23/02/2016
NOTICIA.
La cifra de muertos de los atentados terroristas en Bruselas el
22/03/2016, asciende a 31 y son más de 250 los heridos
NOTICIA.
El 22/03/2016, el Estado Islámico (EI) se declaró autor de los atentados
de Bruselas
La derrota del Estado
Islámico una cuestión policial o política y militar
El 22/03/2016, tres
fuertes explosiones sacudieron la capital de Bélgica, Bruselas, a las
08.00 hora local. Dos explosiones acontecieron en el aeropuerto de
Zaventem de la capital, y con posterioridad otra explosión tuvo lugar en
la estación Maelbeek del metro de Bruselas. Las autoridades belgas
atribuyeron los atentados a dos terroristas suicidas. El mismo día de
los atentados el Estado Islámico (EI) asumió la responsabilidad de los
mismos.
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Los atentados de Bruselas
por el (EI), ha acentuado la inestabilidad política que vive la UE como
consecuencia de la situación en el Próximo y Medio Oriente y el Norte de
África. A las dificultades para solucionar la crisis de los refugiados
provenientes de esa región principalmente de Siria, se ha añadido la
incapacidad de las autoridades europeas para garantizar la seguridad en
el seno de la UE frente a los atentados terroristas. Los atentados de
Bruselas se suceden a pocos meses de los atentados de París en noviembre
del 2015.
Las autoridades de los
países que componen la UE y las de la UE, se esfuerzan por dar
respuestas tanto a la crisis de los refugiados como a la
falta de seguridad, en el caso de los refugiados se hizo con el acuerdo
con Turquía para la expulsión a suelo turco de los refugiados llegados a
la UE, y en el caso de la seguridad en base a la intensificación de las
actividades policiales, en ambos casos se intenta más dar una respuesta
inmediata a la inquietud ciudadana que abordar las causas de fondo que
han llevado a la UE a la actual crisis política, tal vez porque las
soluciones a esas causas suponen cuestionar la política de
desestabilización de la región del Próximo y Medio Oriente y el Norte de
África, en la que las potencias de la OTAN han tenido un papel
fundamental en los últimos años y, ahora, se pretende encubrir ante la
ciudadanía tal responsabilidad.
La incapacidad para mirar
de frente los errores del pasado, ha hecho que los mandatarios de la UE
y los grandes medios de comunicación occidentales hayan corrido un
tupido velo sobre las políticas seguidas en estos años pasados en esa
región del mundo. El olvido es la mejor manera de impedir que la
ciudadanía de la UE establezca una relación de causa efecto y, para
ello, se ha construido un relato basado en que la solución al terrorismo
jihadista es básicamente un asunto policial en el seno de la UE. La
Canciller alemana, Ángela Merkel, tras los atentados de Bruselas
declararía: “Alemania trabajará con el Gobierno belga y con las
fuerzas de seguridad del país para dar con los responsables de estos
crímenes, detenerlos y castigarlos”, pero los autores de los
atentados no pueden ser detenidos porque son suicidas que ya están
muertos. Más allá de los autores materiales, el objetivo parece
enfocarse en encontrar a los responsables organizativos, como si se
estuviera ante una organización terrorista como todas las que han
existido en las últimas décadas en Europa, constituidas en base a una
estructura clandestina debiendo ser la policía la que pondría fin a la
misma, pero el atentado lo ha reivindicado el Estado Islámico ¿y acaso
eso no cambia todo?
Los máximos responsables
del Estado Islámico no operan en la clandestinidad sino que se sabe
quienes son y donde están. Son los dirigentes del Estado Islámico y se
encuentran en Mosul, en Irak, y en Raqqa, en Siria, un Estado Terrorista
asentado en territorios de Siria e Irak del tamaño de Gran Bretaña, que
ha declarado la guerra no solo a la UE sino a toda la civilización. La
detención de los responsables no es pues una labor de la policía aunque
el papel de ésta para desarticular las redes jihadistas en diferentes
países sea fundamental, sino que requiere un esfuerzo militar si se
quiere acabar con ese Estado del Terror.
El mensaje de que la
acción policial es la base para combatir el terrorismo jihadista, es un
mensaje equivocado, pero los actuales mandatarios de la UE no pueden
enfrentarse ni al pasado reciente de su catastrófica política en el
Próximo y Medio Oriente y en el Norte de África, ni tampoco ahora a
Turquía y Arabia Saudita las dos naciones más implicadas en el apoyo
logístico a los grupos armados en Siria, por ser sus
aliados en la región.
La UE no parece querer
enterarse que miles de terroristas que viajan a entrenarse a Siria,
entre los que se encuentran los que atentan en la UE, lo hacen por la
frontera de Turquía; lo mismo ocurre con el contrabando de petróleo del
Estado Islámico desde Siria que también se realiza por la frontera de
Turquía, pero la UE prefiere mirar para otro lado para no distanciarse
de su aliado en la OTAN.
