17/05/2015
NOTICIA.
Del 14/05/2015 al 19/05/2015, el primer ministro de la India, Narendra
Modi, visita en gira oficial, China, Mongolia y Corea del Sur.
La conectividad asiática
El
16/05/2015, el primer ministro de la India, Narendra Modi, finalizó su
estancia de tres días en China.
La
estancia de Modi en China ha reflejado el buen momento que viven las
relaciones entre China y la India. Modi tras reunirse con el presidente
chino Xi Jingping en Xi'an, se reunió en Beijing con el primer ministro
de China, Li Keqiang, firmándose 24 acuerdos en áreas que van desde
trenes de alta velocidad, asuntos militares y temas fronterizos.
Con el fin de mejorar la cooperación fronteriza, se planearon visitas e
intercambios anuales entre los cuarteles de los dos ejércitos y comandos
militares vecinos. Entre los acuerdos económicos destaca el objetivo de
equilibrar el comercio bilateral actualmente desbalanceado a favor de
China, estableciéndose la reducción de aranceles para productos indios.
China es el mayor socio comercial de la India. Su comercio bilateral
totalizó 65.500 millones de dólares en 2013, pero el déficit comercial
de la India con China ha aumentado en años recientes. En
Infraestructuras se estableció un plan de acción ferroviaria a
implementar por la Administración Nacional de Ferrocarriles de China y
el Ministerio de Ferrocarriles de la India. Por último, las dos partes
decidieron establecer el Foro de Consultoría y el Foro de Medios de Alto
Nivel China-India, que se llevarán a cabo anualmente, alternando su sede
entre China y la India.
Como
política general, ambos países acordaron buscar una base común en sus
respectivas estrategias de desarrollo para promover de manera conjunta
la integración económica regional y contribuir al crecimiento económico
global. Modi expresó el deseo de tener un mayor comercio bilateral y una
cooperación más estrecha con China dentro del Banco
Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII),
manifestando que la India está lista para cooperar con China en la
Iniciativa de la Franja y de la nueva “Ruta de la Seda” para promover el
desarrollo y la prosperidad de la región, y su convicción de que el BAII
tendrá un papel importante en el desarrollo económico y social regional
y en el desarrollo de las comunicaciones en el sur de Asia a las que la
India otorga una gran importancia.
La Franja Económica de la Ruta de la Seda y
la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI son proyectos principalmente de
comercio e infraestructura internacionales a iniciativa de China con el
fin de crear
grandes mercados a lo largo de las rutas, lo que significa más
oportunidades para propagar la manufactura y la producción en Asia y en
la economía mundial.
La estrategia abarca a países y regiones con una población total de
4.400 millones de habitantes y un volumen económico total de 21 billones
de dólares, 63 y 29 por ciento, respectivamente, del total mundial.
En abril
del presente año, durante la visita realizada del presidente chino, Xi
Jinping, a Pakistán, se firmaron entre ambos países contratos de
infraestructuras y de energía por un valor calculado en 50.000 millones
de dólares. El acuerdo más importante de ambos países fue promover la construcción del Corredor Económico China-Pakistán
(CECP), una red ya planeada de proyectos carreteros, ferroviarios y
energéticos que vincularán el puerto de aguas profundas de Gwadar, en el
suroeste de Pakistán, con la región autónoma uygur de Xinjiang, en el
noroeste de China, lo que permitirá a China tener acceso terrestre
directo al mar de Arabia.
El
15/05/2015, el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, en la séptima
reunión de ministros de Transporte de los países miembros de la Organización
de Cooperación de Shangai (OCS)* manifestó que tras el acuerdo firmado en 2014 sobre la
creación de condiciones propicias para el transporte internacional
automovilístico, el próximo paso deberá ser el programa de desarrollo
coordinado de las autopistas de los países miembros de la OCS, cuyo
proyecto ha sido puesto a consideración de los participantes. "La
idea de crear un sistema común de transporte de la OCS, que utilice
también el Ferrocarril Baikal-Amur, tiene grandes perspectivas; estoy
seguro de que la realización de proyectos de gran envergadura como este
responde a los intereses no solo de los miembros de nuestra asociación,
sino de todos los países de Eurasia".
