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Crítica política sobre noticias de actualidad en el mundo

Una visión geopolítica en favor del respeto entre naciones, la integración económica mundial y la armonía con el medioambiente

Autor

Seudónimo: Saint Just

Artículos


04/01/2015

NOTICIA. El 01/01/2015, fueron rescatados 450 inmigrantes por la guardia italiana del carguero "Ezadeen" abandonado a la deriva en el Mediterráneo por la tripulación del barco.

NOTICIA. El 03/01/2015, el presidente checo, Milos Zeman, en una entrevista al periódico checo Pravo, denominó al primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, "ministro de la guerra" por rechazar la vía pacífica a la hora de solucionar la crisis en el país.

 

Las fronteras de la UE

Dos noticias las enunciadas anteriormente que, aparentemente, no guardan relación entre sí, pero que muestran los graves y crecientes problemas a los que se enfrenta la UE en su frontera Sur y su frontera Oriental.

 

La frontera Sur

El 01/01/2015, el carguero "Ezadeen" de bandera de Sierra Leona que se encontraba a la deriva y sin tripulación cerca de la costa italiana tuvo que ser remolcado con 450 inmigrantes hasta el puerto de la ciudad de Corigliano Calabro, en Calabria. Un suceso similar sucedió el 31/12/2014 en el que otro carguero, el "Blue Sky M", también a la deriva y sin tripulación con 796 inmigrantes a bordo, tuvo que ser rescatado por la guardia costera italiana, para evitar su naufragio.

En octubre de 2014 la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó que más de 165.000 inmigrantes en situación irregular habían intentado cruzar el Mar Mediterráneo rumbo a Europa de enero a octubre, mientras que durante todo el 2013 la cifra había sido de 60.000. El principal punto de tránsito es la ruta del centro del Mediterráneo: Italia recibió más de 140.000 inmigrantes en 2014, y más de 3.000 murieron o fueron reportados como desaparecidos en el mar, una cifra que multiplica por cinco los 600 desparecidos estimados en todo el año 2013. Datos de la agencia de fronteras de la UE, FRONTEX, confirma un incremento de migrantes intentando llegar en embarcaciones endebles en viajes peligrosos desde Egipto y Libia.

La frontera Oriental

Desde abril Ucrania sufre un conflicto armado entre los militares ucranianos y los habitantes e insurgentes de la región del Donbass disconformes con el cambio de poder efectuado en Kiev en febrero del 2014. Según los últimos datos de la ONU, a raíz de la operación especial lanzada por Kiev contra las autoproclamadas repúblicas del Donbass, más de 4.700 personas murieron y 10.360 resultaron heridas, y decenas de miles han sido desplazadas buscando en su mayor parte refugio en Rusia.

Hasta ahora los mandatarios de Kiev, han priorizado la guerra para someter a los habitantes del Donbass. Las vías para alcanzar una solución negociada para establecer un proceso constituyente que culminase en una constitución federal con el reconocimiento por parte de Kiev de las repúblicas del Donbass, no están presentes en la agenda de las autoridades de Kiev. El presidente checo, Milos Zeman, en una entrevista el 03/01/2015 al periódico checo Pravo declaró: "El Maidán no fue una revolución democrática, lo que pasa en Ucrania es una guerra civil” y responsabilizó al primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, de ser el promotor de la guerra, por mantener una postura intransigente hacia los milicianos de Donbass, mientras que consideraba al líder ucraniano, Petró Poroshenko, más proclive a la paz.

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Tanto en la frontera Oriental como en el Sur de Europa, las guerras rodean a la UE, unas guerras, de las que la OTAN bajo las exigencias de EEUU ha sido parte activa en promoverlas.

En la frontera sur de Europa, la precaria estabilidad en el Oriente Medio y en el Norte de África, fue rota con los complots promovidos por los servicios de inteligencia occidentales e israelitas con la colaboración de las monarquías árabes del Golfo Pérsico. Bajo el eufemismo propagandístico de la denominada “primavera árabe”, la UE apoyó a los grupos irregulares armados en Siria contra el régimen de Al Asad; intervino militarmente en Libia con reiterados bombardeos y el apoyo logístico a las fuerzas opositoras al régimen de Gadafi. Estas intervenciones lejos de propiciar los supuestos cambios democráticos anunciados por la propaganda occidental, han sumido a la región en un caos político, económico y militar en el que los grupos jihadistas actúan a sus anchas y que ha venido a acrecentar el caos ya existente tras las invasiones de Afganistán e Irak por EEUU.

Las guerras en Siria e Irak y la desintegración de Libia como Estado son ahora importantes catalizadores de la migración a Europa, siendo Libia el país que se ha convertido en punto principal de partida para cruzar el Mediterráneo, en donde la migración, por sus connotaciones políticas, tiene a su vez la característica de ser considerada en gran medida como éxodo de solicitantes de asilo. En el año 2013, hubo 435.760 solicitudes de asilo en la UE, un aumento de 30% con respecto a 2012, siendo Alemania la que encabezaría la lista de solicitudes con un cuarto del total.

 

En la frontera Oriental, la relación entre Rusia y la UE, fue rota con la intromisión de los servicios de inteligencia occidentales en las revueltas del Maidán, incluso contó con el apoyo explicito y presencia de dirigentes políticos de EEUU en el propio Maidán hasta el golpe institucional en Kiev en febrero del 2014, y que ha desembocado en una guerra civil y secesionista en Ucrania de difícil solución con miles de muertos, heridos y cientos de miles de desplazados. También en el caso de la desestabilización de Ucrania la propaganda Occidental se basó en el eufemismo de la “exportación de la democracia”, pero la realidad es que Ucrania, como en los países en los que se promueve la guerra, se ha sumido en la peor de las dictaduras: la que se deriva de un régimen de guerra, donde la ley la dictan las armas, y la vulneración de derechos civiles forma parte intrínseca del régimen de guerra, para luchar contra la infiltración de espías y quinta columnistas.

En ambos escenarios, los calificados por la propaganda occidental como “rebeldes democráticos”, forman parte de grupos violentos, xenófobos e intolerantes como son los grupos jihadistas en Siria, Irak y Libia, o neofascistas del grupo Sector Derecho en Ucrania principales artífices de las revueltas del Maidán. La propaganda seudodemocrática emitida por los grandes medios de comunicación occidentales, ha estado orientada a justificar las revueltas tanto en Ucrania como en el Oriente Medio. Y estos mismos medios, se olvidan maliciosamente a posteriori de hacer un balance entre los objetivos con los que justificaban el apoyo moral y mediático a los grupos insurgentes y las negativas consecuencias que ha supuesto la guerra para esos países. La invasión estadounidense de Afganistán con el apoyo de la OTAN que se realizó bajo el lema “Libertad Duradera”, tras más de una década de guerra, muestra como esa consigna no deja de ser un insulto a la razón, pues Afganistán, actualmente es un país devastado y en guerra y tiene el trágico balance de haberse convertido en el principal país del mundo en producción y tráfico de heroína.

 

EEUU ha arrastrado a la UE de la mano de la OTAN a todas las guerras que la tienen ahora asediada tanto en su frontera Sur como Oriental, las cuales, una vez desatadas sus nefastos efectos perdurarán por años.

En su frontera Sur, la UE sufre el asedio de miles de migrantes desde las costas del norte de África y el Levante, un asedio que continuará pues la población civil ha quedado sumida en el desamparo sin posibilidades de encontrar un trabajo y un hogar en sus países de origen. Paradójicamente la supuesta política de la UE en su frontera Sur que debiera haber consistido en mantener la estabilidad política y económica regional propiciando el diálogo para resolver los conflictos internos ha sido sustituida por la destrucción de Estados estables favoreciendo la confrontación con el apoyo a grupos armados como está siendo en Siria o lo fue en Libia, país que llegó a ser la nación de África con la mejor puntuación en el ranking de la ONU de Desarrollo Humano (IDH), habiendo pasado en el ranking mundial del nº 50 en el 2010 con un IDH del 0,799, al nº 68 en el año 2011 con un IDH de 0,753, año en el que intervino la OTAN en Libia, y ahora este país se encuentra sumido en una guerra de clanes tribales que lo hacen ingobernable.

 

En su frontera Oriental, la desestabilización de Ucrania ha congelado las relaciones entre la UE y Rusia. Sin embargo, la UE lejos de intentar una salida negociada persiste en la política de confrontación con Rusia alentando al partido de la guerra en Ucrania, la cual, está sumiendo al país en una profunda recesión económica.

 

Ante los resultados negativos de está política de la UE con los países fronterizos, la cuestión que se plantea es: ¿Cómo es posible que la OTAN realice una política injerencista en sus fronteras que solo ha acarreado consecuencias funestas para los intereses europeos? La respuesta a esta cuestión tiene su explicación en que la UE carece de una política exterior autónoma, y la misma viene determinada por los estrategas de EEUU, interesados en rodear a la UE de países inestables para debilitarla y, de esta manera, obligarla a depender progresivamente más de la tutela estadounidense. En esta política, EEUU, cuenta con gobernantes como Ángela Merkel, François Hollande o Mariano Rajoy políticos serviles a sus dictados y que solo acatan en política exterior lo que EEUU dictamina. El enfoque coordinado de los grandes medios de comunicación europeos bajo el patrocinio de EEUU para justificar las intromisiones políticas y militares en otros países, ha sumido a la mayor parte de la ciudadanía europea en un vacío intelectual para establecer una relación de causa efecto de la política exterior de la UE, percibiendo solamente los efectos que la misma causa, como es la creciente inmigración, lo que crea un sentimiento xenófobo, en lugar de pedir explicaciones a sus mandatarios por las políticas destructivas en Ucrania, el Oriente Medio y el Norte de África.

No obstante, la estúpida política exterior de la OTAN está empezando a ser cuestionada por sectores políticos soberanistas europeos que no entienden porque la UE tiene que crearse problemas a si misma en sus relaciones exteriores con su países vecinos, particularmente con Rusia, o involucrarse en la desestabilización del Oriente Medio y el Norte de África.

La UE debiera apostar por un cambio conceptual en su política exterior en la que se priorice el respeto de la soberanía de las naciones y del diálogo para resolver los problemas internos que puedan surgir en las naciones fronterizas. Pero un cambio de esta naturaleza supone emanciparse de la tutela estadounidense, elegir unos políticos que hagan de la soberanía europea su eje principal en política exterior, y renovar el anquilosado aparato propagandístico de la OTAN, basado en los grandes medios de comunicación gestionado por periodistas dependientes de la política estadounidense.

Mientras eso no suceda, la UE seguirá siendo arrastrada por los estrategas estadounidenses que dominan la OTAN a su dependencia casi colonial de EEUU.

 

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