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Autor

Seudónimo: Saint Just

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04/05/2019

NOTICIA. El 09/05/2017 tendrán lugar en la República de Corea las elecciones presidenciales

 

Península de Corea. La paz y  el día después

El 10/03/2017, el Tribunal Constitucional de Corea del Sur ratificó la destitución de la presidenta del país, Park Geun-hye, acordada por el Parlamento bajo los cargos de corrupción política. La presidencia interina fue asumida por el primer ministro, Hwang Kyo-ahn, y la fecha de las elecciones para elegir un nuevo presidente fue fijada para el 09/05/2017.

Park Geun-hye, fue elegida presidenta de Corea del Sur el 19/12/2012, con la propuesta política de trabajar por la paz, la reconciliación y la cooperación en el Noreste Asiático. Ese discurso tuvo entonces una acogida positiva en Corea del Norte, su presidente, Kim Jong-un, el 01/01/2013 en un mensaje de Año Nuevo realizaría un llamamiento a la unificación de las dos Coreas. Sin embargo, el curso de los acontecimientos han marcado un camino contrario a la voluntad de paz y reconciliación entre ambas coreas. En los meses de marzo y abril del 2013, las maniobras militares anuales conjuntas de los ejércitos de Corea del Sur y EEUU, elevaron la tensión con Corea del Norte, tras la utilización por parte de EEUU en el espacio aéreo de Corea del Sur de dos bombarderos B-2 Spirit, con capacidad de carga nuclear que llevó al líder norcoreano Kim Jong-un, a declarar el Estado de Guerra de Corea del Norte con su vecino del Sur, la crisis alcanzó un clímax hasta el punto que el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó suspender temporalmente las maniobras militares conjuntas con Seúl para reducir la tensión entre las dos Coreas.

En la actualidad, coincidiendo con la maniobras militares conjuntas anuales de marzo y abril, de Corea del Sur y EEUU, la tensión ha vuelto de nuevo a la península coreana. En las últimas semanas, Corea del Norte ha venido realizando pruebas de cohetes de medio y largo alcance diseñados para transportar cargas nucleares de combate; por su parte, EEUU ha sumado a las maniobras militares conjuntas con Seúl, el  portaviones Carl Vinson, un submarino de la clase Ohio provisto de armas nucleares y dos bombarderos supersónicos B-1B  con capacidad de portar armas nucleares.

La política de la tensión entre Corea del Norte y Corea del Sur es buscada por EEUU, pues mientras exista la misma, el proyecto de reunificación de las dos Coreas  que los políticos de ambas Coreas dicen perseguir queda absolutamente descartado, pues EEUU no quiere una reunificación negociada de ambas Coreas sino la claudicación de Corea del Norte. Una pretensión que dejó muy clara en sus declaraciones el Secretario de Exteriores Rex Tillerson en la manida frase utilizada por EEUU para amedrentar a sus enemigos: Todas las opciones están sobre la mesa", aunque se daba por sentado que en el término "todas" estaba excluida la opción de la negociación.

Corea del Norte con su programa de desarrollo de armamento nuclear busca desesperadamente obtener un factor de disuasión frente a un posible ataque preventivo de EEUU, pero ese programa desarrollado en desacato a las resoluciones del CSNU que lo prohíbe categóricamente, solo contribuye también a alejar cualquier escenario de distensión que pueda favorecer un acercamiento pacífico y de negociación entre las dos Coreas.

La política de la tensión ha pasado a estar presente en la campaña electoral presidencial en Corea del Sur, el presidente interino y primer ministro surcoreano, Hwang Kyo-ahn, alineado con el  candidato derechista, Ahn Cheol-soo, ha venido alentando la retórica belicista, posicionándose a favor del despliegue del escudo antimisiles estadounidense (THAAD) en suelo de la República de Corea, sin embargo  el candidato del Partido Minju de Corea, Moon Jae-in, cree que Estados Unidos debe inmediatamente cesar el despliegue de sus sistemas THAAD considerando que es una cuestión que debe ser discutida a escala nacional después de las elecciones presidenciales; no obstante, EEUU se ha aprestado a iniciar el despliegue del THAAD antes de las elecciones tal vez en prevención de un resultado adverso del candidato más alineado con la política estadounidense, Ahn Cheol-soo, al que la última encuesta de Gallup Corea, realizada entre el 25 y el 27 abril de 2017, le otorga un 24% de intención de voto, frente a  un 40% a Moon Jae-in.

La reunificación de ambas coreas por la fuerza de las armas es una pretensión irrealizable por el grado militar de confrontación que significaría. Una segunda guerra de Corea iniciada por EEUU no asegura la derrota de Corea del Norte sino solamente una gran confrontación entre ambas coreas de consecuencias desconocidas. Tampoco Corea del Norte puede ambicionar a que en una segunda guerra de Corea en repuesta a un ataque preventivo estadounidense podría derrotar a Corea del Sur. En la actualidad, lo que detiene a ambos contendientes es lo que sucedería el día después de iniciado el conflicto, que solo puede tener como resultado el aniquilamiento muto asegurado de ambas coreas.

La imposibilidad de EEUU de rendir al régimen de Corea del Norte por la fuerza de las  armas y de las sanciones le ha llevado a definir una estrategia basada en la escenificación de la inevitabilidad de una guerra real contra Corea del Norte, orientada a presionar a China para que sea el gobierno chino quien actúe contra Corea del Norte, en el entendimiento de que China se inclinará por todos los medios en evitar una guerra en sus propias fronteras volviéndose en contra del  gobierno coreano.

El ataque del 07/04/2107, de  EEUU contra la base aérea de Shairat en la provincia siria de Homs con misiles de crucero coincidiendo con la primera reunión del presidente de China Xi Jinping con el de EEEU Donald Trump formó parte de esa escenificación de engaño a China; la utilización el 14/04/2017 de la mayor bomba no nuclear que posee EEUU conocida como GBU-43, contra una red de túneles utilizadas por los insurgentes en Afganistán, también formó parte de esa puesta en escena en el objetivo de manifestar ante Rusia y China una supuesta determinación de EEUU de ir hasta el final contra sus adversarios, y de dejar claro a los mismos que el respeto al derecho internacional no tiene relevancia en su toma de decisiones.

Con estas acciones de intimidación que se pueden considerar teatrales de matar moscas a cañonazos por el escaso efecto militar que tuvieron tanto en Siria como en Afganistán, la errática administración estadounidense de Donald Trump pensó que podía asustar a China y Rusia y que ello les llevaría a una política de apaciguamiento con EEUU, lo cual elevaría el estatus estadounidense de autoridad mundial.

Pero Rusia y China han aprendido de experiencias pasadas que la peor política que se puede seguir en las relaciones con EEUU es la política de apaciguamiento; la intervención militar de EEUU en Libia en el año 2011  puso de relieve tal cuestión. El 17/03/2011 el CSNU aprobaría con los votos de Rusia y China la resolución 1973  que autorizaba a la OTAN a intervenir en Libia con el fin de crear una zona de exclusión aérea, lejos de eso la OTAN no ceso en sus ataques hasta conseguir el derrocamiento del gobierno libio de Muamar el Gadafi.

Esa vulneración de lo acordado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, supuso un punto de inflexión para China y Rusia en la política internacional pasando ambos a jugar un papel más activo y coordinado.

El 26/04/2017, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi en un encuentro en la ONU con el viceministro de Exteriores ruso, Gennady Gatilov, para tratar sobre la crisis en la península de Corea, manifestaría que China y Rusia mantienen una comunicación y coordinación estrechas sobre los asuntos internacionales y regionales. Respecto a la política a seguir en el conflicto entre las dos Coreas, abogó por una política de "doble estrategia" y "doble suspensión". La "doble estrategia" se basa en aunar esfuerzos simultáneos para lograr la desnuclearización en toda la península de Corea y reemplazar el actual armisticio entre el Norte y el Sur por un tratado de paz. La "doble suspensión" propugna que Pyongyang suspenda sus actividades nucleares y lanzamientos de misiles a cambio de que Seúl y Washington cancelen sus maniobras militares a gran escala.

El futuro presidente de la República de Corea, tendrá que demostrar si apuesta por esa vía o por la continuidad de la política de la tensión. Corea del Norte también tendrá que demostrar si antepone la negociación a su programa nuclear. La apuesta por una vía que lleve a la península de Corea hacia la distensión tendrá que venir con pequeños pasos que faciliten la confianza entre ambas Coreas.

El camino de la tensión es un camino hacia ninguna parte que solo sirve a intereses ajenos a las aspiraciones de la reunificación del pueblo de Corea del Norte y del Sur.

 

Nota posterior al artículo:

Las elecciones presidenciales del 09/05/2017, en la República de Corea, con una participación del 77,2%, ofrecieron los siguientes resultados:

Moon Jae-in, Partido Democrático 13.387.647 de votos (41,19%); Hong Jun-pyo, Partido Libertad 7.841.017 (24,10%); Ahn Cheol-soo,  Partido del Pueblo 6.982.012 (21,40%); Yoo Seong-min, Partido Bareun 2.202.601 (6,80%); Sim Sang-jung, Partido de la Justicia 2.011.182 (6,20%). En la República de Corea no existe segunda vuelta de elecciones, por lo que resultó electo presidente Moon Jae-in, partidario de abrir conversaciones con Corea del Norte en favor de una distensión entre ambas Coreas.

 

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