JC.com

Crítica política sobre noticias de actualidad en el mundo

Una visión geoestratégica en favor del respeto entre naciones, la integración económica mundial y la armonía con el medioambiente

Autor

Seudónimo: Saint Just

Artículos


10/05/2013

NOTICIA. El Ejecutivo argentino convocó el 10/05/2013 a elecciones primarias y legislativas en las que, por primera vez, podrán votar los jóvenes que hayan cumplido 16 años

 

El voto a los 16 años una medida para la renovación política continua de la sociedad

En el siglo XXI, la implantación del derecho político del voto a los 16 años forma parte de la progresiva incorporación histórica a la participación electoral de los sectores excluidos del sufragio universal.

------

Las ciudades de la Antigua Grecia fueron las primeras en la historia de la humanidad en implantar el derecho a votar, si bien, en la concepción que los antiguos griegos tenían de la democracia estaban excluidos los esclavos y las mujeres que componían la mayoría de la población.

Tras esa primera experiencia democrática, la humanidad se adentró en el oscuro túnel del denominado Antiguo Régimen constituido por Emperadores y Reyes tiránicos en el que la mayoría de la población era considerada esclava o súbdita sin ningún tipo de derecho político.

La revolución de independencia de EEUU en 1776 y la revolución social francesa de 1789 abrirían el camino a la restauración del derecho al sufragio universal bajo el nuevo concepto de la soberanía de la nación basada en el pueblo, que iría poniendo fin al régimen del Rey como soberano de territorios y personas.

En el siglo XIX los países que incorporaron a sus constituciones el sufragio universal excluyeron del mismo a sectores de población por su condición social, de sexo, raza o religión. Esta exclusión traería movimientos reivindicativos sufragistas que progresivamente se fueron abriendo camino, siendo reconocidos sus derechos políticos.

Las argumentaciones, desde quien ejercía el poder, para justificar las restricciones a determinados colectivos sociales de su derecho al voto fueron diversas. En la exclusión por motivos de renta, se argumentaba que “el derecho al voto de las personas con baja renta podía acabar con la propiedad privada, pues las personas pobres votarían a favor de la enajenación de los bienes de los ricos para su propio beneficio”; la privación a la mujer del derecho al voto se basaba en razones culturales, “considerando a la mujer no apta para opinar sobre los asuntos públicos y políticos”, y la exclusión por motivos raciales se basaba en la consideración de que “los esclavos o descendientes de los mismos constituían un grupo social inferior”.

Todas estas restricciones han ido siendo superadas por la fuerte oposición de los marginados en un reclamo constante por el reconocimiento de sus derechos civiles.

En este recorrido histórico, iniciado en las primeras revoluciones liberales, se ha evidenciado que la democracia es un sistema político perfectible según las características e historia de cada nación, y que su alumbramiento y evolución es perceptible y por lo tanto consustancial a la propia sociedad por lo que no puede ser impuesta foráneamente, sin que exista por otra parte un patrón único para ejercerla.

La edad del derecho al voto ha ido cambiando con el paso del tiempo. En el siglo XIX se situaba por encima de los 21 años, posteriormente se generalizaría a la mayoría jurídica de edad que ha venido estableciéndose en los 18 años. Actualmente existen ya varios países que tienen instituido el derecho al voto por debajo de esa de edad: Nicaragua; Brasil; Cuba; Ecuador y Argentina en América Latina; Austria; Chipre, y Eslovenia en Europa, tienen instituido el derecho de voto a los 16 años; a los 17 años tienen derecho de voto en Indonesia y a los 15 años en Irán. Actualmente están en proceso de discusión para la implantación del voto a los 16 años en Bolivia y Chile en Sudamérica, y en el Reino Unido en Europa.

La opinión de quienes se oponen a la implantación del derecho del voto a los 16 años es mayoritaria a nivel mundial, su oposición se basa principalmente en el argumento de “la falta de madurez política para ejercer el derecho al voto”, un argumento ya viejo y conocido que también se usaba contra el movimiento sufragista femenino, pero este argumento no se sostiene por la propia experiencia que ofrecen los países que tienen implantado el derecho de voto a los 16 años, donde este grupo de edad ejerce el mismo de forma responsable.

No obstante, el derecho de voto a los 16 años no solo forma parte de la ampliación histórica del sufragio universal a colectivos cada vez más amplios, sino que en los países con un acusado envejecimiento demográfico se ha convertido en una necesidad política de los propios jóvenes si quieren tener un mayor peso en las decisiones políticas.

Los países desarrollados que tienen una relación más alta del grupo de edad superior a 65 años respecto del grupo de edad menor de 16 años son los europeos y Japón, tal y como se puede ver en el Cuadro Anexo.

Estos países se caracterizan por ser políticamente xenófobos y no admiten flujos inmigratorios de países en desarrollo como forma de compensar su desequilibrada estructura demográfica, por lo que su capacidad de rejuvenecimiento demográfico es muy baja.

Por otra parte, son los países donde la crisis económica está teniendo un mayor impacto social entre los jóvenes debido al desempleo.

Objetivamente, los jóvenes de estas sociedades se han convertido en un sector social que necesita que se realicen profundos cambios políticos para asegurar su porvenir y prosperidad, y solo desde la participación política activa principalmente la electoral pueden aspirar a esos cambios.

Subjetivamente, la reivindicación del voto a los 16 años implica una revolución en la forma de pensar de los jóvenes de las sociedades desarrolladas y envejecidas, pues supone pasar de considerarse sujetos políticos pasivos donde las generaciones mayores tienen que procurarles el sustento y asegurar su porvenir y prosperidad, a considerarse sujetos políticos activos transformadores de la sociedad en la que viven. Una transformación que no puede venir de reforzar la tendencia política xenófoba sino de la alianza con los jóvenes inmigrantes para incorporarlos al sufragio universal.

 

Cuadro anexo

Relación jóvenes viejos

 

 

.