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Autor

Seudónimo: Saint Just

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27/12/2013

NOTICIA. Dirigentes chinos celebraron el 26/12//2013 un simposio para conmemorar el 120º aniversario del nacimiento de Mao Zedong en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing.

 

El singular camino de China

El simposio tuvo lugar en el Gran Palacio del Pueblo y contó con la participación de los líderes del Partido Comunista de China (PCCh). Antes del evento visitaron el mausoleo de Mao en la Plaza de Tian'anmen. Mao Zedong nació el 26 de diciembre en 1893 y falleció el 9 de septiembre de 1976.

La celebración del natalicio de Mao Zedong, se realizó sobriamente sin actos destacados. La importancia de esta conmemoración viene determinada por la implicación de la dirigencia China al realizar un simposio exclusivo sobre este evento que reunió a las figuras políticas más destacadas de China en un mensaje claro de unidad del PCCh entre el pasado el presente y los proyectos de futuro de China.

 

China tiene dos objetivos declarados y definidos en el XVIII congreso del PCCh celebrado en noviembre del 2012. El primero, la construcción de una sociedad modestamente acomodada para el 2021 cuando se cumplen los cien años de fundación del PCCh, ello supone alcanzar la meta de doblar la actual renta per cápita de 6.000 dólares en una población de 1.350 millones de personas a los 12.000 dólares; lo que situaría en esas fechas el PIB de China cerca del de EEUU.

El segundo objetivo es la construcción de un sistema socialista moderno para el año 2049, coincidiendo con el centenario de la fundación de la República Popular China, ello podría suponer alcanzar una renta per cápita equivalente a la media actual europea, con lo que su PIB superaría al de EEUU y la UE juntos.

 

China ha pasado por diferentes etapas en la historia contemporánea, la más importante fue su emancipación colonial de los imperios británico y japonés que culminó con la proclamación de la actual república en 1949. Mao Zedong fue el dirigente carismático que lideró esa lucha. Las posteriores fases que sucedieron en la historia de China estuvieron marcadas por la Guerra Fría.

En el ámbito internacional China pasó de una estrecha alianza con la URSS en los años cincuenta del siglo XX a una ruptura con el bloque soviético que tuvo su máxima expresión en una guerra fronteriza en el río Amur en los años sesenta. Con posterioridad en los años setenta China estableció relaciones con EEUU, la URSS perdió un aliado estratégico y, entre otros, fue uno de los factores en la decadencia y desaparición del bloque soviético. Este giro lo propició Mao Zedong.

En el escenario interno China en 1949 era en un 90% rural y con una estructura económica y política feudal. La forma de emprender la industrialización del país, bien siguiendo el modelo soviético de forma centralizada basada en un gran aparato burocrático urbano que el PCCh no controlaba, o bien, de forma descentralizada tomando como base las comunas populares rurales donde el PCCh tenía su fortaleza, llevaría a fuertes disensiones con la URSS y en el seno del PCCh que culminaría en un enfrentamiento civil de dimensiones colosales en la llamada Revolución Cultural de 1966 a 1976 de la que Mao Zedong fue uno de sus artífices.

Las diferencias de fondo entre el modelo soviético y el de China tenía su origen en la distinta forma que se produjeron ambas revoluciones, mientras que la revolución rusa supuso el triunfo de una minoría de revolucionarios en las zonas urbanas desde las que se exportó por la fuerza la revolución a las áreas rurales; la revolución China tuvo su origen y principales apoyos en las zonas rurales siendo respaldada por la mayoría social compuesta por campesinos.

Tras la muerte de Mao Zedong en 1976 y el ascenso al poder de Deng Xiaoping, China se enfocó en su modernización, para entonces el PCCh disponía de cuadros capacitados para liderar este proceso desde Pekín, muchos de ellos como el propio Deng Xiaoping apartados durante la revolución cultural de los puestos de responsabilidad.

La muerte de Mao Zedong traería una profunda reflexión dentro del PCCh sobre su propia trayectoria y lo perjudicial de la excesiva influencia de los líderes en la nueva etapa de modernización de China. Fue suprimido el criterio de que los dirigentes desempeñaran cargos públicos de por vida y anulado el culto a la personalidad, del que Deng Xiaoping afirmaría en una entrevista realizada por la periodista italiana Oriana Fallaci en agosto de 1980, “que el culto a la personalidad era una secuela cultural del feudalismo”. La revolución cultural sería considerada por el PCCh como el periodo más calamitoso de RPCh y uno de los errores más graves de Mao Zedong.

China desde 1979 se comprometería en un proceso de Reforma y Apertura. De reformas internas fomentando la iniciativa privada y la implantación progresiva de un Estado de Derecho, y de apertura a las relaciones con el resto de países del mundo que le permitiría transformarse en el mayor fabricante de productos manufacturados.

