12/04/2015
NOTICIA.
En declaraciones a la Agencia Rusa de Información Novosti, el
viceministro ruso de Defensa, Anatoli Antónov, afirmó que la nueva Doctrina
Militar de Rusia no
amenaza a los países occidentales
Doctrinas militares en transformación
El
viceministro ruso de Defensa, Anatoli Antónov, en declaraciones
realizadas a RIA Novosti, resumió las características de la nueva doctrina
militar de Rusia,
manifestando que la misma ha sido actualizada debido a los cambios que
han tenido lugar en el ámbito de la seguridad desde 2010, año que Rusia
aprobó la anterior doctrina. La renovada versión de la actual doctrina
militar es un documento
que establece los objetivos de la política de Defensa rusa y fue
aprobada por el presidente Vladímir Putin y publicada en la Web del
Kremlin el pasado 26 de diciembre.
En sus
declaraciones, el viceministro ruso de Defensa señalo que la aspiración
de EEUU de dominar a nivel internacional en la que se vienen empleando
métodos no convencionales como los bombardeos de países como en Siria
sin autorización; las revoluciones de colores en varios Estados árabes y
en Ucrania, que han desembocado en una acentuada inestabilidad política
que, en el caso de Ucrania
ha llevado a una Guerra Civil, y en varios
países árabes ha favorecido el avance del Estado Islámico, ha sido uno
de los motivos de la actualización de la doctrina militar rusa.
"Por
una parte, está el intento de EEUU de conservar el sistema mundial sin
cambios, su aspiración a dominar en los asuntos internacionales, a no
permitir que los acontecimientos se desarrollen según un guión que
contradiga sus intereses; por otra, los partidarios de un modelo de
desarrollo policéntrico, entre los que se encuentra Rusia, que no
admiten ese esquema".
A su
vez, afirmó que la nueva redacción de la doctrina
militar se orienta a
mantener un diálogo equitativo con la OTAN, y que en ningún caso la
misma contempla la amenaza a los países occidentales. "El documento
muestra consecuentemente la intención de mantener un diálogo equitativo
en el ámbito de la seguridad europea con la UE y la OTAN, contribuir a
la creación en la región Asia-Pacífico de un modelo de seguridad nuevo,
basado en principios colectivos no pertenecientes a ningún bloque".
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Las doctrinas
militares son una
extensión de la concepción geopolítica que han venido realizando las
potencias mundiales en la historia contemporánea, las mismas, se pueden
resumir en dos apartados, las ofensivas y
las defensivas. La
doctrina militar ofensiva formó
parte de los imperios coloniales europeos en el siglo XIX y primera
mitad del XX dentro de su concepción política de dominación colonial
global. La finalidad práctica de las doctrinas ofensivas era
el dominio económico mundial del cual se beneficiaban las metrópolis
coloniales y especialmente las clases sociales más acomodadas. En ese
periodo, las doctrinas
militares ofensivas formaban
parte de los principales imperios coloniales europeos, principalmente de
Gran Bretaña, Francia y Alemania, y estaban orientadas en dos
direcciones, por una parte, a su expansión colonial en territorios de
ultramar y, por otra parte, a la lucha entre imperios por el dominio del
control absoluto del centro de
dominación mundial, lo que les enfrentaba en territorio europeo y
propiciaba su rearme.
En este
modelo político, económico y militar global, los imperios europeos se
desarrollarían por áreas de influencia estancas, que en unos casos, como
el reparto de África en el último tercio del siglo XIX se realizaría en
gran medida de manera consensuada y, en otros casos, surgirían
fricciones por la disputa territorial, aunque el aspecto dominante en la
primera mitad del siglo XX sería la confrontación en el centro del
sistema político, económico y militar mundial, que les llevaría a la
confrontación en dos cruentas guerras mundiales.
En las
colonias ocupadas por estos imperios su despliegue militar en un
principio era relativamente escaso, pues con un limitado contingente de
fuerzas militares lograban someter a las élites de clanes y tribus y con
ello extendían su dominación al resto de la población. En el siglo XIX
para la colonización de Indochina por Francia le bastó unas cañoneras
subiendo por el río Mekong. No obstante, la emergencia de la conciencia
política de los pueblos sometidos de una concepción tribal a otra
nacionalista contribuyó decisivamente a que se formaran movimientos
políticos en favor de su independencia colonial que tuvo su momento de
mayor expansión durante y tras la Segunda Guerra Mundial.
Las
potencias coloniales europeas, principalmente Francia y Gran Bretaña,
tuvieron que reforzar su despliegue militar en las colonias, pero la
resistencia de los movimientos de emancipación colonial hizo inviable
para estos imperios mantener su doctrina
militar ofensiva, debiendo acceder al reconocimiento de las nuevas
naciones que se constituían en los territorios hasta ese momento
colonizados.