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La
interconectividad asiática y euroasiática trata de recomponer el espacio
geográfico humano partiendo de una configuración actual en la que las
grandes concentraciones humanas se encuentran en los límites oriental,
meridional y
occidental, mientras que en el centro del continente la
densidad demográfica es comparadamente muy pequeña. La conexión
terrestre entre el oriente de China, la India y el occidente ruso donde
se encuentran la mayor parte de los casi tres mil millones de habitantes
supone el desarrollo de infraestructuras cruzadas en la que el centro de
Asia cobra una relevancia especial, particularmente
la región autónoma china de Xinjiang.
Actualmente las rutas marítimas para la conexión de las aglomeraciones
humanas son predominantes sobre las terrestres, pero en la medida que el
proyecto de conexiones terrestres cobre importancia Asia gozará de una
autonomía continental económica históricamente nueva.
Elaboración propia.
El
esfuerzo para la implementación de la conectividad asiática parte de la
asignación de recursos principalmente con la reciente constitución del BAII, pero este paso ha sido posible gracias a la superación histórica
de las diferencias políticas de las tres grandes potencias del espacio
asiático: China, India y Rusia. En el pasado, las diferencias territoriales existentes
entre la India y Pakistán; de la India con China, y de China con la
URSS llevaron en los años sesenta del siglo XX a guerras fronterizas y
el realineamiento entre Rusia y la India por una parte, y entre China y
Pakistán por otra.
China y
Rusia pudieron comenzar un acercamiento sincero una vez que terminaron
de dirimir en la primera década del siglo XXI sus pleitos fronterizos;
actualmente China y la India trabajan para resolver sus diferencias
fronterizas, y sería deseable que la India y Pakistán llegaran a un
acuerdo en la disputada región de Cachemira, pues ello permitiría: 1.
centrarse sin recelos en el desarrollo económico asiático compartido; 2.
la integración tanto de la India como de Pakistán en la OCS, y 3.
neutralizaría cualquier intento de terceros de atizar la cizaña de la
discordia entre vecinos para boicotear la integración asiática.
La
interconectividad terrestre asiática, a diferencia de la marítima,
pertenece exclusivamente a los países que la forman, mientras que las
rutas marítimas pueden ser controladas militarmente por potencias
foráneas, principalmente EEUU que tiene desplegadas varias flotas por
todos los mares del mundo, pero su poder para controlar la rutas
terrestres asiáticas es muy limitado y en caso de pretender debilitar la
interconectividad asiática su principal recurso sería intentar avivar
los conflictos entre países.
En el
caso de Rusia, el acoso de la OTAN en su frontera occidental agravado
por el conflicto en Ucrania y la política de sanciones económicas de los
países occidentales, le están empujando a priorizar el desarrollo de la
conexión con Asia, y el fortalecimiento de sus alianzas con sus socios
asiáticos. No obstante, la mayor parte de la población de Rusia vive en
la parte europea de su territorio y le convierte en un punto de conexión
imprescindible entre China y Europa. En cierta medida el intento de
aislamiento de Rusia de la UE forma parte de la estrategia
estadounidense de limitar la conectividad asiática con Europa sin
la cual pierde relevancia, pero en esta
estrategia la mayor perdedora es la UE, pues Rusia es insustituible en
la conexión euroasiática.
Una vez
más, los conflictos solo sirven para frenar el desarrollo económico y
quienes los
avivan lo hacen para entorpecer la integración económica y
política euroasiática. La solución de los conflictos en base al dialogo
tendrá que imponerse por encima de quienes solo ven en la
desestabilización la forma de mantener su estatus hegemónico mundial. La
UE carente de una política exterior propia, y sometida a la diseñada por EEUU, se autolimita en su proyección geoeconómica al ponerse barreras
políticas a la conectividad euroasiática.
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* Estados
miembros de la OCS: República Popular China; Rusia; Kazajistán;
Kirguistán; Tayikistán; Uzbekistán. Estados observadores: Afganistán;
India Irán; Mongolia; Pakistán