Así lo interpretaron las autoridades
Chinas, tras años de llamamientos a los sucesivos gobiernos de EEUU de que cesaran en sus injerencias en Taiwán, y se apegaran a los
acuerdos suscritos con China del reconocimiento de una Sola China, cuyo
gobierno constitucional y legítimo es el de la
RPCh.
No obstante, la administración demócrata
estadounidense ha forzado desde su llegada al gobierno sus injerencias en
la política de Taiwán. La visita oficial de una de las máximas
representantes de EEUU, ha supuesto para China cruzar una línea roja que
no está dispuesta a admitir.
Al término de la visita de Nancy Pelosi a
Taiwán, el Ejército Popular de la RPCh a iniciado una serie de maniobras
militares para un control total del perímetro de la isla
entre el 04/08/ y 07/08/2022.
Fuente: Xinhua. Elaboración propia
EEUU, con sus acciones injerencistas en
progresión ascendente, ha estado probando el grado real de
determinación
de China para enfrentarse a EEUU. Hasta ahora, en el asunto de Taiwán, la
respuesta china ha sido solo verbal, cuestión que a los dirigentes
estadounidenses les parecía un signo de debilidad maquillada
con retórica.
La visita de Pelosi ha sido la última
vuelta de tuerca, y la relación de China con EEUU ha entrado en una
nueva fase, en la que la cuestión de Taiwán estará excluida por
completo.
De momento no se ha producido ningún
incidente armado, y EEUU y las autoridades actuales de Taiwán, han
parado todas sus actividades militares áreas y marítimas en torno a
Taiwán, puesto que son conscientes de que China está esperando cualquier
error para iniciar una confrontación armada que ponga fin de una vez por
todas el acoso estadounidense.
El bloqueo militar a la isla sin
respuesta militar muestra a China que EEUU no está preparado para la
confrontación y, por ello, tras las maniobras militares, China seguirá
ejerciendo un control aéreo y marítimo sobre la isla para siempre.
EEUU en sus relaciones con China y con
Rusia está llegando a su techo. Desde un punto de vista cortoplacista se
puede pensar que EEUU tiene poco que ganar con el enfrentamiento con
China y Rusia, pero existen dirigentes en EEUU que piensan que la
confrontación desde el punto de vista estratégico de rendir a estas dos
potencias viene incluso con
retraso, pues el poderío de China y Rusia aumentan con el paso del
tiempo, y la espera solo aumenta la desventaja estadounidense.
Primero con Rusia, ahora con China, y
contra ambos a la vez, EEUU continuará en la misma línea, es
difícil predecir cuanto tiempo, tal vez hasta que la mayoría de la
ciudadanía estadounidense y occidental cambie su punto de vista
neocolonial de supremacía política global que le otorga el derecho a
regir el destino de otras naciones, y que ahora lo perpetúa una
gerontocracia política en EEUU.
Las relaciones internacionales han
entrado en una etapa de reinicio de lineamientos más activos, entre el
mundo occidental liderado por EEUU, y los BRICS y la mayoría de los
países en desarrollo que, tras la parálisis económica occidental, se
irán inclinando hacia una relación más estrecha con los países emergentes que progresivamente
aumentan su participación en el PIB mundial.
Incluso la ONU, que en la actualidad,
debido a la intrusión masiva de funcionarios pro-occidentales en todos
sus organismos
está
escorada
en la mayoría de los asuntos hacia
las posiciones prooccidentales, ignorando que Occidente representa
solamente a un 12 % de la humanidad, deberá cambiar.