03/09/2012
NOTICIA. Mitt
Romney se comprometió a "restaurar la promesa de Estados Unidos"
en un discurso ante la Convención Republicana en Tampa, Florida
El margen
de maniobra de EEUU
Por las acusaciones
entre los candidatos a la presidencia de EEUU, se puede interpretar la
percepción que el electorado tiene de la política en EEUU.
Romney
candidato por el partido republicano, acusa al actual presidente Obama y
candidato por el partido demócrata, de no tener recetas para reactivar la
economía de EEUU y de haberse instalado en la debilidad como nación rectora
mundial. Propone la creación de millones de puestos trabajo en EEUU, y una
política internacional más firme y contundente.
Obama
crítica a su oponente por proponer políticas económicas que se han mostrado
fallidas en el pasado y que dieron lugar a la crisis financiera bajo el mandato
del presidente republicano Bush, y hace hincapié en la recuperación de la
solvencia de la clase media de EEUU como elemento de crecimiento económico; en
cuanto a la política de EEUU en el mundo opina que es la correcta.
De
ambos discursos se desprende que la percepción del electorado en los asuntos
internacionales se sitúa entre quienes creen que el poder de EEUU en el mundo se
encuentra en retroceso ante la pusilanimidad del actual presidente Obama, y
quienes confían en Obama y temen el aventurerismo irresponsable de Romney; en la
política doméstica la diferencia conceptual se sitúa entre quienes creen que la
recuperación económica debe ser fruto de una mayor liberalización de la
economía, que apoyan a Romney, y los partidarios de Obama que no están de
acuerdo con los excesos liberales que han aumentando las diferencias sociales.
Las
campañas electorales en EEUU no se basan en propuestas políticas, sino en mensajes
políticos ambiguos que, el
político de turno una vez en el poder, puede interpretarlos como estime
conveniente en función de los intereses de determinados poderes fácticos, o de
la coyuntura política. A pesar de la vaciedad política de los candidatos
estadounidenses, el electorado de EEUU (que suele rondar en un 54% de quienes
tienen derecho a votar) influido por un gran aparato escénico-mediático carece
de cultura política para entender la misma como un compromiso programático, en
la confianza de que a quienes votan tienen capacidad para interpretar sus
demandas. Así, Mitt Romney, fiel al guión escénico, acompañado de actores
profesionales para reforzar el mismo, en el discurso para su nominación
presidencial se comprometió a crear millones de puestos de trabajo, aunque no
diga como lo va hacer, se comprometió a "restaurar la promesa de Estados Unidos"
sin que nadie sepa muy bien en que consiste la misma.
En las
últimas elecciones en países europeos como España o Francia, los candidatos a
presidente de gobierno en España y de la República en Francia han seguido el
guión escénico estadounidense, y sus campañas electorales se han basado en
criticar las políticas de sus predecesores, aunque luego en la práctica han
continuado las políticas de los mismos. Cuando Obama fue elegido presidente de
EEUU en el 2008, todo parecía indicar un cambio sustancial en las políticas de
EEUU de su predecesor Bush, pero con posterioridad se ha demostrado que las
mismas han sido continuistas, aunque adaptándose a las particularidades de la
coyuntura internacional.
La
realidad de las fuerzas políticas mayoritarias en las democracias liberales de
los países industrializados es que carecen de capacidad política de cambio, no
solamente porque están ancladas a los intereses de fuertes grupos de poder
económicos y financieros, sino porque las mayorías electorales de estas naciones
han alcanzado un estado de bienestar, que les hace ser reacias a
transformaciones políticas profundas. A pesar del fuerte impacto que en
determinados sectores sociales está teniendo la crisis económica, el
electorado se debate entre la frustración de ver como les traicionan quienes les
gobiernan, pero a su vez, en la necesidad de tener que votarles como gestores
políticos, en el entendimiento de que no hay alternativa a los mismos, ante el
temor de que opciones políticas de extrema derecha o de izquierda les
arrastrarían al caos. En el fondo se manifiesta una alianza tácita entre los
intereses de las clases medias y de las oligarquías dominantes forjada en las
últimas décadas, que la crisis del 2008 todavía no la ha roto, con la sola
excepción de Islandia, donde la ciudadanía ha protagonizado una revolución
democrática económica.
No
obstante, a pesar del conservadurismo de los países industrializados, en la
mayoría de la humanidad, residente en los países emergentes y en desarrollo, se
está acentuando la demanda a favor de que se produzcan cambios económicos y
políticos internacionales para mejorar su nivel de vida. El liderazgo a favor de
estas transformaciones lo ostentan los países BRIC, pero también otras naciones
más pequeñas como Venezuela, Uruguay, Ecuador o Bolivia, donde se está
cimentando una doctrina ideológica y política basada en la unidad de las
naciones, el respeto entre las mismas, la no injerencia, la paz y el desarrollo
inclusivo, de la que muchas otras naciones en desarrollo están tomando ejemplo.