Durante
todo el periodo que duró la Guerra Fría entre Rusia y EEUU, las
doctrinas militares ofensivas fueron lideradas por estas dos potencias y
estuvieron orientadas a la conformación de espacios geopolíticos de
naciones satélites respectivas. El final de la Guerra Fría a finales del
sigo XX supuso para Rusia el abandono de su doctrina
militar ofensiva, mientras que EEUU la
continuaría
y
actualmente
se traduce en: un despliegue militar mundial de potentes escuadras
navales en todos los mares del mundo; la instalación de numerosas bases
militares y destacamentos de tropas en países satélites, y la dedicación
del mayor presupuesto militar mundial que supone más de un
tercio de todos
los gastos militares del planeta, siendo en la actualidad la única
potencia del mundo que tiene un despliegue militar global.
La doctrina
militar ofensiva de EEUU,
en la primera década del siglo XXI se orientó a intentar devolver a la
región del Oriente Medio
al
viejo modelo colonial a través
de la ocupación de países con presencia militar directa y la gestión
territorial por administradores estadounidenses. El fracaso de la
ocupación de Irak demostró que los procesos de descolonización no eran
históricamente reversibles. Este intento y fracaso supuso un cambio en
la doctrina militar
ofensiva de EEUU, en la
que se descartaba la presencia militar continuada como forma de
dominación, orientándose la misma a la desestabilización de las naciones
objeto de la agresión para promover cambios de régimen que
posibilitarían gobiernos bajo la tutela estadounidense. El cambio en la doctrina
militar ofensiva suponía
la dedicación de mayores recursos a los servicios de inteligencia y la
implicación de países satélites en la promoción de guerras o
confrontaciones regionales. En la región del Próximo y Medio Oriente se
generalizó la inestabilidad y se propicio el cambio de régimen en Libia;
en Europa se apoyo el cambio violento de régimen en Ucrania y su
instrumentalización contra Rusia; en la región de Asia-Pacífico se
utilizó a Japón y Filipinas para promover contenciosos con China, y en
América Latina se acentuarían los permanentes intentos de
desestabilización de los gobiernos de izquierdas.
Rusia y
China las dos principales potencias mundiales después de EEUU, ante el
acoso directo e indirecto estadounidense se han visto obligadas a
reajustar su doctrina
defensiva ampliando
su capacidad de respuesta ante posibles agresiones convencionales y no
convencionales.
Y aunque las mismas se basan en la defensa de su
territorio y no precisan un despliegue militar global, estas naciones
también se preparan militarmente para en caso de sufrir una agresión
militar convencional o nuclear por parte de EEUU o aliados, tener
capacidad de contraataque contra el territorio estadounidense o de
aliados implicados. Otras potencias menores como Irán que también son
objeto del acoso estadounidense, su doctrina
militar defensiva se basa
en el desarrollo armamentístico como elemento de disuasión. Algunos
países latinoamericanos que han sido objeto de los intentos de
desestabilización por parte de los servicios de inteligencia de EEUU y
grupos sociales afines, como sucedió en Bolivia, Ecuador y
principalmente Venezuela, su doctrina
militar defensiva se basa
en la unión cívico-militar para combatir cualquier invasión terrestre en
sus países por parte de EEUU.
En la doctrina
militar defensiva, la
educación
de la ciudadanía en los valores
patrióticos es parte fundamental de la misma, pues la guerra de
resistencia se realiza siempre en el territorio agredido. Una
percepción ciudadana que en el caso de Rusia está aumentando tras la
política de sanciones de los países de la OTAN contra Rusia. En una
reciente información del periódico ruso Kommersant señalaba que más
de la mitad (54%) de la ciudadanía rusa cree que actualmente existe “una
amenaza real de que se inicie una guerra total entre Rusia y los países
de la OTAN”, a pesar de que un 66% piensa que Rusia intenta resolver
todos los temas por la vía diplomática.
La doctrina
militar ofensiva de EEUU
y de la OTAN se fundamenta en el mantenimiento del estatu
quo económico mundial
basado en la concentración de la riqueza en unos pocos países
desarrollados y el dominio de las naciones en desarrollo. La política de
devastación realizada por EEUU y la OTAN en Irak, Afganistán y Libia con
métodos de guerras convencionales y no convencionales, o las políticas
de sanciones y guerra económica contra Irán, Rusia o Venezuela para
impedir su desarrollo económico son expresión de esta política, pero la
misma no puede perpetuarse en el tiempo. El cambio histórico de los
países en desarrollo liderados por los países BRICS hacia su desarrollo
soberano no es posible contenerlo por la fuerza de las armas, y en la
medida que los países en desarrollo avancen en su participación en el
PIB mundial irán eclipsando progresivamente el poder económico
occidental, y el mantenimiento de un despliegue militar mundial como el
que tiene EEUU, por ineficaz e improductivo, irá progresivamente
perdiendo sentido.
A pesar de la resistencia
actual de las potencias occidentales a los cambios mundiales por la
irrupción soberana de los países en desarrollo, en perspectiva se impone
el diálogo para un progresivo desarme de las potencias y la colaboración
entre los países desarrollados y en desarrollo para abordar
conjuntamente los graves problemas sociales y medioambientales que tiene
planteados la humanidad.
Anexos
Gastos militares 2014 (M $) Mundial 1.776.000; 100%
Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo