04/01/2013
NOTICIA. El presidente de EEUU, Barack Obama, firmó la ley sobre
el presupuesto del Departamento de Defensa para 2013, que será de
633.000 millones de dólares
EEUU. 633.000 millones de
dólares en gastos de defensa, para qué
El Congreso de EEUU aprobó un
presupuesto de 633.000 millones de dólares para gastos de defensa a
comienzos de diciembre del 2012. La Administración de EEUU, al presentar
el proyecto de presupuesto en febrero de 2012, pidió al Congreso asignar
614.000 millones de dólares al Pentágono. Pero más tarde ese monto fue
aumentado por los planes de subir el 1,7% los pagos a los militares.
Tanto republicanos como
demócratas, a pesar de sus diferencias presupuestarias, y soportar una
deuda soberana que asciende a 16,4 billones de dólares, equivalente al
PIB del país, en la partida destinada al Departamento de Defensa se
pusieron rápidamente de acuerdo.
Para EEUU el gasto militar,
sigue siendo una prioridad, siendo los mismos el fundamento sobre el que
descansa su visión y el papel a jugar en el mundo con independencia de
quien gobierne.
EEUU
Población: 308.745.538
PIB ($): 14.657.000.000.000
Gasto militar ($):
633.000.000.000
(%) PIB gasto militar: 4,3%
PIB ($) /per cápita: 47.472,8
PIB ($)/ per cápita gasto
militar: 2.050,2
Los
gastos militares según el Instituto Internacional de Estudios para la
Paz de Estocolmo en el 2008 representaron: (millones $):
Total Mundial 1.464.000;
Estados Unidos 607.000; China 84.900; Reino Unido 65.700; Francia
65.300; Rusia 58.600; Alemania 46.800; Japón 46.300; Italia 40.600;
Arabia Saudita 38.200; India 30.000; Corea del Sur 24.200; Brasil
23.300; Canadá 19.300; España 19.200; Australia 18.400; Irán 18.000;
Resto del mundo 258.200.
Que
en términos porcentuales respecto del gasto total mundial fueron:
Estados Unidos: 41,5; China:
5,8; Reino Unido: 4,5; Francia: 4,5; Rusia: 4,0; Alemania: 3,2; Japón:
3,2; Italia: 2,8; Arabia Saudita: 2,6; India: 2,0; Corea del Sur: 1,7;
Brasil: 1,6; Canadá: 1,3; España: 1,3; Australia: 1,3; Irán: 1,2; Resto
del mundo: 17,6.
Sumados los gastos militares
de los países que figuran en la lista y que están aliados en la OTAN
como son los casos de: Estados Unidos; Reino Unido; Francia; Alemania;
Italia; Canadá y España, sumarían el 59% de todos los gastos militares
del Mundo, mientras que su población representaba en el 2008 el 9,6% del
mundo, y la superficie geográfica supuestamente a defender suponía el
16,1% de las tierras emergidas del planeta.
Con
relación al PIB, los gastos porcentuales representaron:
Estados Unidos 4,22; China
1,87; Reino Unido 2,44; Francia 2,27; Rusia 3,63; Alemania 1,28; Japón
0,92; Italia 1,80; Arabia Saudita 7,87; India 2,35; Corea del Sur 2,58;
Brasil 1,44; Canadá 1,30; España 1,24; Australia 1,81; Irán 4,99; Resto
del mundo 1,73.
La
relación de gastos militares de los cuatro países BRIC (Brasil, Rusia,
India, China) con respecto a EEUU en el 2008, fueron:
Con relación a China,
EEUU tenía un PIB 5,3 veces superior, y su gasto militar con relación al
PIB era 7,1 veces superior; el PIB per cápita de EEUU era 13,3 veces
superior, y el gasto militar por habitante era 31,3 veces superior.
Con relación a Rusia,
EEUU tenía un PIB 8,9 veces superior, y su gasto militar con relación al
PIB era 10,4 veces superior; el PIB per cápita de EEUU era 4,1 veces
superior, y el gasto militar por habitante era 4,8 veces superior.
Con relación a India,
EEUU tenía un PIB 11,9 veces superior, y su gasto militar con relación
al PIB era 20,2 veces superior; el PIB per cápita de EEUU era 42,6 veces
superior, y el gasto militar por habitante era 76,5 veces superior.
Con relación a Brasil,
EEUU tenía un PIB 8,9 veces superior, y su gasto militar con relación al
PIB era 26,1 veces superior; el PIB per cápita de EEUU era 5,6 veces
superior, y el gasto militar por habitante era 16,5 veces superior.
Estas cifras demuestran
claramente quien dispone de los gastos militares en función de acciones
defensivas y quien lo hace además con un carácter agresivo u ofensivo.
