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Temario
LA TERCERA CIVILIZACIÓN MUNDIAL
TEMARIO:
Prólogo:
1. De la
primera a la segunda Civilización
2. Auge y
decadencia de las ideologías universales
3. El final de
los imperialismos
4. Hacia un
nuevo paradigma emancipador universal
5. La crisis
del modelo económico mundial vigente a comienzos del siglo XXI
6. Encrucijada
de intereses en la salida a la crisis económica mundial
7. El
desarrollo económico y los límites del crecimiento
8. La Tercera
Civilización
9. Epílogo
3
Prólogo
Prólogo
Las civilizaciones a lo largo de la
historia han estado circunscritas a países o regiones, si bien, la
humanidad globalmente se ha desenvuelto en dos grandes civilizaciones: la
del Antiguo Régimen regida por Reyes y emperadores hasta el periodo de la
Ilustración en el siglo XVIII y el inicio de la revolución industrial,
donde se alumbrará una segunda civilización mundial regida por el Estado
Nación de soberanía popular, y la implementación de los combustibles
fósiles a gran escala como forma de transformar la energía en trabajo
productivo. Civilización de la cual formamos parte.
La Tercera Civilización Mundial es un
ensayo político - histórico en el que se vierten ideas y conceptos de lo
que ha sido el periplo de la humanidad en los últimos trescientos años, en
el cual se ha ido conformando, en la memoria colectiva.
Reflexión:
Nunca en la historia, el Mundo estuvo tan
interconectado en las relaciones económicas y políticas como en la
actualidad, sin embargo, los inicios del presente siglo XXI, es uno de
esos momentos en la historia contemporánea cuando más se carece de un
pensamiento universal transformador cuyo sujeto principal sea el género
humano y sus fines sean alcanzar la redención de las plagas que le azotan:
hambre, miseria, guerras, analfabetismo, discriminación de la mujer, falta
de atención sanitaria y degradación medioambiental.
4
Prólogo
*
Un legado histórico universal de
avances y fracasos que nos ha situado a principios del siglo XXI en
una situación mundial donde se precisa rearticular un mensaje de
esperanza para el conjunto de la humanidad.
Un mensaje cuya praxis debiera
inaugurar una nueva civilización mundial basada en la Paz y el desarme
y para abordar globalmente los graves desequilibrios socioeconómicos,
así como, detener los perversos efectos medioambientales que el
vigente modelo de desarrollo económico y energético está produciendo.
El discurso del ensayo discurre en un
nivel donde se da por supuesto que el lector ya conoce muchas de las
situaciones históricas, conceptos sociales, económicos y políticos. En
su formato el ensayo es pretendidamente corto, para facilitar la
lectura de quien se asoma a sus páginas.
*
5
1. De la primera a la segunda Civilización
1. De la primera a la segunda Civilización
Con la ilustración en el siglo XVIII,
comenzó una corriente de pensamiento en la que el “ser humano” se
constituyó en el “centro de todas las cosas”, por él debían regirse las
normas sociales, expresadas en los derechos inalienables de las personas.
Al fin, tras siglos de oscurantismo, el siglo de las luces alumbraba un
ideal para la humanidad por el cual la Tierra podía dejar de ser un “Valle
de Lágrimas” donde, en base a las leyes divinas, le había sido negado al
ser humano su capacidad de transformar la realidad social en su propio
beneficio. Había llegado para la humanidad el momento de su periplo
histórico, en el que como género, podía aspirar a lograr la felicidad
social en la Tierra porque el hombre era perfectible y por lo mismo
susceptible de alcanzar la felicidad en un paraíso terrenal y no
celestial. De lo que para los
ilustrados significó ese gran acto de fe vivificante dio cuenta Saint-Just
(1767-1794).
El joven revolucionario francés ante
la Convención (1793) afirmó, con una gran simplicidad, lo que fuera el
credo de toda una época:"la felicidad social" -dijo- es una idea nueva.
Una idea que ya había sido recogida en la declaración de independencia de
los Estados Unidos de América del 4 de julio de 1776 y que tuvo su
concreción en el artículo 1 de la Declaración de los derechos del Hombre y
del Ciudadano (24 junio 1793, Año I del gobierno jacobino) por el que se
establece: El objetivo de la sociedad es la felicidad común”.
En esta nueva era que se iniciaba de la
mano de un nuevo pensamiento político, el destino de la humanidad ya no
pertenecía a los designios divinos y de sus representantes en la Tierra,
la soberanía de los pueblos podía dejar de ser “Patrimonio de los Reyes” y
los Reyes, hasta entonces omnipresentes en la historia de la humanidad,
comenzaron a ser cuestionados. Era el principio del final de la Primera
Civilización que había regido los destinos de la humanidad durante
milenios.
El siglo XVIII, o siglo de las luces
inauguró, pues, una Segunda Civilización y lo era, porque rompía con el
paradigma del pensamiento universal, de que la estructura de la sociedad,
sustentada en “incuestionables” leyes divinas y sociales, era inmutable y
lo era también, porque el nuevo pensamiento proporcionaba al género humano
la capacidad de transformar la realidad social, para bien y para mal pero,
basándose en su instinto de conservación y en su humanidad, debía y podía
aspirar a construir un mundo donde la satisfacción de las necesidades
básicas, la justicia social y la libertad de pensamiento abarcaran a todo
el género humano sin exclusión.
La Revolución Francesa de 1789 fue el
primer gran revulsivo de la historia de la humanidad, el primer paso
práctico por el que se iniciaba el camino de la transformación política
basada en los derechos de ser humano. La teoría social formulada por
ilustrados como Rousseau, Montesquieu y Voltaire,
abrió un nuevo camino a las clases sociales subordinadas a los poderes
absolutistas. Esas clases sociales no solamente podían rebelarse contra
dichos poderes, como ya había ocurrido otras veces en la historia, pero
que siempre habían quedado en simples revueltas ante la falta de un
discurso alternativo al de Dios y sus representantes en la tierra sino que
desde ese momento, existía un camino diferente para organizar la sociedad,
era posible creer en la igualdad en la libertad y la fraternidad de todos
los seres humanos. Las revueltas contra los poderes entonces establecidos,
dejaron de ser revueltas y pasaron a ser revoluciones. El mundo comenzó a
cambiar de base y los que hasta entonces “nada” eran, podían aspirar a un
mañana en el que todo podía ser.
Pero esa aspiración que en el pensamiento
parecía irrefutable, en la práctica, se encontró con serios obstáculos
fundamentados en los intereses creados de clases sociales y sectores de
pensamiento del Antiguo Régimen, que veían que el camino hacía ese fin en
beneficio del género humano, contradecía sus intereses particulares y por
ello, se opusieron al mismo. De esta manera el avance hacia tal objetivo
emancipador universal solo podía lograrse mediante la lucha de quienes
tenían todo por ganar, contra los que tenían todo por perder en esa lucha,
en la que estos últimos defenderían con todos los medios a su alcance: su
poder económico y político.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
El pensamiento liberal, auspiciado por las
nuevas clases emergentes burguesas que detentaban el poder de los medios
de producción acrecentado por la expansión de la revolución industrial,
fue el que barrió políticamente al Antiguo Régimen. Con las
desamortizaciones, las propiedades de los nobles y de la iglesia pasaron a
regirse por las leyes del mercado y la propiedad privada se convirtió en
el nuevo paradigma del desarrollo de las fuerzas productivas. La libertad
individual, el triunfo del más fuerte sobre el más débil era la nueva
norma de convivencia. La “nación” sustituía al “reino” como marco político
para el desarrollo económico.
Pero la mayoría de la población que había
creído en el mensaje de la libertad, la igualdad y la fraternidad
universal, vieron como ese mensaje, de nuevo, solamente beneficiaba a unos
pocos.
Y en oposición al pensamiento liberal, el
socialismo prendió entre amplios sectores desfavorecidos de obreros y
campesinos como ideal universal emancipador enfrentando al nuevo poder del
capitalismo pensado y estructurado para perpetuar el interés particular de
determinadas clases sociales y naciones por encima del interés general de
la humanidad.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
La “nación” surgida al calor de ilustración
como soberanía de los pueblos en contra del concepto de soberanía del
Antiguo Régimen basada en reyes, parecía el marco adecuado para avanzar en
el camino hacia la redención socialista universal del género humano, en el
que cada nación protagonizaría su propio cambio a través de la desconexión
geopolítica del capitalismo mundial y la suma de estas naciones
socialistas llevaría al final del capitalismo, es decir, al final de la
prevalencia de los intereses de una “minoría” sobre los universales del
género humano. La conquista revolucionaria del Estado
nacional era pues la condición imprescindible.
La trágica experiencia de la Comuna de
París de 1871, llevó a fundamentar a los teóricos del cambio del
capitalismo al socialismo en el principio de que la voluntad popular no
garantizaba el cambio pacífico del sistema económico capitalista al
socialista.
Ni
siquiera garantizaba las reformas del propio capitalismo si éstas iban en
contra de los intereses de las clases sociales que detentaban el poder
económico, pues, esas clases, utilizaban todo su poder militar para acabar
con los cambios económicos y políticos. De ese concepto surgió la teoría
de que el poder de transformación de la sociedad no nace de las urnas sino
de la punta del fusil y que una vez tomado el poder, éste, debe mantenerse
también a través de la represión de las clases sociales expulsadas del
poder[1].
Resistencia comunera
(18 de Marzo al 28 de
Mayo de 1871)
[1]Teoría que
llevaría al movimiento internacionalista a dividirse entre la II
internacional de socialismo democrático y la III internacional comunista
de dictadura del proletariado.
11
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
La revolución bolchevique de 1917, guiada
por ese pensamiento y formulada como teoría científica por Lenin en su
obra “El Estado y la Revolución” supuso para millones de personas una luz,
un primer paso en el avance hacia el ideal emancipador del género humano,
pero el propio método revolucionario de toma del poder por la fuerza de
las armas y su estrategia de mantenerlo con una represión brutal sobre
ciudadanos y naciones en el ámbito de lo que, luego se constituiría como
Imperio Soviético, comenzó a cuestionar entre quienes creían en la
emancipación universal de género humano, si tal estrategia podía llevar a
tal fin.
*
12
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
Desde el inicio del siglo XIX, el
capitalismo de las metrópolis europeas fortalecido en las revoluciones
liberales nacionales se expandió militarmente a todo el mundo,
justificando con el pensamiento de la exportación de los valores de la
civilización de la Ilustración a los pueblos atrasados del mundo, lo que
era imperialismo colonial y expolio económico.
Pero esta expansión de raíz económica y
política, llevaba a profundas diferencias de intereses de dominio
territorial geopolítico entre las propias potencias, de tal manera que, el
poder capitalista se reforzó militarmente, no solo para frenar posibles
cambios sociales en la propia metrópolis sino para expandir sus áreas de
influencia geopolítica.
La crisis económica de 1873 y la larga
depresión que le sucedió, trajeron el final del entendimiento pacífico
entre las potencias occidentales para repartirse el mundo, y culminó en
1914 en una confrontación sin precedentes: La Primera Guerra Mundial.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
Tras esta guerra el mundo cambio
radicalmente, el nuevo estatus internacional consolidó el predominio
Británico y Francés frente a Alemania. A ese predominio se añadió una
nueva potencia con valores opuestos al capitalismo, la URSS.
La depresión de los años treinta iniciada
tras la crisis económica de 1929 volvió a enfrentar a las potencias
capitalistas, pero esta vez, Alemania, la gran derrotada en la Primera
Guerra Mundial y sus aliados Italia y Japón se convirtieron en las
potencias emergentes y trataron de imponer un nuevo orden mundial en el
que no habría lugar ni para las democracias sustentadas en los valores
individuales de la Ilustración, ni para los regímenes socialistas.
La guerra contra ambos sistemas políticos
llevó a Alemania a invadir Europa hacia el Oeste y hacia el Este y a Japón
a invadir China, dando lugar a la Segunda Guerra Mundial, que fue la
guerra más grande y devastadora que jamás conoció el género humano.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
*
La crisis económica de 1929 tuvo la
característica de dar un fuerte impulso al sesgo internacionalista de
todas las ideologías emergentes. Por un lado, la revolución bolchevique
empeñada en subvertir el orden capitalista mundial, por otro, el nazismo
Alemán y fascismo Italiano que aspiraban también a instaurar sus sistemas
totalitarios no únicamente en su naciones de origen, sino en el mundo
entero.
En ese contexto, las democracias
sustentadas en los valores liberales de la Ilustración entendieron que
debían hacer lo mismo, siendo Estados Unidos quien lideraría esta
corriente de pensamiento.
La diferencia cualitativa entre la Primera
Gran Guerra y la Segunda fue, pues, que las partes confrontadas no lo
hicieron solamente por ambiciones territoriales sino porque pretendían
implantar un sistema político económico e ideológico a escala planetaria.
*
Símbolo ideología nazi
Bandera imperial de Japón
Símbolo ideología partidos
comunistas
Bandera de EEUU
Representante del liberalismo
15
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
En 1945, Alemania, Italia y Japón fueron
derrotados por las fuerzas soviéticas en alianza con EEUU y Gran Bretaña.
En Núremberg, liberales y bolcheviques juzgaron a los vencidos por la
responsabilidad individual en las atrocidades cometidas y a los regímenes
nazi y fascista los sepultaron en el basurero de la historia como los
sistemas más odiosos jamás conocidos. Mas las diferencias entre la
corriente bolchevique y la liberal tapadas por la alianza frente al
nazismo, no tardaría en destaparse, la victoria comunista en China el país
más poblado de la Tierra, puso en guardia al triunfador de la corriente
liberal, EEUU. La primera gran confrontación tendría lugar en la guerra de
Corea, que terminó en 1953 dividiendo a ese país en dos, en el paralelo
38, eso y la incorporación de las armas atómicas a los arsenales de EEUU y
la URSS, estableció un empate mundial que dejó al mundo dividido en dos
corrientes de pensamiento y zonas geopolíticas que tenían el afán de
cambiar el mundo, exportando, desde la URSS, el sistema bolchevique y,
desde Estados Unidos, la democracia liberal.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
Pero a pesar de ese empate que dio lugar a
una larga guerra fría, donde se evitaba el cuerpo a cuerpo, sobre todo por
el miedo a desatar una guerra nuclear, el Primer Mundo el Occidental
liberal, industrial y capitalista liderado por EEUU, y el Segundo Mundo el
de la URSS, industrial y socialista liderado por Rusia, tuvieron un
terreno donde llevar sus aspiraciones expansionistas, un mundo sin
industrializar, habitado por la mayoría de la población mundial, un mundo
de pobreza y subordinación a las antiguas metrópolis imperiales europeas:
el Tercer Mundo. Las viejas potencias coloniales europeas, relegadas ya
como imperios por Estados Unidos, no tuvieron el apoyo de esta nueva
potencia para mantener su poder colonial, y menos interés tenía aun el
otro ganador de la Segunda Guerra Mundial, la URSS. Por otra parte, el combate de estas dos
potencias en el Tercer Mundo estaba más en ganarse aliados que en buscar
una presencia militar directa, pues ello, les hubiera enfrentado a los
sectores sociales más activos de las viejas colonias con afán de
gobernarlas como naciones libres.
De tal manera, después de la Segunda
Guerra Mundial, tras el vacío de poder que dejaron los antiguos imperios
europeos en sus colonias, los movimientos de liberación colonial se
desarrollaron con inusitado vigor, rompieron las cadenas que los unían a
sus antiguas metrópolis imperiales y dieron lugar en la segunda mitad del
siglo XX a la mayoría de naciones que constituyen el mosaico internacional
del Tercer Mundo en Asia, África y Oceanía.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
La emancipación colonial, según la potencia
aliada en el proceso de descolonización, bien Estados Unidos o la URSS,
ampliaba su área de influencia geopolítica respectiva. La confrontación
entre ambas potencias por dominar el proceso descolonizador tuvo su máxima
expresión en la guerra de Vietnam. La URSS ayudando a los comunistas del
Viet-Cong y Estados Unidos con una intervención militar directa. Estados
Unidos poseedor hasta entonces de la maquinaria de guerra más poderosa de
la historia, fue derrotado por un ejército de campesinos. Las imágenes de
la precipitada y bochornosa retirada de sus últimos efectivos de Saigón en
1975 fueron grabadas y vistas en todos los medios informativos del mundo y
dejaron un recuerdo imborrable para la historia de que el poderío basado
solamente en la fuerza de las armas, sino está apoyado por amplios
sectores sociales, está destinado al fracaso. Una lección que no aprendió
el Imperio Soviético, y que años más tarde tuvo que experimentarla en la
ocupación a Afganistán y en su posterior expulsión de ese país por los
señores de la guerra.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
Ambas derrotas anunciaron un tiempo,
consustancial para todos los imperios habidos, y que habían experimentado
previamente una secuencia de tres fases: inicio, auge y decadencia. 1. los
inicios se corresponden con una expansión militar relativamente rápida
donde se incorporan amplios territorios; 2. el período de auge se
corresponde con el mantenimiento del estatus quo territorial basado
principalmente en lo que puede denominarse el poder blando, es decir, la
cultura, la religión y el desarrollo de infraestructuras; 3. el período de
decadencia se produce a partir de que se precisa de nuevo del poderío
militar, pero no para su expansión sino para su mantenimiento, en esta
última fase todos los imperios han sucumbido.
Las dirigencias militares tanto soviéticas
como norteamericanas, no percibieron que se encontraban en esa tercera
fase militar de su declive, lección ya aprendida en otras guerras por el
imperio colonial francés en Indochina y Argelia, o por el británico en
Oriente Medio y África Oriental
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
Por otra parte, las ideologías en las que
se justificaban la ampliación de la influencia soviética o de EEUU dejaron
de ser universales y comenzaron a prevalecer los intereses de las
metrópolis imperiales sobre las propias ideologías. En el caso de la URSS
con la represión en los países del Este europeo incorporados al área
soviética después de la Segunda Guerra Mundial, donde se impuso por la
fuerza la planificación de sus economías en función de los intereses de
Rusia en modelos económicos “socialistas” que tenían el rechazo
mayoritario de sus habitantes como lo acreditó la apertura de la
“primavera de Praga” en 1968 y su posterior aplastamiento ese mismo año
por los tanques del Pacto de Varsovia.
En el caso de EEUU, con el apoyo a los
cruentos golpes de Estado en América Latina para mantener su influencia
geopolítica, como fueron, entre otros, los golpes de Estado en Chile y
Argentina, con el fin de frenar los cambios democráticos liderados por
gobiernos que querían implementar reformas sociales en favor de la mayoría
de la población, limitando para ello el poder de las oligarquías
dominantes, y también, con el apoyo a dictaduras sanguinarias como la de
los Somoza en Nicaragua, política que contradecía abiertamente su mensaje
universal de exportación de la democracia.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
En el mundo occidental, el pensamiento
universal, instrumentalizado en el caso del “socialismo” por el Imperio
soviético y de la “democracia” por el imperialismo de EEUU, comenzaron a
ser cuestionados por la hipocresía en la que se sustentaban y tuvo su
máxima expresión en la denominada “revolución de Mayo de 1968”, la cual se
puede considerar una rebelión contra la falacia entre la teoría y la
práctica de los discursos universales.
Dentro de este movimiento de protesta, en
unos casos, se intentó articular discursos alternativos, en otros, revisar
los viejos pero ninguno tuvo el eco necesario como para recomponer o
formular un nuevo discurso universal capaz de motivar a la sociedades en
las diferentes partes del mundo y éstas, y cada una de ellas, se
atrincheraron en las políticas nacionales.
En América Latina, los golpes de Estado
contra los gobiernos reformistas salidos de las urnas, revivieron en la
oposición de izquierdas, el principio de que el único poder político para
llevar adelante las reformas sociales estaba en la “punta del fusil” y un
movimiento guerrillero se extendió por varios países del continente.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
*
En los países que en el tercer cuarto del
siglo XX habían salido del dominio colonial y habían accedido a la
independencia, los gobiernos iniciaron el camino para hacer valer ante sus
sociedades el principio de que la consecución de la independencia política
debía servir no solo para restablecer la dignidad nacional, sino también
para hacer avanzar económicamente a las sociedades respectivas.
Pero la crisis económica de 1973 que se
prolongaría durante más de una década, tiraría por tierra esas
expectativas. Los países pobres que se habían endeudado para modernizar
sus economías, debido a las características estanflacionarias de la crisis
incrementaron los intereses de las deudas contraídas y éstas paralizaron
el desarrollo económico de la mayoría de los países del Tercer Mundo y los
gobiernos de esos países tuvieron que recurrir a la represión para
mantenerse en el Poder.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
El siglo XX, que había comenzado su
andadura pensando en una revolución socialista universal, que había
proclamado, a mediados de siglo ante el fascismo, la vigencia universal de
la democracia, en la recta final del siglo XX fenecían esos valores ante
los intereses creados por las elites dominantes en casi todos los países
del mundo. El sueño universal de libertad, fraternidad e igualdad se
desplomaba. Aquellos que habían levantado la bandera de la democracia
apoyaban las dictaduras y se demostraba que quienes habían levantado la
bandera roja del socialismo eran sanguinarios carceleros de pueblos y
naciones.
Dictadores de países latinoamericanos
En los años ochenta del siglo XX las
ideologías universalistas estaban agotadas. La riqueza del Tercer Mundo
redundaba en las sociedades de los países ricos, por la transferencia de
la deuda de los países pobres a los ricos y por el intercambio desigual de
mercancías, por ello, la mayoría social de los países ricos no precisaba
ningún discurso universal redentor y podían mirar para otro lado cuando
sus gobiernos democráticos apoyaban a siniestras dictaduras en el Tercer
Mundo. En la URSS, el régimen perdía apoyo popular ante el atraso
económico respecto de Occidente por eso la dirigencia soviética tuvo que
recurrir, cada vez más, a la represión para mantenerse en el poder.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
Existía, pues, un agotamiento ideológico
mundial. Lo que sostenía a Occidente era su alto estatus económico, pero
en la URSS la economía se había articulado no en base al desarrollo de las
fuerzas productivas en interés de la sociedad sino en base a la paranoia
de la defensa militar. El abandono de las necesidades de la sociedad como
eje central del desarrollo económico generó una economía sumergida que era
la que regía la demanda interna, y una nueva clase social surgida de las
camarillas de burócratas bien situados en el aparato del Estado eran sus
beneficiarios. Eso llevó a que esa misma clase de funcionarios aspirara a
un Estado político en el que sus intereses fueran legales.
Y paradójicamente, la patria donde se
había levantado un sistema social inspirado en el marxismo, veía como se
cumplía uno de los principios con los que Marx había fundamentado sus
tesis de los cambios históricos: “la contradicción que en un momento
histórico determinado se produce entre la necesidad social del desarrollo
de las fuerzas productivas y las relaciones de producción obsoletas
existentes para propiciar ese desarrollo”, contradicción que había
dado el triunfo a la burguesía frente al Antiguo Régimen en el siglo XIX y
que daba ahora el triunfo a la nueva burguesía rusa frente al anquilosado
régimen soviético. Todo se juntó, y en 1989 explotó el sistema soviético,
afortunadamente de manera incruenta, los países del Este Europeo se
independizaron de la tutela odiosa de Rusia y este país entró en la última
década del siglo en un proceso de disgregación social y política.
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2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
“A China solo le puede salvar el
socialismo” era el eslogan del Partido Comunista de China (PCCh) en su
lucha contra la ocupación japonesa y en la posterior guerra civil librada
contra las fuerzas del Koumitang, frase que se hizo realidad cuando Mao
Zedong proclamó en 1949 en Pekín la fundación de la República Popular de
China, con la frase, ¡China se ha puesto en pie!
“Solo China puede salvar el socialismo”
fue el eslogan al que se aferraron los dirigentes del PCCh ante el
retroceso mundial del denominado “socialismo real” iniciado con la caída
del “muro de Berlín” en 1989.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
Entre ambas fechas que coinciden con el
período de la Guerra Fría, China vivió aislada del mundo, no era algo
nuevo, pues, hasta la ocupación semicolonial británica y la posterior
ocupación japonesa, China el país más populoso y avanzado hasta el siglo
XVII de nuestra era, había creído que fuera de sus fronteras solo existían
bárbaros y que China unía todo lo que había de importante bajo el cielo.
En el periodo de la Guerra Fría en el que la construcción del socialismo a
escala planetaria se fundamentaba en la progresiva desconexión económica
de países del sistema capitalista, la tradición histórica de China
encajaba bien en ese modelo.
Pero la caída de la URSS y los disturbios
de la plaza de Tian'anmen fueron lecciones que los dirigentes Chinos
aprendieron rápido, comprendieron que los tiempos estaban cambiando y que
había que “avanzar al paso del tiempo”.
El proceso de reforma y apertura iniciado
por Deng Xiaoping en 1979 pasó a una fase acelerada impulsado por la
política económica de "economía socialista y de mercado", socialista para
los campesinos y socialista y capitalista en las zonas industriales
específicas de la costa oriental de China para el desarrollo económico,
por otra parte, la política de un "país con dos sistemas” permitió la
incorporación de Macao y Hong Kong a la soberanía China respetando sus
modelos políticos y administrativos.
China comenzó a crecer económicamente como
ningún país lo había hecho nunca desde la revolución industrial y cientos
de millones de personas comenzaron a salir del atraso y la miseria. El
PCCh sorteo la crisis ideológica desarrollando el aspecto nacionalista de
su ideario, dejando para otro tiempo histórico el objetivo comunista de la
redención del género humano.
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2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
La última década del siglo XX supuso el
final de las ideologías universales tal y como las concibieron en su
praxis los teóricos liberales y socialistas del siglo XIX, “la práctica,
único criterio científico e histórico de verdad” proclamado por Marx, así
lo atestiguaba.
Al mismo tiempo, en muchos de los países
del Tercer Mundo, sus habitantes veían como las ideologías políticas
universalistas en las que se habían apoyado los dirigentes de los
movimientos independentistas, una vez éstos en el gobierno, no habían sido
capaces, en su recorrido histórico desde la independencia hasta el final
del siglo XX, de propiciar un desarrollo económico de las economías
nacionales favorable a la mayoría de la población.
El término de “países en vías de
desarrollo” utilizado para definir a los países pobres, se develó como un
eufemismo sin contenido real, porque los pobres cada vez eran más pobres,
y nadie sabía cuanto tiempo era necesario para culminar el desarrollo
prometido.
Las economías de esos países seguían
sustentándose básicamente en ser suministradores de materias primas de los
países ricos y el declive de las economías agrarias de autoconsumo para
rentabilizar los espacios agrarios a su vez expulsaban a millones de
campesinos a la periferia de las ciudades conformando grandes
aglomeraciones en asentamientos humanos carentes de las infraestructuras
básicas como alcantarillados, luz y agua potable; hábitats donde la
subsistencia se aseguraba a través del desarrollo de un sector económico
informal desligado de las actividades productivas.
Al final del siglo XX, los pobres del
planeta quedaron, pues, huérfanos de la teoría científica transformadora y
revolucionaria por la cual todo el género humano debía beneficiarse por
igual de los avances técnicos, científicos, sanitarios y educativos, así
como de los recursos energéticos y alimentarios.
27
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
Y, tal vez por ello, en esa década del
final del siglo XX, cuando la esperanza transformadora universal se ha
agotado, es cuando se comienzan a gestar los grandes movimientos
migratorios de los países pobres a los países ricos.
Las fronteras de las naciones que
constituían el mosaico de los países pobres, y por las que arduamente se
había luchado por su independencia y por el desarrollo económico, eran
percibidas por gran parte de sus habitantes como prisiones de miseria y
éstos, comenzaron a asaltar la fortaleza de los países ricos, arriesgando
en ello su vida, cruzando desiertos a pie, océanos en barcazas de pesca.
Los que conseguían atravesar sus murallas,
veían que la tierra prometida no era tal y caían en redes de explotación
de jornadas intensas de trabajo por escasos salarios, pero esta
explotación era considerada, por muchos, como un mal menor ante la
desesperanza de pensar, que en su país de origen, nunca tendrían un
porvenir mejor.
Emigrantes mexicanos
intentando pasar la valla
fronteriza con EEUU
28
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
3. El final de los imperialismos
Agotadas, pues, tanto política como
ideológicamente las fuerzas que pretendieron ser transformadoras de la
historia, los países ricos, podían proyectar sin resistencia su acción
dominadora al resto del mundo.
El “pensamiento de la desigualdad
universal”, vencedor en los países ricos, se edulcoraba con un ropaje en
el que parecía justo que los triunfadores se beneficiaran de su buen
hacer, mientras que, los pobres del mundo recogían los frutos de su
incompetencia. Incluso se podía manifestar la bondad de los triunfadores
con los fracasados en las “ayudas al desarrollo” y, por otra parte, EEUU
sin oponente militar, por defunción del adversario, podía proclamar que la
batalla estaba ganada. Era el momento de lanzarse a regir los destinos del
Mundo desde la nación que se había constituido en el Centro del sistema
político y económico mundial: Estados Unidos.
2. Auge y decadencia de las ideologías
universales
Con el comienzo del siglo XXI entró en el gobierno de EEUU el partido
republicano con George W. Bush como presidente. Los nuevos estrategas
de la Casa Blanca aspiraban a instaurar un nuevo orden mundial basado
en el liderazgo inequívoco de EEUU ante el desorden en el que había
quedado el mundo al finalizar la Guerra Fría. Tras el atentado
terrorista contra las torres gemelas de Nueva York el 11S del 2001,
todo se desarrolló como si de un guión escrito se tratara.
El gobierno de Estados Unidos diseñó un Plan mundial por el que se
magnificaba la amenaza terrorista, con ello, se tenía el pretexto para
recortar libertades y formular la política del ataque preventivo,
“atacar para evitar se atacado”. El primer objetivo fue Afganistán
bastión del fundamentalismo islámico. Se derrocó al gobierno de los
talibanes, al mundo le pareció bien y el nuevo gobierno de ese país
tuvo la bendición de la ONU.
Eso animó a los estrategas de EEUU a seguir
adelante en su política de instaurar un mundo unipolar bajo la égida de
Estados Unidos, para ello, existían dos organizaciones de relevancia
mundial que debían ser relegadas, la más importante: la ONU, surgida tras
la Segunda Guerra Mundial como equilibrio de potencias que ya no existían
y la segunda en importancia: la OPEP, cártel petrolero que EEUU no
controlaba y, por lo tanto, no podía decidir sobre los volúmenes de
extracción y como consecuencia sobre el precio del crudo. La invasión de Irak montada sobre la
mentira de que el régimen iraquí tenía armas de destrucción masiva para su
uso contra EEUU o sus aliados, servía al propósito de la guerra
preventiva, así como para crear una alianza de países que funcionarían
dejando de lado a la ONU y bajo la dirección de Estados Unidos. El éxito
de esa guerra garantizaba el éxito de esa nueva alianza de naciones, y
también, la ruptura del monopolio de la OPEP, pues la nueva alianza
tendría a su disposición una parte importante de las reservas mundiales de
petróleo.
La invasión fue todo un éxito, mas cuando
parecía inevitable que este plan funcionara, comenzó poco a poco a
desmoronarse. Francia y Alemania, encasilladas por la administración de
EEUU como países de la vieja Europa que pertenecían ya a un orden mundial
pasado, se resistieron a aceptar de buen grado la nueva política de hechos
consumados de EEUU, la mayoría de los países musulmanes también veían con
recelo que Occidente incrementase su poder en la zona, pero por encima de
estas objeciones a la invasión, lo que hizo inviable la misma, fue la
constatación como una verdad histórica inconmovible: “que la época
histórica de los Imperios coloniales con presencia militar y
administración del invasor en territorio ocupado había pasado”. Las
guerras de independencia contra los últimos imperios coloniales francés y
británico estaban aun calientes en la memoria de quienes habían luchado
contra ellos.
No importaba que esta vez la ideología que
encabezaba la resistencia no estuviera inspirada en principios laicos,
sino religiosos, el resultado era el mismo, una fiera resistencia al
invasor.
Insurgencia iraquí
32
3. El final de los imperialismos
*
Como en Vietnam el guión parecía también
escrito, la ocupación se ganaba pero la guerra se perdía. Los países que
apoyaron a EEUU en la invasión fueron abandonando poco a poco la
coalición.