En lo que se refiere al
combate a la ideología wahabista que profesa el Estado Islámico, no se
condena expresamente la misma, sino que se hacen referencias vagas al
fundamentalismo islámico, cuando el wahabismo (secta del Islam que nació
en el siglo XVIII) es la ideología que justifica la esclavitud, los
asesinatos de inocentes y la destrucción de todos los valores de
pluralidad de la civilización mundial, pero Occidente prefiere no
esforzarse en diferenciar el Islam del wahabismo porque su patrocinador
principal es la absolutista monarquía Saudita, estrecho aliado de
Occidente, y ello supondría enfrentarse a la misma, a pesar de que esta
monarquía dedica grandes cantidades de petrodólares a extender esta
ideología en la UE a través de imanes afines a esa secta. Y en ausencia
de un decidido combate ideológico al wahabismo, es el Islam el que
pierde, pues la ciudadanía cataloga a todos por igual, lo que alimenta
la islamofobia.
Esta imagen de debilidad
de la UE ante sus recalcitrantes socios, y manifestada recientemente con
la claudicación ante Turquía con el acuerdo para la expulsión de los
refugiados que llegan a la UE, alienta a los terroristas para intentar
asustar y chantajear con el terrorismo para que la UE, desorientada tras
la intervención de Rusia en Siria, no apoye el proceso de paz en esta
nación en un intento de hacerlo naufragar.
Aunque tras la
intervención de Rusia en Siria eso no va a suceder, pues Rusia se ha
mostrado como una potencia fuerte frente al terrorismo. El 23/03/2016,
el ministro ruso Serguei
Lavrov, en el encuentro en Moscú con su homólogo alemán, Frank-Walter
Steinmeier, tras condenar los ataques terroristas en Bruselas,
afirmaría: “Moscú espera que ante la terrible amenaza del terrorismo
que atentó en Bélgica, la UE deje de lado los juegos geopolíticos y
unamos los esfuerzos para impedir que los terroristas actúen en nuestro
continente común”. “Espero con interés un diálogo constructivo” y
que Occidente abandone el “doble estándar” de pretender cambiar
regímenes desde fuera”. En la rueda de prensa posterior, Lavrov
denunciaría que aun continúa el flujo de terroristas y armas entre las
zonas en Siria que son fronterizas con Turquía y están bajo el control
del (EI). "Observamos que continúa el tráfico a través de la frontera
de Turquía con Siria en ambas direcciones", aunque el mismo se redujo
drásticamente tras el comienzo de las operaciones antiterroristas de las
Fuerzas Aeroespaciales de Rusia”.
La intervención de Rusia
en Siria a petición del gobierno sirio ha supuesto el mayor revés para
el (EI) desde que proclamara en el año 2014 su califato. Una
intervención que ha permitido al Ejército Árabe Sirio pasar a la
ofensiva situándose en la actualidad a las puertas de la ciudad de
Palmira; la toma de esta ciudad y la organización de la ofensiva para la
toma de Raqqa, en Siria, es lo que va a permitir avanzar en la derrota
definitiva del (EI) en Siria.
Y, una vez logrado ese objetivo y
consolidada la paz en Siria, es cuando se habrán creado las condiciones
para el retorno de los refugiados sirios a su país, un deseo que anhelan
no solamente los refugiados sirios sino la mayoría de la población de la
UE.
La Unión Europea debería congratularse del avance
del Ejército Árabe Sirio contra el
(EI)
y apoyar sus esfuerzos y sacrificio, pero no lo hará, a pesar de que el
Ejército Árabe Sirio está haciendo más por acabar con el
(EI)
que la UE, por el contrario, seguirá pidiendo que Al Asad se vaya,
cuando Al Asad tras años de lucha es el líder indiscutible del ejército
sirio. En un símil histórico, que hubiera pasado si en la lucha contra
el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña y EEUU, hubieran
puesto como condición para la alianza con la URSS, que Stalin dimitiera.
En su confusión lo que la UE parece querer es dejarle sin
liderazgo al Ejército Sirio cuando es la principal fuerza que puede
derrotar al
(EI)
en Siria. Acaso piensa la UE que con una reunión de ministros del
Interior de la UE va a acabar con el
(EI),
cuando es evidente que mientras no se acabe con el mismo en sus feudos
en Siria e Irak seguirá teniendo intacta su capacidad operativa para
seguir atentando en la UE.
Hasta ahora la UE, la principal afectada por los
ataques terroristas, carece de iniciativa. En sustitución otros la
tienen. EEUU y Rusia, marcarán las pautas para sacar a la UE de su
laberinto.