La
última reunión de los países no alineados constituyó un paso adelante en esa
doctrina, y aunque hubo naciones dentro de los no alineados, particularmente las
que sus gobiernos se encuadran dentro del islamismo sunnita como las monarquías
del golfo pérsico, que luego practican la política de la injerencia y del
alineamiento con la OTAN, la mayoría de las naciones en desarrollo presentes en
ese foro han hecho de los principios políticos, de unidad, respeto, paz y
desarrollo inclusivo, una guía para la acción, que les permitirá perseguir esos
objetivos en el ámbito nacional, regional y mundial.
Así, la
cumbre Asean-India (20 y 21 diciembre), que se efectuará en Nueva Delhi se
realizará bajo el lema "Por la paz y la prosperidad compartida". En los
encuentros preparatorios del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC)
que culmina esta semana con la cumbre de Vladivostok, el ministro de Exteriores
de Rusia, Serguei Lavrov, declaró “que el principal objetivo de la
presidencia rusa en el APEC es la creación de condiciones externas para el
crecimiento social y económico de Siberia y Extremo Oriente”. El primer
ministro chino, Wen Jiabao, en un discurso en la ceremonia de inauguración de la
II Expo China-Euroasia, en Urumqi, capital de la Región Autónoma Uygur de
Xinjiang, afirmó que el continente eurasiático es una de las regiones más
prometedoras del mundo en términos de consumo e inversión, pero que "No se
puede conseguir nada sin un ambiente pacífico y estable", instando a que los
asuntos regionales deben ser resueltos por los países y los pueblos de la
región. En Sudamérica la ola de paz
y desarrollo está incrementándose
de tal manera que casi con toda seguridad pueda acabar con el último reducto de
la confrontación armada del continente, en Colombia. Hasta la propia secretaria
de Estado de EEUU, Hillary Clinton, empeñada en sembrar la discordia entre
naciones del Pacífico en contra de China, arrastrada por esta ola de paz y
desarrollo, tuvo que moderar su lenguaje, prometiendo en su visita a Indonesia
en renovar el compromiso de su país con la seguridad y la paz en la región
Asia-Pacífico. Y es que, el cambio económico mundial está transformando la
propia economía de EEUU, si entre 1982 y 2007 el crecimiento de EEUU se basó en
el consumo financiado con el crédito fácil en detrimento de la industria,
actualmente Estados Unidos ha vuelto a exportar: sus ventas al exterior fueron
casi la mitad de su crecimiento económico el año 2011.
La
guerra y la intimidación ya no es negocio en un mundo cada vez más abierto y,
con ello, el poderío militar se convierte en un lastre. EEUU tiene desplegadas
bases militares en todas las regiones geopolíticas del planeta, es el país
con mayor presupuesto militar del mundo, cuenta con armas para destruir varias
veces la vida humana sobre la Tierra; sin embargo, no puede ganar la guerra en
Afganistán (un pequeño país económicamente atrasado de pastores y cultivadores
de amapolas opiáceas); no puede revertir la emergencia de la soberanía política
en Latinoamérica, y su poderío militar, cada año que pasa ya intimida a menos
gente, porque contrariamente a lo que los gobernantes y medios de comunicación
de EEUU transmiten a sus ciudadanos, tras el fin de la Guerra Fría, ningún
país del mundo se considera enemigo de EEUU, es EEUU quien crea sus propios
enemigos cuando un país no se aviene
a sus intereses hegemónicos.
Tal vez
para Mitt Romney "restaurar la promesa de Estados Unidos" es que el mundo
sea como hace una década donde los estrategas del Pentágono, tras el final de la
Guerra Fría, soñaron, al igual que todo imperio alguna vez ha soñado, en ser el
que dure mil años, y pensaron que podrían dominar militarmente el Oriente Medio;
imponer con golpes de Estado a dóciles oligarquías en Latinoamérica; acosar a
Rusia para subordinarla a sus intereses; en desestabilizar China, pero no se
dieron cuenta que el mundo estaba cambiando, y bastó una crisis en el propio
corazón financiero de EEUU; unos insurgentes en Afganistán; el temple político
soberanista de carismáticos líderes en Latinoamérica; la reacción de Rusia en su
aspiración de desempeñar el papel que le corresponde en el mundo; la emergencia
de la fortaleza económica de China y, sobre todo, la convicción de la mayoría de
los países en desarrollo de que su futuro está en el potencial de sus propias
sinergias políticas, para que el mundo ya no sea el de los primeros años del
presente siglo.
Las
resoluciones de la última cumbre de los 120 países no alineados en Irán que
representaban a más del cincuenta por ciento de la humanidad, ha sido como un
aldabonazo, como un disparo de salida en la afirmación de que ha llegado su
momento, que no es otro que el momento de la política de la paz, la colaboración
y el desarrollo.
Mitt
Romney sigue pensando en devolver el protagonismo a EEUU en un mundo que ya no
existe, no sabe que el margen de maniobra geoestratégico de EEUU se ha
recortado, puede soñar con guerras e intimidaciones contra los declarados por el
propio EEUU como sus enemigos, pero si EEUU en una insensata huida hacia
adelante crispa la situación mundial progresivamente se irá viendo más solo. No
obstante, Mitt Romney, al igual que el actual presidente Obama, sólo son actores
en la política escénica de EEUU, sus diatribas electorales sólo son retórica.
Las decisiones importantes están a cargo de los poderes fácticos militares,
económicos y financieros que son quienes subvencionan sus campañas.