La revelación al mundo de la mentira de las
armas de destrucción masiva y los crueles métodos del invasor utilizados
contra la resistencia desacreditaron mundialmente a EEUU. Los estrategas
de EEUU y sus aliados se dieron cuenta tarde de que habían subestimado las
lecciones de su propia experiencia histórica y la de otras potencias
coloniales donde se demostraba que la fortaleza de las naciones descansa
en última instancia en la conciencia nacional de las personas que las
pueblan, y por ello, la descolonización no era reversible históricamente y
tampoco era posible que sus propias sociedades aceptaran con indiferencia
el horror de la tortura y de los campos de concentración como el de
Guantánamo.
Este intento y fracaso de EEUU de cambiar
el estatus mundial por la fuerza de las armas, revelaba también que ni el
final político del socialismo soviético y el fracaso de las grandes
ideologías socialistas universales surgidas en el siglo XIX, era
suficiente para transgredir determinados valores alcanzados por la mayoría
de las sociedades del mundo desde que alumbrara la Ilustración en el siglo
XVIII. Esos valores tenían que ver con la asunción colectiva de las
“soberanías nacionales” como marco de decisión política de las sociedades
respectivas, y ante las cuales, las ambiciones imperialistas sucumbían. El
imperialismo como método de expansión militar en los principios del siglo
XXI, tras la guerra de Irak, había muerto, pero no solo había muerto el
imperialismo militar de EEUU sino todos los imperialismos, porque
cualquier experiencia similar estaba de antemano condenada ya a su
derrota. Y También quedaba obsoleto el concepto de guerra ofensiva como
método expansionista, porque el triunfo militar relámpago de la ocupación
ya no garantizaba, a la postre, el éxito de la contienda y además,
producía la pérdida de la influencia política del agresor.
Tras el hundimiento del imperio soviético y
el fracasado intento expansionista del imperialismo americano en Irak, el
final de los imperialismos con dominio militar había llegado
históricamente a su fin.
No obstante, los cambios históricos no
suelen ser percibidos a veces por las sociedades y dirigentes políticos y
en Estados Unidos, seguían existiendo fuerzas políticas y económicas que
continuaban apostando por hacer valer su hegemonía militar al resto del
mundo, pero también existían fuerzas que habían comprendido que ese camino
solamente traería un gran sufrimiento de varias y prolongadas guerras a la
vez, en distintas partes del mundo, para las que su sociedad ni su
economía estaba preparada.
A la postre, esa estrategia militar
aceleraría su declive como potencia y por ello, estos sectores políticos
de EEUU apostaban por iniciar una etapa en la que el país debiera tratar
de consolidar su supremacía mundial a través del desarrollo de un poder
blando basado en el diálogo entre naciones.
Estas dos opciones se enfrentaron en las
elecciones presidenciales de EEUU en el 2008, y la ciudadanía apostó por
un presidente que basaba su discurso en una política de diálogo y
entendimiento con el resto de los países del mundo, pero EEUU es una
nación que debe su prosperidad en gran medida al sometimiento de otras
naciones a sus intereses y, por ello, su acomodación a los nuevos tiempos
no va depender del discurso de las campaña electorales sino solo puede ser
fruto del empuje de otras naciones en el escenario internacional, cuestión
que llevará su tiempo.
Obama y John McCain candidatos a la
presidencia de EEUU en el 2008
35
4. Hacia un nuevo paradigma emancipador
universal
4. Hacia un nuevo paradigma emancipador
universal
Una nueva realidad política parece, pues,
que comienza a abrirse camino con el final de la hegemonía mundial
Occidental: la formación de un mundo multipolar, donde los nuevos polos
geopolíticos emergentes estarían de acuerdo en las relaciones entre
iguales, es decir, sin ambiciones imperialistas como superación de las
dramáticas experiencias históricas vividas, como fue en China la larga
guerra contra la ocupación japonesa, en los países latinoamericanos el
largo período de subordinación política a su vecino del norte y el azote
de los golpes de Estado, o en el caso de Rusia, por la amarga experiencia
del Imperio Soviético.
Por otra parte, los países que no son
“polo” también están interesados en que se desarrolle un mundo multipolar
porque les permite establecer sus relaciones internacionales preferentes
en libre competencia, en lugar de depender exclusivamente de Occidente.
En este emergente escenario mundial tras el
fracaso en la práctica de las ideologías universalistas liberal y
socialista al que contribuyeron las dos grandes potencias que las
instrumentalizaron en su propio beneficio, EEUU y la extinta URSS ¿Cabe
pensar que el proyecto de una humanidad regida por los valores de
libertad, fraternidad e igualdad son una utopía? ¿Cabe pensar que el
género humano se ha detenido en su afán por transformar la sociedad en la
búsqueda de esos valores comunes a todas las ideologías, sean liberales o
socialistas, nacidas de los ideales de la Ilustración, por las que la
humanidad creyó que la felicidad social en la tierra era posible? Si la
humanidad aceptó con resignación durante milenios que la Tierra era un
valle de lágrimas y que solo en otro mundo metafísico dejaría de serlo ¿Se
ha vuelto de nuevo a esa situación del pensamiento universal?
Cabe pensar que no, y cabe hacerlo, porque
tras un recorrido histórico de doscientos años de lucha por esos ideales,
la voluntad transformadora sigue vigente y la resignación pertenece ya al
oscurantismo de otra civilización que fue sepultada en el siglo de las
luces y cabe también pensar que no, porque los desheredados de la tierra
quieren salir de su situación de pobreza y la humanidad se enfrenta a
problemas como el cambio climático, la malnutrición, las enfermedades y el
analfabetismo, problemas que necesitan de soluciones globales.
Giuseppe Pellizza (1868 – 1907) El Cuarto
Estado, (1901). Representa la movilización del Estado de los grupos
sociales excluidos del bienestar social
37
4. Hacia un nuevo paradigma emancipador
universal
Lo que ha fracasado, no son, pues, esos
grandes ideales, sino el camino trazado por los teóricos del liberalismo y
socialismo del siglo XIX. El recorrido histórico ha desbrozado lo
verdadero de lo falso. Lo falso ha sido que la verdad de unos no se puede
imponer por la fuerza a otros, pretexto bajo el que actuaron los imperios
coloniales europeos, el imperialismo de EEUU y el de la antigua URSS.
Lo verdadero es que el género humano ha
extraído de ese camino de dolor, la experiencia de que solo es posible
avanzar desde el diálogo, el respeto y el entendimiento entre el mosaico
de naciones surgidas desde el siglo XVIII tras un doloroso parto de
guerras y lo verdadero es también que el ritmo de los cambios políticos y
sociales lo deben marcar los propios ciudadanos de cada nación.
Imágenes del fracaso del enfrentamiento
entre naciones
38
4. Hacia un nuevo paradigma emancipador
universal
Después de dos siglos se ha dado con el
método pacífico y científico de cambio. El poder transformador ya no nace
de la punta del fusil sino del respeto entre naciones y de la democracia
interna en cada una de ellas. Pero el método no significa el cambio, sino
las bases para fundamentar el cambio. Lo que hará que el cambio se ponga
en marcha es la necesidad de las naciones en colaborar para afrontar los
graves problemas que tiene la humanidad. No obstante, si bien el marco de
las naciones es la base sobre la que deben fundamentarse las
transformaciones mundiales, el enemigo número uno para llevar adelante
esas transformaciones, paradójicamente, es la concepción retrógrada de
exaltación de la competencia entre naciones. Durante los siglos XIX y XX
la competencia entre imperios y naciones se justificaba porque ante todo,
lo que debía prevalecer era el bienestar de cada nación sobre el resto.
Se trataba de sacar beneficio
unilateral y ello llevaba al enfrentamiento, ese modelo vigente en la
conciencia de la mayoría de las sociedades de muchas naciones sigue siendo
una de las herencias negativas del proceso de fundación de las naciones.
El objetivo de las naciones debe ser la superación de las fronteras, al
entender que en la colaboración hay más beneficio que en la competencia
siendo las propias naciones quienes vayan determinando los ritmos de
integración en las relaciones políticas y económicas.
39
4. Hacia un nuevo paradigma emancipador
universal
Es evidente que las sociedades más
enrocadas en el paradigma de confrontación entre naciones, en lugar del
entendimiento, son aquellas en las cuales su grado de bienestar ha
alcanzado un alto desarrollo, pues entienden que los postulados políticos
universales pueden perjudicar su estatus. Serán pues los países o regiones
del mundo más poblados y emergentes económica y políticamente los más
interesados en un proceso integrador. No obstante, el posible avance en un
proceso de entendimiento entre naciones a escala mundial dependerá de las
naciones que tienen más poder económico y capacidad de decisión para
implementar políticas globales por su peso económico y demográfico.
En el actual momento histórico, corresponde
ese papel de liderazgo a EEUU y a China en primer lugar y en un segundo
plano a los países emergentes: Brasil, Rusia, India, seguidos del resto de
países emergentes. Por ello, el proceso de integración política y
económica mundial vendrá determinado en gran medida por la relación entre
Occidente y Oriente.
Las relaciones políticas que mantienen los
países del mundo con China, se pueden dividir en dos grandes apartados. En
el primero estarían los países Occidentales o países ricos, y en el
segundo, los países pobres y países emergentes entre los que destacan por
su importancia Brasil, Rusia e India. La relación de Occidente con China,
es una relación de amor, odio, una relación que ha venido a denominarse
para China en la política de “golpe y contacto”. Occidente se ha
beneficiado en los últimos años de los productos de exportación baratos de
China y en la presente crisis económica espera beneficiarse de la
reactivación interna de China.
Pero este interés es contradictorio, pues,
si bien Occidente desea que China se reactive económicamente para
beneficiarse de su crecimiento también teme las consecuencias políticas
que implica un mayor peso económico y político de China en la esfera
internacional.
A diferencia, de este bloque de países, la
relación de los países del Tercer Mundo y países emergentes con China es
diferente. Su relación se basa
únicamente en la política de “contacto”, pues, China constituye una
alternativa de oportunidades económicas frente a la dependencia que han
tenido y tienen del consumismo de los países ricos y no temen la
influencia política China, pues esta nación secularmente ha basado sus
relaciones con otras naciones en el respeto de los asuntos políticos
internos de cada país basada en los Cinco Principios de la coexistencia
pacífica acordados en la Conferencia de Bandung (1955).
La manera que tienen los países
occidentales de desacreditar a China en la esfera internacional es
proclamando su sistema político democrático como el más evolucionado de la
historia de la humanidad por estar basado en la libre pluralidad política.
Este mensaje tiene una verdad y una
mentira, la verdad es que la libertad de asociación política constituye un
estadio superior de la democracia y la mentira, es que las democracias
occidentales tienen sobre sus espaldas una negra historia de injerencia en
otros países de guerras y de apoyo a golpistas, consecuencia y herencia
política y cultural de su pasado colonial e imperialista, por eso los
países pobres desconfían de los países ricos, particularmente de EEUU.
El sistema político vigente en China se
basa en el sistema de partidos del Frente Único liderados por el PCCh que
dio lugar a la fundación en 1949 de la actual Republica Popular en la
parte continental de China, de la que quedó excluido el Kuomitang por la
confrontación militar entre ambos bandos, quedando éste partido recluido
en la isla de Taiwán.
Los treinta años de reforma y apertura en
China han sido un gran paso adelante en materia de avances económicos,
sociales y desarrollo legislativo para conformarse como un Estado de
derecho, pero la pregunta que cabe hacerse es, si China ante la necesidad
cada vez más imperiosa de la humanidad por avanzar en la construcción de
un mundo multipolar basado en la democracia y la justicia social mundial,
entenderá que el principio de Deng Xiaoping de “caminar al paso del
tiempo” deberá traer un cambio cualitativo interno a favor de la
democracia pluripartidista, cambio que debiera venir de la reconciliación
de las tradiciones democráticas y revolucionarias de la China moderna, es
decir, la reunificación de la tradición de la república de 1911, y la
república de 1949, que debe venir del estrechamiento de las relaciones
políticas, económicas y culturales con Taiwán y del hermanamiento entre el
PCCh y el Kuomitang, sobre el que ambos partidos trabajan actualmente bajo
el principio de: “caminar paso a paso, comenzando primero por lo fácil,
dejando lo difícil para el final”
Es evidente, que la unión de las dos
tradiciones democráticas, la de la “pluralidad política”, y la del
“respeto entre naciones”, sería el mayor avance a favor de la democracia y
la paz que se podría dar en la historia del género humano. El gobierno de
EEUU debido sus intereses creados como potencia imperial, se debate en la
ambivalencia de anteponer en las relaciones con otros países, la fuerza y
la injerencia para conseguir su prevalencia como potencia militar, o el
abandono de está política arrogante en favor de una política de diálogo
entre iguales con el resto de países del mundo.
El golpe de Estado tuvo lugar el 28/06/2009
El gobierno de China en su política de
reforma y apertura se basa en el principio de caminar hacia una mayor
democratización y desarrollo legislativo de los derechos de la persona
pero asegurando en todo momento un poder fuerte del Estado. Sería
deseable, que desde tradiciones distintas China y EEUU pudieran caminar
hacia objetivos comunes, en la conformación de un mundo basado en la paz,
el respeto entre naciones y el pluralismo que posibilite un cambio
cualitativo con el resto de naciones del mundo hacia un estadio superior
político de gobernanza mundial.
La razón por la
que China puede cambiar al mundo es básicamente porque puede
cambiarse a ella misma primero.
Li Cheng, miembro de: Brookings
Institution en Washington
44
4. Hacia un nuevo paradigma emancipador
universal
No obstante, el liderazgo del proceso
integrador entre naciones no va a depender solamente de la fortaleza
económica, sino también de la emergencia política en el pensamiento y
proyectos integradores de las naciones comprometidas con ese ideario.
En la historia hay ejemplos de naciones
que se han convertido en potencias transformadoras principalmente por su
emergencia mundial en el pensamiento político, como lo fue EEUU tras su
declaración de independencia en 1776, que determinó la marcha del
pensamiento político de la época que favorecería la independencia del
resto de países en América y las revoluciones liberales en Europa, sin que en ese momento histórico EEUU
tuviera como nación relevancia geopolítica
En América Latina desde el comienzo del
siglo XXI está surgiendo un nuevo pensamiento político basado en la
integración de las naciones y de desarrollo democrático con inclusión
social, si bien en su vertiente económica el proceso de unificación está
más retrasado que en la Unión Europea (UE), la profundidad y el alcance
del ideario político universal que mueve la integración es mayor.
En cambio en la UE se evidencia una
creciente incapacidad para articularse como una realidad política única
debido a la desconfianza de la mayoría de la ciudadanía por el proyecto
político europeo y por su rechazo a cualquier ideario universalista que se
manifiesta en su recelo ante los inmigrantes extracomunitarios, por lo que
la UE a pesar de ser la cuna de las grandes ideologías universales ha
entrado en una fase de decadencia histórica en el pensamiento
transformador.
46
4. Hacia un nuevo paradigma emancipador
universal
*
El sujeto trasformador mundial en favor del
conjunto de la humanidad está, pues, en las naciones que lideran los
procesos de integración regional, que son las que buscan las ventajas en
el entendimiento y no en la competencia y en las sociedades que apuestan
por la democracia y por formar parte de un conjunto de naciones en un
nivel superior de relaciones, no para competir entre bloques sino para
colaborar a favor del bienestar y la libertad del género humano.
Estos son los grandes postulados que pueden
redimir al género humano de las guerras, de las armas atómicas, el racismo
y la xenofobia y que pueden propiciar la colaboración necesaria para
enfrentar con garantía de éxito los graves problemas medioambientales y la
pobreza en el mundo.
*
Un mundo nuevo se ha de
forjar
47
*
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
5. La crisis del modelo económico mundial
vigente a comienzos del siglo XXI
El
capitalismo ha tenido en los últimos ciento cincuenta años cuatro grandes
crisis globales, las de 1873, 1929, 1973 y la presente crisis iniciada el
2008. El resto de las crisis, aunque han sido importantes, no han tenido
carácter global sino que han afectado a sectores industriales o diferentes
zonas del mundo. En la segunda mitad del siglo XIX, el capitalismo estaba
en su fase imperialista.
La salida de
la larga depresión iniciada con la crisis de 1873 llevó a las potencias
económicas al proteccionismo, propiciando el mismo que el desarrollo de
las fuerzas productivas se realizara expandiendo cada potencia su área de
influencia geopolítica lo que llevaría a su confrontación en la Primera
Guerra Mundial.
Tras
la misma, comenzó una etapa en la que se pretendió limitar el
proteccionismo, pero la crisis de 1929 derivó en otra profunda depresión y
en una vuelta al proteccionismo, y de nuevo se volvió a la lucha por la
ampliación de las áreas influencia geopolíticas que traería otra vez la
confrontación militar y llevaría en esa ocasión a Japón a ocupar gran
parte de China y a Alemania a invadir casi toda Europa y gran parte de
Rusia. Con la
derrota del imperio nazi y del imperio del Sol Naciente en la Segunda Guerra Mundial,
se aceleró el proceso histórico de emancipación colonial y el mundo se
dividió en dos doctrinas económicas.
Por una parte, el mundo capitalista bajo la
hegemonía de EEUU, con una economía de mercado pero en la que los Estados
controlaban los sectores económicos estratégicos, y por otra parte,
aquellos países denominados de “socialismo real” que basaron su sistema
económico en la propiedad de los medios de producción por el Estado y en
la “desconexión” geopolítica del mundo capitalista, representados
principalmente por la URSS y China.
48
*
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
La crisis de
1973 puso en entredicho estos modelos económicos mundiales conformados
tras la Segunda Guerra Mundial. En el mundo Occidental a finales de los
años setenta se puso fin al modelo keynesiano vigente desde la posguerra y
se dio un paso adelante en la globalización económica con la
implementación del denominado modelo neoliberal.
Se
privatizaron gran parte de los sectores económicos estatalizados durante
el período de la posguerra, se fomentó el libre comercio y la
globalización del sistema financiero en manos privadas. En China se inició
a finales de la década de los setenta el proceso de “reforma y apertura”
que terminaría tras su ingreso en la OMC con el modelo de “desconexión”
económica del mundo capitalista de la época de la guerra fría.
En la URSS, el inmovilismo de las fuerzas
contrarias a la apertura económica supuso un freno al desarrollo de las
fuerzas productivas en el ámbito de la URSS, lo que contribuyó a crear una
potente economía sumergida de bienes de consumo liderada por nuevas clases
sociales que representaban el desarrollo económico, y que acabarían en
1989 con el burocrático sistema soviético. Será, pues, a partir de 1989,
cuando toma cuerpo verdaderamente la globalización de la economía mundial.
Desde esa fecha el modelo neoliberal,
sustentado en el consumo de los países ricos, hizo crecer la economía
mundial y permitió que algunos países pobres se beneficiaran de esa
expansión, particularmente China que se convirtió en la fábrica del mundo
al inundar el mercado con productos basados en una mano de obra barata,
creciendo durante dos décadas su PIB en torno al 10% anual.
49
*
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
No obstante, la incidencia que el modelo
económico neoliberal tuvo en la mayoría de los países pobres fue negativa.
Muchos países pobres para impulsar el desarrollo económico habían
adquirido préstamos de los organismos financieros internacionales o
directamente de los países ricos con bajo interés, pero esta situación
cambio radicalmente tras la crisis de 1973.
Las características estanflacionarias de
esta crisis, creada por la emisión abusiva de dólares de EEUU durante los
años sesenta y setenta del siglo XX para financiar la guerra de Vietnam,
llevó a los países acreedores a elevar el tipo de interés, encadenando a
los países pobres al incremento continuado del “servicio de la deuda” a
pagar a los países ricos, con la que éstos, amortizaron la inflación
derivada de los gastos sobredimensionados de EEUU.
Los países pobres, endeudados por el pago
abusivo de los intereses de la deuda, recurrieron a la expoliación de las
materias primas destinadas a satisfacer la demanda de la sociedad de
consumo de los países ricos; ello traería consigo un proceso acelerado de
explotación de la tierra en los países pobres acabando, en gran medida,
con las economías de autoconsumo, lo que acompañado de un fuerte
crecimiento demográfico derivó, en estos países, en un rápido éxodo del
campo a la ciudad, produciéndose un desordenado crecimiento urbano que ha
provocado grandes problemas de asentamientos humanos al carecer los mismos
de infraestructuras básicas como agua potable, alcantarillados y redes de
transporte.
Favelas
50
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
Por otra parte, las relaciones económicas
entre países pobres y ricos han venido determinadas por la concentración
de la demanda económica mundial en los países ricos, que en la primera
década del siglo XXI con menos de un tercio de la población mundial
acaparaban más de dos tercios del consumo mundial, con lo cual, los
procesos productivos globales se articulan para esta demanda.
La ventaja histórica de dos siglos en la
industrialización les ha permitido a los países ricos obtener el liderazgo
en materia de innovación y productividad técnica en los procesos de
producción, disponiendo de una ventaja comparativa en el intercambio
comercial de productos tecnológicos por materias primas, ventaja que
solamente pueden acortar los países pobres con una productividad económica
basada en salarios bajos, produciéndose un intercambio comercial desigual
favorable a los países industrializados.
Ventaja histórica Occidental en la
optimización de la productividad por las innovaciones técnicas y la mejora
continua en la organización del trabajo
51
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
Esta desfavorable relación comercial en la
que dos tercios del PIB de la economía mundial se ha concentrado en un
tercio de la población mundial, mientras los otros dos tercios de la
humanidad deben vivir con el tercio del PIB restante, ha hecho más ricos a
los países ricos, dejando de lado las necesidades más perentorias de la
mayoría de la humanidad.
