos Coreas y señaló que la confrontación sólo
conduce a la guerra.
Todo parece indicar que los
países que conforman la región del Noreste de Asia se encaminan hacia la
superación de los rescoldos que todavía perviven desde la Segunda Guerra
Mundial y de la época de la Guerra Fría. La lógica de la confrontación
en la pretensión de que unos ganen a costa de otros, solo conlleva la
suma de intereses igual a cero, cuando no de pérdidas mutuas, por
el contrario, la colaboración y la integración regional establece la
dinámica de ganar, ganar para todas las naciones. Enfrente de
esta política de colaboración se encuentra EEUU, que teme que la misma
aleje a sus socios de su tutela y pierda poder en la región en su afán
por contener a China.
La reunificación de la península coreana en una sola nación
traería la estabilidad definitiva a la región, para ello previamente tienen que crearse las condiciones
de confianza mutua entra ambas Coreas para poder implementar un hoja de
ruta al respecto. La reunificación de las dos Coreas descansa en una
premisa fundamental y es la salida de EEUU de Corea del Sur, pues sin la
misma, Corea del Norte interpretaría tal reunificación como una
rendición*. Por ello, y porque la división de las dos Coreas ha cobrado
especial relevancia para EEUU para mantener un foco de tensión en la
zona sobre el que diseñar sus estrategias para contener a China
manipulando a sus aliados, hace que EEUU se haya convertido en el
opositor número uno a esta reunificación; sin olvidar que para EEUU su
presencia militar en Corea del Sur y Japón forma parte del derecho de
conquista por su victoria en la Segunda Guerra Mundial sobre Japón y por
su participación en la Guerra de Corea, al igual que lo hizo la antigua
URSS en los países del Este de Europa.
La iniciativa para liderar el
proceso de reunificación de las dos Coreas está en manos de Corea del
Sur, quien si demuestra con hechos que es capaz de realizar una política
exterior autónoma de EEUU se ganará la confianza de Corea del Norte y
con ello se crearan la condiciones para iniciar unas conversaciones
sinceras.
Asía Oriental ha convivido
durante décadas con una herencia conflictiva heredada de la Segunda
Guerra Mundial y de la Guerra Fría, pero ha llegado el momento de poner
fin a esa herencia envenenada para que el desarrollo regional no se vea
perturbado por quienes quieren perpetuar esa situación que en nada
beneficia ya al necesario y pacífico desarrollo de los países de la
región.
Islas
Diaoyu o Senkaku en disputa entre China y Japón
* Noticia posterior
relacionada con el artículo:
PYONGYANG, 14 ene (Xinhua) -- La
República Popular Democrática de Corea (RPDC) pidió el lunes la
disolución del Comando de la ONU (UNC, siglas en inglés) y un tratado de
paz que reemplace al Acuerdo de Armisticio (AA), según informa la
agencia oficial de noticias KCNA.
Un memorando del Ministerio de Exteriores
de la RPDC dijo que si EEUU desmantela o no el UNC podría ser visto como
medida de la disposición de Washington de mantener su "política anti-RPDC".
El documento afirma que EEUU se muestra
en contra de reemplazar el AA con un tratado de paz permanente porque
quiere mantener el régimen de armisticio y el UNC.
La RPDC mantendrá y reforzará sus
capacidades de disuasión de guerra, hasta que EEUU tome la decisión
adecuada, dijo el Ministerio, añadiendo que el diálogo político a un
nivel más alto entre comandantes militares es la única manera de
asegurar una paz duradera.
La guerra coreana llegó a un alto el fuego
el 27 de julio de 1953, cuando el AA fue firmado en Panmunjom, en la
frontera entre Corea del Sur y la RPDC. Pero la guerra no ha terminado
oficialmente ya que nunca se ha llegado a firmar un tratado de paz.