Los países de la OTAN y particularmente EEUU destinan recursos a gastos
militares muy por encima de sus necesidades defensivas, y más si se
tiene en cuenta que tras finalizar la Guerra Fría ningún país les
amenaza.
No obstante, la fortaleza
militar de una nación se mide no solamente en las fuerzas tangibles, que
se muestran básicamente en el gasto militar, sino que se mide en la
motivación de los ejércitos.
En las guerras ofensivas los
ejércitos que lucharon por una causa
justa obtuvieron notables
victorias por su generosidad en la contienda, la más importante fue la
lucha contra el nazismo y el fascismo, en la que EEUU participó en el
frente occidental, y en el frente Oriental
tuvo su máxima expresión en la Gran
Guerra Patria rusa
en la que millones de soldados rusos dieron su vida.
La guerra
justa ofensiva llevó
también a los países colonizados, desde el siglo XVIII hasta el último
tercio del siglo XX, a emanciparse de la tiranía a la que estaban
sometidos por los imperios coloniales europeos siendo EEUU en 1776 quien
comenzaría esa lucha con la independencia del imperio británico.
En el siglo XXI, culminados
los procesos de descolonización, las naciones no precisan de la guerra,
pues una vez obtenida la soberanía su meta es la paz y el desarrollo.
Las únicas guerras que se pueden considerar justas son las defensivas,
es decir aquellas que una nación se levanta en armas para defender su
soberanía de la agresión de otra nación. Las demás guerras son guerras
injustas porque están
destinadas a la dominación para el expolio o sometimiento de naciones.
Las agresiones que
protagoniza EEUU en el siglo XX, bien a través de amenazas, boicots,
bloqueos, complots o invasiones militares, forman parte de la guerra
injusta porque sus fines
son conseguir la hegemonía mundial, y además de injusta es cínica porque
instrumentaliza propagandísticamente los derechos humanos en sus
agresiones.
El ejército estadounidense no
puede sustraerse a la realidad de estar formado para la guerra
injusta. El espíritu de los soldados no está imbuido de una causa
justa, y por ello, los estrategas norteamericanos, tienen que
formarlos como máquinas donde la acción de combate solo se sostiene en
una supuesta profesionalidad desprovista de valores. Ello tiene sus
consecuencias, los suicidios entre la tropa de EEUU que ha participado
en las guerras en el presente siglo han causado más bajas que las
acciones de combate. Los veteranos de guerra cuando vuelven a su país,
debido al embrutecimiento en la contienda para la que han sido
entrenados, son repudiados por parte de la sociedad estadounidense,
muchos empresarios temen de su carácter violento y rehuyen darles
trabajo y pasan a engrosar en un alto porcentaje las listas del
desempleo. Esta circunstancia ha llevado a los dirigentes militares
estadounidenses a apoyarse en mercenarios, denominados eufemísticamente
contratistas, quienes han participado en gran número en las guerras de
Irak y Afganistán.
En la guerra moderna, en la guerra
corta y tecnificada, la
moral de la tropa no se pone a prueba, pues el soldado no sufre largo
tiempo el estrés de la contienda, pero en la guerra
prolongada, los valores por los que merece la pena morir se ponen a
prueba, y la realidad demuestra que el ejército de EEUU, por carecer de
valores genuinos de una causa justa es muy vulnerable.
En el momento histórico
actual en el que los valores que demanda la humanidad son los de paz
y desarrollo, los ejércitos más fuertes son aquellos que sus
naciones defienden la paz, la soberanía y el desarrollo compartido entre
naciones, porque la defensa de esos valores ante una agresión externa
pasarían a formar parte de una guerra justa que, por ser tal, sería
también una guerra
patriótica popular.
Estados Unidos tiene una
poderosa maquinaria militar pero es un gigante con pies de barro, puede
exterminar a su enemigo pero no puede vencerle, porque en el estadio
civilizatorio actual, a diferencia de los conquistadores de la
antigüedad o el medievo, nunca podrá convencer a sus atacantes que deben
estar sometidos, ni tampoco puede mantener la moral de sus soldados en
las guerras prolongadas, pues, los hechos muestran a los mismos a diario
el horror que supone participar en guerras injustas con fines de
dominación y sometimiento por la fuerza de naciones y pueblos.
EEUU se resiste a caminar al
paso del tiempo de la historia y adecuarse a la nueva realidad
internacional que demanda de la confianza de las naciones
particularmente de las más poderosas para liderar una nueva etapa
mundial hacia una nueva civilización mundial basada en la paz entre
naciones y el desarrollo económico en armonía con el medio ambiente. En
ese proyecto, el desarme primero nuclear y posteriormente la reducción
de los armamentos convencionales, es uno de los fundamentos sobre el que
habría que construir la confianza de las naciones. Persistir en un
alocado gasto militar se está convirtiendo en un viaje a ninguna parte.