La concentración histórica de la demanda
efectiva en los países desarrollados debido a su ventaja histórica en
la industrialización ha desembocado en un modelo de crecimiento consumista
favorecido en los últimos años por el modelo de crecimiento neoliberal
basada en el consumo privado, hasta que este modelo ha entrado en crisis
en el año 2008 propiciado por las contradicciones propias de la economía
sustentada básicamente en el mercado.
Bienes y servicios de la demanda
efectiva global
Distribución mundial de la demanda
efectiva
Mapa de países por PIB per capita (nominal)
, según estimaciones del FMI, (Abril 2008]).
Distribución de la riqueza
52
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
El sistema financiero privado desempeña un
papel fundamental en este modelo de crecimiento a través de la concesión
de créditos al consumidor. La banca para mantener su actividad de negocio
precisa del creciente endeudamiento de los consumidores a través del
crédito, pero ese endeudamiento tiene un límite, que viene determinado por
la creciente deuda de los consumidores que limita la capacidad de comprar
más bienes y servicios.
El sistema financiero no puede sustraerse a
la economía real, pues el dinero que el financiero presta (tal y como
explica Marx), no es sino un adelanto de futuro de la parte de la ganancia
que el empresario obtendrá de la venta de sus productos o servicios, de
tal manera que el sistema financiero se retroalimenta de ese crecimiento
futuro, hasta que llega el momento en que la capacidad de producción
supera la capacidad del gasto a través del endeudamiento, lo que repercute
en una disminución de la producción, aumenta el paro y como consecuencia
también la morosidad por impagos a la que tienen que hacer frente los
bancos. Es
la crisis de sobreproducción.
53
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
Esta dinámica productiva, consustancial al
liberalismo económico, no es nueva, en realidad es la causante de las
crisis más importantes de este modelo de capitalismo en 1873 y 1929. Pero
tanto la crisis de 1873 como la de 1929, tuvieron una respuesta
proteccionista por parte de las potencias económicas que les llevó a una
expansión en áreas de influencia político económicas que desembocó en las
dos guerras mundiales.
Esa respuesta a la crisis iniciada en 1873
que provocaría al enfrentamiento entre potencias en la Primera Guerra
Mundial, llevó al teórico del socialismo Lenin a considerar que el
imperialismo y su disputa por las áreas de influencia geoeconómicas era
una fase superior del capitalismo inicial existente en el siglo XIX.
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
*
Sin embargo, la historia ha demostrado que
ese estadio de desarrollo del
capitalismo de lucha
interimperialista era solamente una fase intermedia y que el
capitalismo llega a su fase superior de desarrollo cuando las relaciones
de producción se interconectan fuertemente a escala planetaria de forma
irreversible y ya no es posible implementar medidas proteccionistas
territoriales como salida a la crisis.
Solamente a partir de finales del siglo XX,
tras el desplome de la URSS, la incorporación de China a la OMC y la
globalización de las finanzas mundiales se puede decir que el desarrollo
de las fuerzas productivas mundiales articuladas bajo el sistema económico
neoliberal ha llegado al estadio de la economía mundo donde no es posible
retornar al proteccionismo.
*
55
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
En este contexto, la crisis iniciada en el
2008, es una crisis con características especiales: 1º- porque es una
crisis global del capitalismo en la fase superior de su desarrollo; 2º-
porque la crisis se ha generado en los centros más poderosos de la
economía mundial y lo ha hecho a su vez en el corazón que rige el sistema
económico global, el sistema financiero, y 3º- porque es una crisis para
la cual debido a las profundas interconexiones económicas no caben
soluciones parciales proteccionistas.
Índice bursátil dow Jones
El dow Jones cayó desde un máximo histórico
de 13.895 puntos en febrero del 2008 a 7.062 en Marzo del 2009. Esto
significa una caída del 50% lo cual se traduce en una perdida promedio del
50% del valor de las 30 compañías más grandes en capitalización de mercado
de los Estados Unidos.
Mapa del probable impacto de la crisis
financiera del 2008
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5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
La crisis hipotecaria en el mundo
occidental como factor detonante de la crisis mundial representa el
fracaso del modelo neoliberal de crecimiento económico, sustentado
básicamente en los sectores sociales con fuerte poder adquisitivo de los
países ricos y estimulado en base a la especulación crediticia. Está
especulación se fundamentó en un mercado de futuros que se creía
ilimitado. Los créditos hipotecarios se concedían no tanto por la
solvencia personal de los hipotecados, sino porque la supuesta
revalorización futura del inmueble hipotecado compensaría la posible
insolvencia del adjudicatario del crédito.
En base a esta especulación financiera los
defensores del neoliberalismo creían que se había encontrado por elevación
del consumismo la fórmula para evitar la crisis de subconsumo pero la
realidad de la crisis vino a demostrar que había un umbral al desarrollo
económico basado fundamentalmente en la demanda
efectiva de unos cientos de millones de personas de los países
ricos.
*
Bienes y servicios afectados por la crisis
del 2008
57
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
Las finanzas de los países ricos pasaron a
estar globalmente apalancadas, es decir, los vencimientos de los pagarés
de sus deudas eran superiores a sus ingresos y se tuvo que recurrir a
través de los gobiernos al dinero de los contribuyentes para evitar una
bancarrota generalizada, en lo que se ha denominado “planes de rescate”.
Pero si bien estos “planes” han evitado la
bancarrota, no han podido evitar la recesión económica y por lo tanto,
tampoco se puede evitar que el nivel relativo de apalancamiento se
incremente en la medida en que desciende la actividad económica, pues al
no haber crecimiento económico real ni perspectivas claras de que lo haya
a futuro, los bancos no pueden detraer plusvalías suficientes de valores
presentes o futuros y por lo tanto, no pueden reponer recursos, debiendo
recurrir a medio plazo a la absorción de unos bancos por otros para
mantener la solvencia del grueso de las finanzas mundiales.
58
5. La crisis del modelo económico mundial a
comienzos del siglo XXI
Objetivamente el dinero de los planes de
rescate ha servido para amortizar la fracasada especulación financiera
traducida en miles de viviendas sin vender. Pero esa inversión de los
Estados para evitar la quiebra bancaria, ha restado recursos para
implementar una demanda agregada pública y por lo tanto, no ha tenido
ningún beneficio social, y los Estados han tenido que recurrir al
endeudamiento para hacer frente a su gastos corrientes, lo cual aumenta
las posibilidades de un prolongado estancamiento o crecimiento débil del
consumo y del PIB en los países ricos que de ser así, conllevará por un
tiempo prolongado que las tasas de paro alcanzadas en el primer año de la
crisis se mantengan pues, en una economía de libre mercado, la generación
de nuevos empleos está relacionada con el incremento progresivo del PIB
debido a la optimización continua de la productividad técnica que permite
cíclicamente producir el mismo volumen de bienes y servicios con menos
horas de trabajo humano
Evolución de la tasa de paro en España
59
6. Encrucijada de intereses en la salida a
la crisis económica mundial
6. Encrucijada de intereses en la salida a
la crisis económica mundial
Si la crisis económica mundial iniciada en
el 2008 afectara a una región o sector, tendría un horizonte cíclico
dentro del paradigma de crecimiento económico neoliberal dominante, pero
al ser una crisis financiera global de los países desarrollados y
producirse en la fase superior de desarrollo capitalista mundial, sin que
se pueda recurrir a medidas proteccionistas, su salida no es previsible.
La estrategia de los gobiernos de los
países ricos para salir de la crisis se basa en confiar en que sea la
clase financiera privada, la que de nuevo, pasado un tiempo, reactivará el
modelo consumista de los países ricos a través del crédito. Pero esta es
una estrategia, al igual que los planes de rescate, pensada ante todo para
salvaguardar los intereses de la oligarquía financiera mundial, con la fe
puesta en el credo neoliberal de que los mecanismos autorreguladores del
mercado traerán la reactivación.
Lideres de las economías más importantes
del mundo desde la crisis de 1973 hasta inicios del siglo XXI
Década de los setenta,
siglo XX
Década de los ochenta,
siglo XX
Década de los noventa,
siglo XX
Principios
del siglo XXI
60
6. Encrucijada de intereses en la salida a
la crisis económica mundial
*
La estrategia de la clase financiera
Occidental, de ganar tiempo para rehacerse de su crisis, además de afectar
negativamente a las clases medias de los países ricos, tiene también una
incidencia negativa en los países en desarrollo que ven mermada su
actividad productiva de exportación al no reactivarse la demanda en los
países ricos.
Esta situación está llevando a los países
emergentes (BRIC), a actuar con premura y a no esperar la reactivación de
los países ricos, orientándose éstos hacia un cambio de su modelo de
desarrollo económico de producción manufacturera y de exportación de
materias primas hacía los países ricos por otro que complemente el mismo,
con el desarrollo del consumo interno de bienes y servicios y el
fortalecimiento de las relaciones comerciales entre los propios países
emergentes.
*
61
6. Encrucijada de intereses en la salida a
la crisis económica mundial
Esta estrategia económica de los países
ricos basada en confiar en la clase financiera privada para remontar la
recesión seguirá determinando por un tiempo la marcha de la crisis, pero
esta clase social de financieros se ha convertido en un lastre para el
desarrollo de las fuerzas productivas mundiales, no solo, porque su
insolvencia lastra la salida de la crisis, sino porque el modelo de
crecimiento económico basado en el despilfarro de unos pocos es difícil
que pueda reactivarse.
Por ello esta crisis mundial, a diferencia
de las anteriores, pone en entredicho el vigente modelo económico mundial
regido por las potencias económicas del Primer Mundo pues, en los países
ricos no existen intereses económicos (fuerzas objetivas) ni pensamiento
político (fuerzas subjetivas) para reorientar su modelo de crecimiento
hacia otro basado en incorporar al consumo de bienes y servicios a la
población del Tercer Mundo.
Deberá
ser desde la periferia del sistema económico mundial (países pobres y
emergentes) donde deberá surgir la iniciativa para liderar un cambio en
las relaciones de producción entre países que favorezca el desarrollo de
las fuerzas productivas mundiales.
Países industrializados y emergentes y
crecimiento del PIB (2008)
62
6. Encrucijada de intereses en la salida a
la crisis económica mundial
De los países emergentes, China es el país
que está en mejores condiciones de remontar la crisis económica en un
corto plazo al no tener apalancamiento financiero, ni intereses creados
que puedan frenar la reactivación económica, sino todo lo contrario, tiene
sus finanzas saneadas y con una gran reserva de recursos financieros
siendo el principal acreedor de EEUU. China ha conseguido sus reservas
gracias al ahorro en dólares de los ingresos por las ventas de sus
productos destinadas a satisfacer, en los años anteriores a la crisis, los
mercados de los países ricos. Por otra parte, dispone de una potente banca
pública que le permite controlar los procesos especulativos financieros.
Y aunque va a sufrir durante un tiempo
indeterminado la crisis y reconversión de su industria exportadora debido
a la caída de la demanda de los países ricos, la estrategia económica
basada en la implementación de la demanda agregada interna a través de
inversiones públicas, es probable, que en un corto plazo de tiempo, tenga
dos efectos positivos.
