24/05/12
NOTICIA.
Estados Unidos emitió su informe anual sobre los derechos humanos,
titulado: "Informe de Prácticas sobre Derechos Humanos por Países 2011”
El informe
de Estados Unidos sobre derechos humanos, propaganda de guerra para la
retaguardia civil
Estados Unidos
anualmente publica un informe sobre derechos humanos, en el que aporta
su particular visión sobre los mismos en los diferentes países del
mundo. Resulta patético cuando no cínico que quien más ha vulnerado los
derechos humanos en el mundo en el siglo XXI a través de las guerras de
agresión que han provocado cientos de miles de victimas civiles, que
practica la tortura en las cárceles de la CIA y, si nos retrotraemos
unas décadas atrás, ha sido responsable de millones de muertos en la
guerra de Vietnam, que apoyó a regímenes dictatoriales sanguinarios como
la dictadura franquista en España, o la de Pinochet en Chile; sea quien
pretenda erigirse en juez de los derechos humanos en el mundo.
Interesadamente, este informe siempre muestra una grave vulneración de los
derechos humanos en los países que no están sometidos a la tutela de EEUU y
obvia molestar a quien se declara fiel aliado suyo como son, por ejemplo, los
casos de Israel en sus acciones contra los palestinos, o del despótico régimen
monárquico de Arabia Saudita con leyes inquisitoriales medievales.
Pero
¿cuál es la razón por la que EEUU precisa realizar este informe? La respuesta la
dio un gobernante brasileño el año pasado, país al que EEUU también había
incluido entre los violadores de derechos humanos, este gobernante afirmó que no
se debía dar importancia a un informe que es para consumo interno de la
ciudadanía de EEUU y, por lo tanto, Brasil no contestaría a dicho informe. De
manera diferente China cada año contesta a ese informe con otro donde señala la
vulneración que hace EEUU de los derechos humanos dentro de sus fronteras
haciendo hincapié en su inhumana política carcelaria y el trato discriminatorio
hacia los inmigrantes y las minorías étnicas.
Si bien es verdad que
cada vez importa a menos gente lo que diga EEUU sobre los derechos
humanos de lo demás países del mundo. La importancia que le dan a este
informe los países que no están bajo la tutela de EEUU, es debido a la
influencia mediática que tiene EEUU en el mundo a través del control que
ejerce sobre grandes latifundios mediáticos, lo que obliga a los
gobiernos aludidos a responder ante su ciudadanía, a las acusaciones, la
mayoría sin fundamento, que vierte EEUU.
Pero la
razón más importante de este informe se fundamenta en que EEUU es una potencia
que pretende la hegemonía mundial, para ello, dispone de bases militares y
poderosas flotas navales distribuidas por todo el mundo, así como tropas
destacadas en numerosos países, pero la disposición de combate de las fuerzas
militares en todo el mundo no se puede sostener sino hay una razón
propagandística ideológica que la justifique ante la ciudadanía de EEUU.
La
disposición para la guerra ofensiva no solo debe contar con armas y soldados que
crean en lo que hacen, sino sobre todo debe contar con el asentimiento de la
ciudadanía civil para que apoye a sus gobernantes en sus ataques ofensivos y en
sus injerencias contra otros países. Sería impensable que la estrategia militar
agresiva de EEUU y de la OTAN en el mundo fuera la que es, si la población de
las naciones que sustenta esta maquinaria militar estuviera radicalmente en
contra de la misma.
EEUU
saco sus lecciones de la guerra de Vietnam y comprendió que no se puede realizar
una guerra de agresión cuando su retaguardia civil está en contra. Ello le ha
llevado a perfeccionar su maquinaria de propaganda, controlando la forma en la
que se da la información a su ciudadanía sobre las guerras que participa,
reconociendo solamente sus asesinatos y torturas cuando la evidencia lo impide
negarlo.
Aunque,
si bien el control de la información es importante para evitar que la ciudadanía
se muestre disconforme con las guerras, el control mediático de la información
no es suficiente para justificar una maquinaría militar ofensiva, ésta precisa
de una ideología para justificar sus acciones militares, ello es consustancial a
todo imperio. En el pasado, para el imperio español fue la ideología de la
expansión del catolicismo; para el imperio británico fue la ideología de la
exportación de la avanzada civilización occidental a los pueblos primitivos;
para el imperio soviético fue en el caso de Afganistán y los países del Este
europeo la expansión del socialismo; para EEUU viene siendo erigirse en el
valedor y justiciero de los derechos humanos en el mundo, propaganda con la que
educa a su población civil en una supuesta supremacía moral que le otorga la
justificación para su expansión militar y sus injerencias en otros países.