No obstante, en la conmemoración de los 120 años del natalicio de Mao Zedong, en una mirada al pasado, el presidente Chino Xi Jinping dejaría clara la postura del PCCh: “los líderes revolucionarios no son dioses, sino seres humanos. No podemos adorarlos como dioses ni prohibir al pueblo que apunte y corrija sus errores sólo debido a que son grandes figuras, tampoco podemos repudiarlos ni borrar sus éxitos sólo por sus errores”, y rememorando una frase de Deng Xiaoping diría: “el Partido Comunista de China (PCCh) mantendrá en alto la bandera del pensamiento de Mao Zedong para siempre”.

Si alguna cosa han demostrado los líderes chinos es que aprenden de sus aciertos y de sus errores, aferrados a un axioma marxista: la práctica es el único criterio de verdad. Para el PCCh la síntesis de la práctica política, social y económica convertida en teoría como guía de actuación es el eje que une pasado, presente y proyectos de futuro y, Xi Jinping en el simposio rememoraría dos principios del pensamiento Mao Zedong: “bajo las nuevas condiciones, los miembros del Partido deben aprovechar el alma viva del pensamiento de Mao Zedong, es decir, buscar la verdad en los hechos, y adherirse a la línea de masas".

El PCCh en todas las etapas de su historia ha tenido como fundamento que la mayoría social se identifique con su liderazgo, y en los últimos años, los casos de corrupción, la ostentación en gastos de muchos de sus dirigentes y las desigualdades sociales han venido erosionando la confianza popular en su representatividad. Ello le llevó al PCCh a iniciar en junio una campaña de un año para reforzar la "línea de masas", una orientación que pretende afianzar la unión de la sociedad china con el PCCh, en lo que Xi Jinping calificó de mantener los "lazos de carne y hueso entre el Partido y el pueblo”.

En esa dirección el PCCh tiene abiertos varios frentes, la lucha contra la corrupción combatiendo tanto a los tigres como a las moscas, es decir, la corrupción en los altos cargos y cargos menores; recortando los gastos de los cargos públicos, y destinando muchos funcionarios a barrios pobres y zonas rurales para colaborar en los trabajos de los residentes y conocer sus opiniones.

Las declaraciones de Xi Jinping se pueden resumir en el siguiente extracto:

Desde la época moderna, la nación china siempre ha estado anhelando el gran rejuvenecimiento. Nuestros predecesores realizaron grandes esfuerzos para hacer realidad este sueño de China. Hoy, a partir de sus logros, la campaña de reforma y apertura y la modernización de China han logrado avances significativos. China nunca ha estado tan cerca de lograr la meta del gran rejuvenecimiento de la nación”. “China seguirá firmemente por el camino del socialismo con características chinas y el camino del desarrollo pacífico y se adherirá a la política exterior independiente y pacífica”. “El pueblo será el árbitro supremo y el juez final para evaluar el trabajo del PCCh”.

 

Contrariamente a lo que se cree en Occidente, la estabilidad política de China se fundamenta en la sintonía de la mayoría del pueblo chino con sus instituciones, una sintonía que no es estática sino que varía con el paso del tiempo. El proceso de Reforma y Apertura, mantiene un equilibrio entre los cambios que experimenta la sociedad China y las reformas políticas, económicas y jurídicas.

Los prejuicios occidentales de catalogar el mundo por sus propios fundamentos políticos le impiden ver que cada nación se transforma en función de sus tradiciones, de su pasado político y de sus proyectos de futuro. Occidente piensa que ha llegado a la plenitud en la democracia política y social, una consideración estimable para estar satisfechos y pensar que viven en el mejor de los mundos posibles, pero que no les arroga el derecho de pretender exportar y menos por la fuerza su visión al resto del mundo.

China no pretende exportar el socialismo como lo pretendía la URSS, entiende que cada país se transforma a si mismo. Las naciones tienen que acostumbrarse a vivir en la diferencia aunque los objetivos universales finales recogidos en la Carta de la ONU y la declaración de los derechos humanos de 1948 sean los mismos, un mundo basado en la democracia, el respeto entre naciones, el fin de la carrera armamentista, la economía al servicio de las mayorías, al que hay que añadir el objetivo de la lucha contra el cambio climático. Los ritmos de cada nación y de cada región del planeta son diferentes, lo importante es que las transformaciones se realicen por la vía pacífica.

China como otras naciones en desarrollo tiene un largo camino por delante en su industrialización y urbanización, un recorrido que Occidente ya lo culminó hace décadas. Los cambios políticos en China seguirán siendo graduales, quienes tienen en su mente que China pueda tener un destino parecido al de la URSS, desconocen tanto la historia de la URSS como la de China.

 

China desde el punto de vista político tiene un gran reto por delante, la reunificación política de la parte continental China y Taiwán. El PCCh no puede ignorar que el Kuomitang no es, por historia y vocación, un partido político taiwanés sino un partido político chino y, por ello, la reunificación debiera tener en cuenta la participación política del Kuomitang en la parte Continental de China. Actualmente hay ocho pequeños partidos en China que comparten consensuadamente con el PCCh en la Asamblea Consultiva de China la marcha de la política en China. No obstante, el Kuomitang como heredero de la tradición de la primera republica de China fundada en 1911 por el patriota Doctor Sun Yat Sen, llegado el caso de la reunificación, debiera contribuir en mayor medida a la remodelación política de China.

 

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