Por una parte, ayudará a aliviar la caída
de las exportaciones por el retraimiento de la demanda exterior y por
otra, le permitirá crear infraestructuras que faciliten la incorporación
de millones de personas a lo bienes y servicios de consumo privado, de
esta forma se creará un nuevo paradigma económico de fortalecimiento de la
demanda interna, favoreciendo con ello una rápida superación de la
recesión económica. Este ritmo diferente para salir de la crisis, rápida y
cierta en China, y lenta e incierta en los países desarrollados puede
contribuir a que China se convierta en un polo económico articulador de
otras economías emergentes principalmente de Latinoamérica y los países
euroasiáticos.
63
6. Encrucijada de intereses en la salida a
la crisis económica mundial
El creciente protagonismo que están
adquiriendo los países emergentes en la economía mundial les va a permitir
liderarla hacia un nuevo orden económico mundial, donde:
1. el dólar deje de ser hegemónico y se
implemente una nueva moneda de referencia mundial, en base a una cesta de
divisas, que asegure que las transacciones comerciales se realizan con
equidad y que el valor de los depósitos bancarios en divisas no dependan
de las fluctuaciones de la moneda de un solo país;
2. se reformen los organismos financieros
internacionales con un mayor protagonismo de los países emergentes;
3. el grueso de las finanzas mundiales
estén bajo la influencia y control de los Estados para garantizar que el
crédito fluya en base a las necesidades más perentorias de las personas y
no en función de la ambición especulativa de una oligarquía de ejecutivos
financieros sin escrúpulos.
Eso fue lo que el economista en jefe del
Banco Mundial (BM), Justin Lin, propuso, el día 9 de febrero del 2009,
para crear un Fondo Global de Recuperación de dos billones de dólares para
ayudar a los países de bajos ingresos a hacer frente a la actual crisis
financiera. El fondo propuesto, que según Lin concuerda con "el espíritu
del Plan Marshall para el desarrollo", ayudaría a las economías de bajos
ingresos a invertir en las áreas que constituyen cuellos de botella y a
lograr un crecimiento sostenido.
6. Encrucijada de intereses en la salida a
la crisis económica mundial
*
A la crisis económica le falta recorrido en
el tiempo para que, ante la incapacidad de los países del ricos para
promover el desarrollo de las fuerzas productivas mundiales, los países
emergentes y sectores sociales de los países ricos cuestionen la
estrategia de la oligarquía financiera mundial para ganar tiempo e
intentar reproducir el modelo desarrollista y consumista de los países
ricos.
La economía global se encuentra en una
encrucijada histórica, como nunca lo estuvo antes y los países emergentes
pueden hacer que el vigente sistema capitalista neoliberal dominante en el
mundo pueda experimentar una profunda transformación que traiga un modelo
económico más humanizado orientado a la satisfacción de las necesidades
básicas de los pobres del mundo, así como su acceso a los bienes de
consumo, ello redundaría en beneficio de la humanidad en general.
*
65
*
7. El desarrollo económico y los límites
del crecimiento
7. El desarrollo económico y los límites
del crecimiento
Si la ilustración inauguró una nueva
civilización en el campo del pensamiento, las innovaciones técnicas como
la máquina de vapor y el motor de combustión que permitían transformar el
calor en trabajo, lo hizo en el campo de la producción de bienes y
servicios.
Hasta el siglo XVIII de nuestra era, las
únicas fuentes de energía susceptibles de ser transformadas en trabajo
habían sido, el esfuerzo, humano, el animal de tiro y carga, los saltos de
agua y la fuerza del viento aplicada a la navegación e industrias
rudimentarias.
La posibilidad de transformar mecánicamente
el calor en trabajo demandó nuevas fuentes de energía como la madera y
posteriormente los combustibles fósiles. Transformó paulatinamente las
sociedades rurales al mecanizar los trabajos agrícolas liberándose
ingentes recursos de mano de obra para la industria y los servicios.
Estos profundos cambios operados durante
los siglos XVIII, XIX y XX se entendieron como un “progreso” en el que no
se concebía que el uso masivo de los recursos naturales pudiera tener unos
límites por su impacto en el medio ambiente. Desde otro enfoque, solo
Malthus plantearía la cuestión al considerar inviable el crecimiento
demográfico ilimitado en un Planeta con recursos limitados.
66
7. El
desarrollo económico y los límites del crecimiento
Durante casi todo el siglo XX los países
industrializados tanto los basados en la economía de mercado como los
antiguos países socialistas del denominado “socialismo real”, basaron su
desarrollo económico en el optimismo del crecimiento ilimitado. El
movimiento descolonizador que tuvo su mayor expansión después de la
Segunda Guerra Mundial puso sobre la mesa las necesidades de los nuevos
países emancipados que se tradujo en la aspiración por alcanzar los grados
de desarrollo de las antiguas metrópolis imperiales.
En la década de los setenta del siglo XX
resurgirá el debate de los límites del crecimiento económico y demográfico
a través de instituciones como el club de Roma, la conferencia de
Estocolmo y los movimientos ecologistas que comienzan apuntar las
catastróficas consecuencias medioambientales y climáticas que puede tener
la externalización de gases de efecto invernadero como consecuencia de un
desarrollo económico sustentado en un modelo energético de combustibles
fósiles.
*
Inicios industrialización siglo XX
Industrialización de la URSS
Extracción materias primas en los
países en desarrollo
7. El
desarrollo económico y los límites del crecimiento
La conferencia de Río Janeiro en 1992 sobre
Medio Ambiente alertó sobre los límites ambientales del vigente modelo de
crecimiento económico, lo que dio lugar con posterioridad al protocolo de
Kyoto para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de los
países industrializados para situarlas en el 2012 en los niveles de 1990.
Alcanzado, pues, en el siglo XXI un desarrollo económico mundial que está
afectando al clima de la Tierra la pregunta que cabe hacerse es ¿Si con
las cotas de riqueza actuales, patrimonio en dos terceras partes de un
tercio de la población mundial, se disparan las alarmas medioambientales,
es posible alcanzar niveles de desarrollo económico en todo el mundo
equivalentes a los de los países industrializados sin que tal desarrollo
lleve a un desastre medioambiental?
La respuesta a esta pregunta, presenta
intereses encontrados, pues todos quieren evitar el deterioro
medioambiental pero nadie quiere renunciar al crecimiento económico.
Los países ricos porque no quieren ni
pueden renunciar al sistema de crecimiento económico basado en la sociedad
de consumo y los países pobres porque no quieren ni pueden renunciar a su
desarrollo económico para poder atender a las necesidades más perentorias
de la población, en materia de alimentación, salud y educación.
Emisiones de dióxido de carbono (CO2) en
toneladas métricas per capita a nivel mundial, 2002
Fuente: Banco Mundial (2007). Gráfico adaptado del
Online Atlas of the Millennium.
68
7. El
desarrollo económico y los límites del crecimiento
La consecuencia política, hasta ahora, no
ha estado en buscar soluciones globales sino en el enrocamiento de cada
parte en sus posiciones. Los políticos de los países ricos intentan
justificar ante sus sociedades que los países pobres deben aceptar con
resignación su destino de miseria, ante la imposibilidad de un crecimiento
ilimitado debido a los efectos medioambientales, mientras que los países
pobres acusarán a los países ricos de nadar en la opulencia y ser los
principales responsables desde la revolución industrial de la
concentración de CO2 en la atmósfera. Pero las acusaciones de unos y otros
no pueden evitar que la contradicción entre el desarrollo económico y los
límites del crecimiento se acentúe por los siguientes factores:
1.) El consumo de los países ricos.
2.) El crecimiento demográfico a escala
mundial,
3.) La necesidad de los países pobres de la
generación del consumo energético para poder propiciar su desarrollo
económico
7. El
desarrollo económico y los límites del crecimiento
1. El funcionamiento político económico
mundial antepone el consumo de los países ricos a las necesidades de los
países pobres, cuestión que en materia energética ha llevado a los países
industrializados a incrementar la demanda de biocombustibles, lo cual está
teniendo un importante impacto en los precios de los alimentos, por
reducción de las superficies destinadas a su producción, cuando la
producción de alimentos se hace progresivamente más necesaria ante el
rápido crecimiento demográfico que están experimentando los países pobres,
principalmente en Asia meridional y el continente africano.
País pobre
País rico
2. La imposibilidad de controlar el
crecimiento demográfico a escala mundial, debido a un funcionamiento
político, donde cada nación por sus tradiciones y realidades económicas
tiene políticas diferentes al respecto, o carecen de ellas. Cuando sería
necesaria una planificación demográfica para no sobrepasar un límite de
habitantes de la Tierra (que se podían situar sobre los once mil millones
de personas previstos para la segunda mitad del siglo XXI) tanto por los
recursos alimentarios, como por la cantidad de energía necesaria para
promover y mantener el desarrollo económico de ese volumen de población
mundial.
70
7. El
desarrollo económico y los límites del crecimiento
3. La necesidad de los países pobres de
atender no solamente a la alimentación, sino a la generación y consumo
energético para poder propiciar su desarrollo económico. Cuestión que en
el vigente sistema energético mundial lleva inevitablemente a un
crecimiento sostenido de la utilización de combustibles fósiles, pues no
existe en el corto y medio plazo, en el actual paradigma tecnológico,
alternativas a la dependencia energética de los combustibles fósiles y
aunque se consiguiera atenuar esta dependencia por la implementación de
otras energías como la de fisión nuclear o las energías renovables.
Mineros del carbón
Los países pobres no tienen ni tendrán a
corto plazo posibilidades de acceso ni dinero para pagar esas tecnologías,
por lo que deberán seguir recurriendo al carbón por ser el combustible más
barato, abundante y accesible como fuente principal de generación
eléctrica.
Por ello, va a ser inevitable que las
actuales reservas probadas de combustibles fósiles sean externalizadas en
formas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, produciéndose, al
ritmo de consumo actual, el agotamiento de las reservas probadas del
petróleo y el gas natural en la segunda mitad del siglo XXI cuando
quedarán solamente reservas de carbón.
71
7. El
desarrollo económico y los límites del crecimiento
La externalización a la atmósfera, para
esas fechas, de las reservas de combustibles fósiles principalmente en
forma de CO2, debido a la cantidad y corto espacio de tiempo de su
emisión, no va a poder ser absorbida por los sumideros naturales de la
biosfera, por lo que se producirá una concentración de CO2 en la atmósfera
no reciclable por la fotosíntesis, lo que producirá que el efecto
invernadero, al ser el CO2 un gas de gran longevidad, continúe por muchas
décadas incluso después de haberse agotado las reservas de combustibles
fósiles.
Las consecuencias climáticas pueden ser
variadas y todavía impredecibles, pero en general asumibles por la
humanidad hasta mediados del presente siglo, pues pueden consistir, en
ciclones de fuerza desconocida, sequías prolongadas en las áreas de los
anticiclones subtropicales, debido al ajuste de las masas térmicas de aire
que regulan la circulación atmosférica, e inundaciones en las zonas
templadas por el rápido deshielo de las precipitaciones en forma de nieve.