Con la
excepción de EEUU y las naciones que componen la OTAN, el resto de naciones,
particularmente los países emergentes, tienen una política defensiva y, por
ello, no precisan justificar ante sus ciudadanos ninguna política de agresión
porque no la realizan. La razón ideológica que une a la ciudadanía con sus
fuerzas militares se sustenta en la defensa de la soberanía, de tal manera que
cualquier ataque militar desde el exterior une fuertemente a la población civil
con sus fuerzas armadas.
Los
países que tienen la ideología de la soberanía muy arraigados, como lo fue en el
pasado Vietnam, le permitió vencer a un agresor militar muy superior, aunque en
esa lucha el pueblo de Vietnam y de Laos sufrieron más potencial de fuego que el
que sufrieron todos los países juntos en el escenario europeo durante la Segunda
Guerra Mundial; los bombardeos devastadores de EEUU acabaron con la vida de dos
millones de vietnamitas, la mayoría civiles.
Es esa ideología de
la soberanía nacional arraigada en los pueblos la que ha hecho también
que EEUU no haya podido continuar en Irak, y que la OTAN pierda la
guerra en Afganistán. La ideología de la soberanía se muestra mucho más
poderosa que la ideología de la falaz exportación de la libertad y los
derechos humanos y, es falaz, porque en la práctica es en la guerra
donde más se vulneran los derechos humanos.
Por
otra parte, EEUU tiene una particular visión de los derechos humanos, en la
cual, el desarrollo de los derechos humanos en materia social no cuentan, por
ejemplo, el que Brasil o China hayan sacado de la pobreza extrema a cientos de
millones de personas en los últimos años; que las expectativas de vida hayan
subido de cincuenta a más de setenta años, que el nivel de analfabetismo se haya
reducido, no cuenta en su computo como avance en derechos humanos, aunque sí son
derechos que contempla la Carta de Derechos Humanos de 1948.
Para EEUU los
derechos humanos solamente tienen que ver con la libre empresa, si un
país deja que los capitales de EEUU dominen su economía ese será el país
que más respeta los derechos humanos, por el contrario, si ese país
pretende ser soberano de sus recursos económicos automáticamente se
convierte en vulnerador flagrante de los derechos humanos. Un caso
paradigmático es el cambio en ese sentido de EEUU respecto de Rusia. En
los años noventa del siglo XX durante el mandato de Yeltsin, Rusia
dominada por oligarquías económicas prooccidentales llevaron adelante un
programa de privatizaciones que sumió a esta nación en una década de
regresión social, cayendo incluso la expectativa de vida por debajo de
los setenta años. En esos años Rusia era para EEUU un país que avanzaba
en su libertad, en cambio ahora que Rusia pretende un desarrollo
económico soberano, Rusia es un país que a ojos de EEUU retrocede en
derechos humanos, cuando todos los indicadores de bienestar social y de
implementación de derechos civiles están avanzado.
El
informe de EEUU sobre derechos humanos se tiene que calificar de vil, y su
vileza deviene porque utiliza los derechos humanos como instrumento de
propaganda mediática para justificar sus ansías de poder hegemónico mundial.
Los
derechos humanos deben avanzar en cada nación al ritmo que los pueblos que la
componen lo vayan determinando sin injerencias de otras naciones. En un mundo
globalizado el debate sincero sobre los mismos es necesario, y la sinceridad se
manifiesta en mantener que el principio de respeto a la soberanía de las
naciones está por encima de todo, pues es la base sobre la que se sustenta la
paz, sin la cual, no pueden existir derechos humanos, porque la guerra es el
peor escenario para que los mismos se respeten.
La
propaganda de la exportación de los derechos humanos por la fuerza, es solamente
eso, propaganda de guerra para educar la retaguardia que representa la
ciudadanía occidental en las políticas por la hegemonía mundial.
Declaración Universal de los Derechos humanos
Adoptada y
proclamada por la Resolución de la Asamblea General 217 A (III) del 10
de diciembre de 1948.