7. El
desarrollo económico y los límites del crecimiento
La consecuencia más predecible y de mayor
coste para la actual civilización industrial podría venir en la segunda
mitad del siglo XXI, debido a que la externalización de CO2 ya habrá sido
suficiente para que el efecto invernadero haya afectado a la temperatura
glaciar de manera irreversible, es decir, el inicio del deshielo de las
plataformas continentales heladas: Groenlandia y la Antártida, lo que
puede provocar a partir del 2040 el inicio de la subida del mar hasta
finales de siglo entre uno y tres metros, afectando todos las
asentamientos humanos costeros del planeta donde vive más del 50% de la
población mundial.
Esta contradicción entre límites
medioambientales y crecimiento económico solamente es posible resolverla
desde planteamientos a escala planetaria en los que prevalezcan los
intereses del conjunto del género humano sobre los intereses creados de
determinadas clases sociales y naciones.
Incremento del promedio de temperatura
mínima anual / década ºC, en el periodo 1993-2082, en ámbitos climáticos
polares
Grandes ciudades en riesgo por elevación
del nivel de mar
New
York
Shanghai
Buenos Aires
73
8. La Tercera Civilización
8. La Tercera Civilización
La civilización nacida de la Ilustración
está agotada. Y esta agotada porque esta civilización que se articuló
fundando y tomando la nación como espacio político por la ideología
liberal y socialista para traer la libertad y el bienestar, después de dos
siglos en los que se ha avanzado enormemente en logros científicos y
tecnológicos, en los que el desarrollo de las fuerzas productivas ha
alcanzado cotas inimaginables al principio de la revolución industrial, ha
sido incapaz de conseguir las metas humanísticas de redención del género
humano.
Está agotada porque después de doscientos
años de dominio de las potencias occidentales, de pensar sin éxito que la
descolonización traería el progreso para los pobres, de soportar dos
guerras mundiales, el riesgo de una conflagración nuclear y la amenaza
cada vez más evidente de una catástrofe medioambiental; la mayoría de la
humanidad percibe el agotamiento de todas las alternativas políticas
experimentadas en estos dos últimos siglos para solucionar los graves
desafíos del siglo XXI.
Sueños de los oprimidos en el siglo XIX
La
libertad
La
fraternidad
La igualdad
Realidades del siglo XX
Campos
de exterminio
Gulag
Bomba
atómica
Hambre
74
8. La Tercera Civilización
*
Está agotada porque el modelo económico
basado en la competencia de las ventajas de unas naciones sobre otras ha
quedado obsoleto para promover el desarrollo, así como para resolver los
graves problemas universales de desigualdad que tienen sumida a la mayoría
de la humanidad en la pobreza, la ignorancia, la discriminación de la
mujer, la mal nutrición, las enfermedades y la guerras, mientras un tercio
de la población mundial vive en la opulencia.
Se ha llegado a un punto en que los
problemas globales, sino se cambia el rumbo, pueden afectar a la propia
supervivencia del género humano. Ya no es posible que se salven solo las
naciones poderosas, también sus habitantes están condenados a sufrir las
consecuencias derivadas del estancamiento económico, el crecimiento
demográfico y la catástrofe medioambiental.
*
Pero una vez más, no serán los poderosos
quienes tomen la iniciativa para promover los cambios que precisa el
género humano, la transformación deberá venir de aquellos países
emergentes que marquen la pauta política para diseñar un mundo nuevo de
integración política y económica y en la medida en que eso suceda, los
países ricos deberán seguir su estela.
La esperanza de un mundo diferente solo nos
puede ser dada de gracias a aquellos sin esperanza
Deberá llegar un día en que la humanidad
sea gobernada como una gran nación donde todas las personas sean iguales y
tengan los mismos derechos, obligaciones y libertades, ese será el momento
en que se alcance la Tercera Civilización
Universal en la que se fundamentarán los destinos de la humanidad.
La antítesis de esta realidad es la conformación de un mundo
unipolar, en el que muchos sectores
sociales y políticos de los países ricos estarían de acuerdo para hacer
prevalecer sus particulares intereses. Un paso intermedio entre esa
antítesis y un gobierno fundamentado en los intereses de toda la
humanidad, es la formación de un mundo
multipolar basado en la colaboración y el equilibrio de intereses
entre las grandes naciones, ese es un mundo por el que apuestan los países
emergentes, pero este paso intermedio, aunque puede suponer un avance en
la paz y el desarrollo económico mundial, es insuficiente para conseguir
abordar con éxito los problemas de la pobreza y medioambientales que tiene
actualmente planteados la humanidad.
Solamente acometiendo una profunda reforma
política y económica mundial donde los destinos de la humanidad sean
gestionados globalmente sería posible hacer de la Tierra un lugar de
libertad y prosperidad para la humanidad, porque se ha llegado a un punto,
en que el mundo se ha convertido en un barco en el que solamente es
posible evitar el naufragio con el empeño y el compromiso de una única
tripulación, el género humano.
76
8. La Tercera Civilización
Los principios
fundamentales que debieran regir la organización mundial debieran ser:
1. Reforma de las Naciones Unidas
democratizando sus estructuras en base a la representación
poblacional de las naciones. Reforma necesaria porque la actual
estructura de la ONU diseñada como orden mundial de los vencedores
de la Segunda Guerra Mundial no representa la opinión de la mayoría
de la humanidad.
*
2. Elaboración de una constitución por
la que se debieran regir los destinos del mundo, en la que se
definirían las competencias de la ONU y la de los gobiernos
nacionales. Constitución por la que todos los ciudadanos del mundo
dispondrían de un marco de referencia de derechos y obligaciones
universales.
*
3. Aprobación de la constitución por
sufragio universal de todos los ciudadanos del Mundo. Procedimiento
democrático que daría a la constitución vigencia universal y uniría
a los ciudadanos del mundo en un marco de referencia legal.
*
4. Elección democrática del presidente
de la ONU y del Gobierno por los representantes de las Naciones
elegidos según población. El procedimiento de elección por voto de
los representantes de las naciones, permitiría establecer un
equilibrio entre el presidente y el gobierno mundial, con los
representantes de las naciones.
*
5. Declaración universal de los
derechos humanos por consenso de la asamblea de representantes de
las naciones, tomando como referencia la declaración de 1948, donde
se debiera hacer especial incidencia en la no discriminación de la
mujer, la abolición del trabajo infantil y de toda forma de
esclavitud. La necesidad de una nueva declaración viene determinada
porque la vigente de 1948, ha sido instrumentalizada por unos países
en contra de otros, por ello sería necesario consensuar la nueva
declaración entre todas las naciones
77
8. La Tercera Civilización
*
6. Abolición
de las armas nucleares. Las armas nucleares son producto de la
confrontación imperialista entre la antigua URSS y Estados Unidos, a la
que se han sumado otras naciones como elemento de disuasión para no ser
agredidas. Con la institucionalización de un gobierno mundial, las armas
nucleares, no solamente estarían de más por el peligro que suponen para la
humanidad sino porque su finalidad geomilitar entre potencias tampoco
tendría razón de ser.
*
7. Creación de fuerzas militares de la ONU.
La necesidad de fuerzas militares de intervención en conflictos entre
naciones, es un instrumento necesario para salvaguardar el que sería el
nuevo orden mundial.
*
8. Constitución de un Banco Mundial Público
con fondos de las naciones según PIB per cápita de cada nación y
constitución de bancos regionales públicos en coordinación con el Banco
Mundial para gestionar los fondos estructurales destinados a programas de
desarrollo, con el objetivo principal de cumplir los objetivos y metas del
milenio. El modelo económico que la experiencia de los últimos años se ha
demostrado como el más prospero y equitativo, es el que combina la
propiedad pública de los sectores estratégicos de la economía con la
propiedad privada del resto de sectores económicos. Las finanzas son el
elemento fundamental que permite orientar las inversiones para el
desarrollo de las fuerzas productivas en función de los intereses de unas
pocas naciones o, por el contrario, del conjunto de las necesidades de la
humanidad por ello, el grueso del sistema financiero debiera ser público
pues permitiría articular la demanda agregada para la implementación de
infraestructuras y programas de desarrollo.
78
8. La Tercera Civilización
*
9. Constitución de una agencia mundial
de la energía para fomentar las energías renovables y acelerar la
investigación para la sustitución del motor de combustión interna con el
que funcionan los grandes trasportes marítimos y terrestres, la maquinaria
pesada para la construcción de infraestructuras y la explotación agraria,
así como dedicar los mayores esfuerzos científico-técnicos para conseguir
la generación de energía mediante la fusión nuclear por ser la fuente de
generación masiva de energía sin costes medioambientales, actualmente en
fase de investigación en el proyecto ITER. Esta agencia debería garantizar
que se atendieran las necesidades energéticas en todas las regiones del
mundo, así como, la implementación de un programa de sumideros naturales y
artificiales de CO2 a escala planetaria.
*
10. Implementar, según las condiciones de
cada país, un programa de planificación demográfica mundial. El
crecimiento demográfico de la humanidad no puede considerarse ilimitado y
dado el número de habitantes ya alcanzado y las altas tasas de crecimiento
existentes, se precisa de una política de planificación demográfica que
lleve a estabilizar la población mundial sobre los once mil millones de
personas. Las diferentes realidades demográficas de las distintas regiones
del mundo hace necesario que está planificación se realice con
características diferentes en cada una de ellas pero en cualquier caso,
sería deseable para finales del siglo XXI haber estabilizado el
crecimiento demográfico mundial.
79
9. Epílogo
9. Epílogo
Ya no es viable abordar los graves
problemas que enfrenta la humanidad desde los intereses exclusivistas
nacionales, las naciones que se enroquen en esa política irán perdiendo
protagonismo internacional, mientras que las que apuesten por el
desarrollo de los valores de integración política y económica para superar
diferencias y abordar conjuntamente los problemas globales de todo el
género humano, son las que podrán avanzar hacia un estadio superior
supranacional. La convicción y la sinceridad en esos postulados es lo que
posibilitará que la humanidad reconozca a las naciones líderes que precisa
para avanzar en ese camino. La herencia histórica de enfrentamientos entre
naciones e injerencias es un lastre que solo puede ser superada por las
pruebas de confianza entre naciones. Los sectores sociales que se han
beneficiado y se benefician con la desigualdad ofrecerán resistencia a las
políticas de entendimiento entre naciones y de profundización de la
democracia universal.
La lucha democrática de la mayoría de la
humanidad, contra los intereses creados de esas minorías, es lo que puede
traer un tiempo nuevo de integración política y económica mundial, en el
que el género humano tiene todo un mundo por ganar.
La humanidad debe y
puede soñar, ahora más que nunca, en los ideales democráticos universales,
la emancipación social de la humanidad, la aspiración de la unión de las
naciones y la armonía entre seres humanos y la naturaleza.